La posta

Recuerdo con alegría cuando en los jardines del colegio en la clase de gimnasia ( atletismo) jugábamos a la posta. Este juego es una manera muy buena de enseñar el trabajo en equipo, y si vamos un poco más allá, una manera de entender nuestra vida como una participación pequeña en algo mucho más grande, conformado por muchísimas personas. Hasta ahora siento la emoción de esperar la entrega de la posta, con mis cinco sentidos puestos para que no se me vaya a caer y el cuerpo preparado a correr con toda el alma para dar a mi equipo lo mejor de mi. Acá un pianista ya mayor, Alfred Brendel, uno de los mejores del mundo, autodidacta, ( Mis padres no eran músicos, dice, en la casa no había música. No he sido dotado con una memoria fenomenal y no soy un buen lector a primera vista.) especializado en Beethoven, Mozart y Shubert, tras sesenta años de trayectoria, entrega la posta a músicos jóvenes que seguirán haciendo que la música que el ama, siga colmando de dicha a los aficionados de todo el mundo. Simon Trpcesky, joven pianista de Macedonia continúa haciendo vibrar el piano.

Y Simon Trpcesky es un joven pianista de Macedonia.