sábado, 12 de septiembre de 2009

Un joven Tuareg

El título de su libro es "En el desierto no hay atascos"Un Tuareg en la ciudad.- Editorial Sirpus

Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo”.

(Impactante entrevista, que le hace Victor M Amela a Moussa Ag Assarid , un joven tuareg, nomada del desierto del Sahara, estudiante en la Universidad de Montpellier en Francia, sobre la cultura de su etnia, donde ellos tienen el tiempo y nosotros el reloj. Expresa el valor de la soledad, del silencio y de la inmensidad.)

Soy Moussa Ag Assarid: No sé exactamente mi edad , nací en el desierto del Sahara, sin papeles...! En un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali .

He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo

- ¡Qué turbante tan hermoso...!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo...

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.


- ¿Por qué?


- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa "abandonados" , porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.


- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda...

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más te impacto en tu primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...


- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.


- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo , verde...

- Fascinante, desde luego...

- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...

- Qué paz...

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

El dice: Los Tuareg somos las mariposas azules del desierto.








Escuela para niños Tuareg del desierto.-


Moussa preside la asociación ENNOR France para la escolarización de los nómadas, promotora de la Escuela del Desierto, que acoge a unos cincuenta niños tuareg en la orilla del río Níger.


Queríamos ofrecer a nuestra comunidad la oportunidad de salir del aislamiento del desierto. Sabemos que la comunidad tuareg debe reinventarse en una época donde el nomadismo está amenazado. Por esta razón construimos la Escuela del desierto para los niños tuareg. Hemos luchado durante años para realizar este sueño un poco loco. Pero lo hemos logrado, porque un hermoso día de octubre nuestro padre nos llevó a la escuela de Gao, cuando ya teníamos trece años Moussa y once Ibrahim […]

7 comentarios:

  1. CALIDAD Y CONTENIDO. ME HA IMPRESIONADO MUCHO LA ENTREVISTA A ASSARID, SOBRE LA VIDA DE
    LOS TUAREGS. REALMENTE PARA QUE CORREMOS TANTO.
    LOS PENSAMIENTOS DE ANDRADE SOBRE LOS ULTIMOS DULCES DE LA BOLSA SON MUY CIERTOS.
    DEMASIADA LUCHA DE EGOS.
    VOY A TRATAR DE CONSEGUIR LA NOVELA DE GADEA, PARECE INTERESANTE.

    GRACIAS,
    ALI

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  2. culturas tan distintas, que al apreciar cómo viven, nos mueve la perspectiva, apreciando mas los simples valores de la vida y su naturaleza. gracias....

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  3. Ce:
    Me ha parecido super interesante toda la entrevista sobre los TUAREG, si uno se pone a pensar hay mas de estas civilizaciones tan apegadas exclusivamente a la naturaleza de lo que uno imagina, en el Peru no mas en la selva y en la sierra tambien deben de haber muchas que toda su vida gira exclusivamente alrededor de los animales , el atardecer , el amanecer, etc. , probablemente son mas felices que los citadinos
    .
    Besitos
    Lily
    Increíble. Otra manera de ser, otra manera de ver el mundo. Muchos cariños y gracias por el comentario. Ce

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  4. Conocía ya esta entrevista pero la volví a leer porque me ayudó a empezar mi día con más tranquilidad.
    Gente como este escritor hace que el mundo no vaya al ritmo que nos marcan otros o nosotros mismos de manera equivocada.

    Recibe muchos saludos berlineses.

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  5. Hola Ceci…

    Me encantó tu Blog Site reciente, que incluye EL JOVEN TUAREG…
    Extraordinarias frases del Tuareg reportado:

    “Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

    En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

    Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo , verde...
    - Fascinante, desde luego...
    - Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
    - Qué paz...


    Muchas gracias por la estupenda información que compartes…

    Beso,

    Alfredo

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  6. Cecilia hola:
    antes que nada felicitarte, te leo bien seguido y me encanta todo lo que pones en tus blogs, este último sobre los tuareg me ha fascinado, sobretodo luego de que he estado por esas zonas, bueno en realidad Dubai solamente, pero nos fuimos al desierto y es verdad la paz que se siente.
    Maria del Carmen D.

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  7. Me encanta la informacion sobre los TOAREG

    Besos, pasa

    helen

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