miércoles, 16 de septiembre de 2009

El mono, nuestro ancestro




Cuando tengo oportunidad de visitar un zoológico recorro las jaulas sin mayor entusiasmo, sintiendo compasión de esos animales encerrados limitados a estar ahí sentados sin hacer nada. Quisiera tener en mis manos la oportunidad de abrir las puertas y dejar que todos los animales saliesen disparados y corriesen sin parar hasta llegar a su lugar de origen, al lugar que huele como a ellos les gusta, en donde está su familia, su comida favorita, sus amigos. Sin embargo cuando llego donde están los monos, mi ánimo varía y en un insante sonrío fascinada mirando su ir y venir, el saltar de rama en rama, la manera en la que se fastidian y persiguen y como se te quedan observando como si tuviesen la capacidad de decirte lo que sientan y piensan. Normalmente los monos estan libres en espacios más amplios y si bien estan aislados por un círculo de agua, se los ve felices. Me gusta la perseverancia que tienen, ese hacer algo y repetirlo hasta cansarse, columpiarse, o pedir con las manos algo de comer, o tratar de romper con algun instrumento alguna cosa. Me parece que estoy viendo unos seres muy parecidos a los hombres, graciosos, divertidos. ¿Cuando se convirtió el mono en hombre? ¿Cómo lo hizo? La ciencia sigue investigando y ahora que leo que caminaron en dos patas sobre las copas de los árboles recuerdo el maravilloso cuento "El barón rampante" de Moravia y también entiendo porqué se fascina hasta hoy mi hijo Alonso y mi nieto Gabriel cuando se trepan a un árbol.











Los ancestros del hombre empezaron a caminar primero sobre los árboles.
Robin Crompton, biólogo de la Universidad de Liverpool y Susanah Thorpe y Roger Holder, de la Universidad de Birmingham, han concluido, tras observar durante un año a orangutanes en las selvas de Sumatra, que los primeros pasos erguidos pudieron darse mucho antes de lo que se creía hasta ahora y no en el suelo, sino en lo alto de los árboles
«Si estamos en lo cierto, significa que no podemos confiar en la bipedación para saber si estamos ante un humano u otro ancestro simio. Se nos ha hecho cada vez más y más difícil decir qué es un humano y qué es un simio, y nuestro trabajo lo complica más», afirma Crompton.
Los científicos sugieren hoy en Science que en algún momento hace entre 24 y cinco millones de años, cambió el clima en África central y oriental, la selva se fragmentó y empezaron a abrirse claros que los simios no podían sortear desplazándose únicamente por las copas de los árboles.
Los antepasados del hombre, ya bípedos, bajarían de los árboles altos y empezarían a explotar los recursos del suelo y de la vegetación de poca altura, mientras que los chimpancés y los gorilas se especializarían en trepar verticalmente por los árboles, desde el suelo a la copa, y caminarían sobre los nudillos al ir por el suelo de un árbol a otro.
Thorpe aprovechó ayer para señalar que los orangutanes, al verse forzados a realizar mayores y más frecuentes desplazamiento por el suelo dada la degradación de la selva de Sumatra, se exponen a cada vez más peligros, como el tigre al acecho, "que está ahí, relamiéndose", recordó.
Según las predicciones, la población de orangutanes de Sumatra se extinguirá en la próxima década si continúa la degradación de su hábitat.


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