domingo, 26 de julio de 2015

Italo Calvino extracto del barón rampante

Para guardar los libros, Cósimo construyó en distintas ocasiones una especie de bibliotecas colgantes, resguardadas lo mejor posible de la lluvia y los roedores, pero las cambiaba continuamente de sitio, según los estudios y lo gustos del momento, porque él consideraba los libros un poco como pájaros, y no quería verlos quietos o enjaulados, de lo contrario decía que entristecían."
Extracto de El barón Rampante de Italo Calvino, uno de los libros más hermosos que recuerdo haber leído.

Cine: Todos estan bien


Ya que no hay nada en el cine para grandes en estas fiestas. Acá cuelgo esta simpática película que se llama Todos están bien con Robert De Niro.
 

La mantis religiosa, de Watanabe, leído por Alejandro Crotto

A manera de celebración patria un homenaje a uno de nuestros mejores poetas: José Watanabe

La mantis religiosa



Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol 
hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 cm. de mis ojos.
Yo estaba tendido sobre las piedras calientes de la orilla del Chanchamayo
y ella seguía allí, inclinada, las manos contritas, 
confiando excesivamente en su imitación de ramita o palito seco.

Quise atraparla, demostrarle que un ojo siempre nos descubre, 
pero se desintegró entre mis dedos como una fina y quebradiza cáscara.

Una enciclopedia casual me explica ahora que yo había destruido
a un macho 
                    vacío.
La enciclopedia refiere sin asombro que la historia fue así:
el macho, en su pequeña piedra, cantando y meneándose, llamando
hembra
y la hembra ya estaba aparecida a su lado,
acaso demasiado presta
                              Y dispuesta.

Duradero es el coito de las mantis.
En el beso
ella desliza una larga lengua tubular hasta el estómago de él
y por la lengua le gotea una saliva cáustica, un ácido,
que va licuándole los órganos 
y el tejido del más distante vericueto interno, mientras le hace gozo,
y mientras le hace gozo la lengua lo absorbe, repasando
la extrema gota de sustancia del pie o del seso, y el macho
se continúa así de la suprema esquizofrenia de la cópula
                                        a la muerte.
Y ya viéndolo cáscara, ella vuela, su lengua otra vez lengüita. 

Las enciclopedias no conjeturan. Ésta tampoco supone qué última palabra
queda fijada para siempre en la boca abierta y muerta del macho.
Nosotros no debemos negar la posibilidad de una palabra
          de agradecimiento.


De: El huso de la palabra

Canción de una amada


 Igor Morski

Canción de una amada

 1. Lo sé, amada: ahora se me cae el pelo por mi vida salvaje,
y me tumbo en las piedras. Me veis beber el aguardiente más
barato, y camino desnudo al viento.

2. Pero hubo un tiempo, amada, en que fui puro.

3. Tuve una mujer que era más fuerte que yo, como la hierba
es más fuerte que el toro: se vuelve a erguir.

4. Ella vio que yo era malo, y me amó.

5. No preguntó a dónde conducía el camino, que era su camino,
y quizás iba hacia abajo. Cuando me dio su cuerpo, dijo:
esto es todo. Y fue mi cuerpo.

6. Ahora ya no está en ningún lado, desapareció como una
nube cuando ha llovido, la abandoné y cayó, pues ése era su camino.

7. Pero de noche, a veces, cuando me veis beber, veo su cara,
pálida en el viento, fuerte y vuelta hacia mí, y me inclino ante
el viento.
Bertolt Brecht

La piel, un poema de Brecht



La  piel
Daniel Kaplan

La piel, de no rozarla con otra piel

Se va agrietando…

Los labios, de no rozarlos con otros labios

Se van secando…

Los ojos, de no mirarse con otros ojos

Se van cerrando…

El cuerpo, de no sentir otro cuerpo cerca

Se va olvidando…

El ala, de no entregarse con toda el alma

Se va mueriendo.

Bertolt Brecht    Poeta, director teatral y dramaturgo alemán.

Siempre Alice Trailer subtitulado en español


La vi pos segunda vez, esta vez en casa en Netflix, que artista fabulosa, qué película. Nos acercamos al alzheimer con Alice un personaje admirable, profesora de la universidad poseedora de una mente privilegiada.
Desearía tener cáncer le dice al esposo, no entender lo que los demás conversan, no poder participar, alejarse cada vez más de la realidad es tremendo.  Todas las relaciones se resquebrajan o potencian. El esposo siente que no puede con semejante carga. La hija menor está dispuesta a acompañarla, a conseguir comunicarse con ella aunque sea con una palabra. Esa palabra es amor.  Se trata también de la eutanasia, cuestiona el vivir sin sentido, ¿vale la pena? ¿Ella lo desearía? Y también el del suicidio. El derecho a decir basta cuando la situación se vuelve imposible.
La ternura que sentimos por Alice es el reflejo de la que sentimos ante la posibilidad de que seamos nosotros los que tengamos, Dios nos libre, esa devastadora enfermedad.

Julianne Moore Alec Baldwin director:

Bolero Ravel played by Jane Rutter Flute clipボレロラヴェル


Dos textos de Rene Char




 No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos. Rene Char, escritor francés.
 

Fidelidad, Rene Char

Por las calles de la ciudad va mi amor. Poco importa hacia dónde en el tiempo dividido.
Ya no es mi amor, todos pueden hablarle. Ella no recuerda ya; ¿quién en verdad la amo?
Busca su igual en el ruego de las miradas. El espacio que recorre es mi fidelidad.
Dibuja la esperanza y suavemente la despide. Es decisiva sin que tenga que ver en ello.
Yo vivo en su profundidad como un despojo feliz. Sin que lo sepa, mi soledad es su tesoro. En el gran meridiano donde se inscribe su vuelo, mi libertad lo excava.
Por las calles de la ciudad va mi amor. Poco importa hacia dónde en el tiempo dividido. Ya no es mi amor, todos pueden hablarle. Ella no recuerda ya: ¿Quién en verdad la amó y la ilumina desde lejos para que no se caiga?
 
 
 
 
 
 
 
 

La grande bellezza. Subtitulada al español- Paolo Sorrentino


Para quienes no la han visto, mi regalo para estas fiestas. Una delicia de película, la vida misma.

Idan Sharabi -"K'zat"


Idan Sharabi & Dancers - "Ours" - 1st prize winner in Copenhagen & Hanov...


Retratos peruanos de Baldomero Pestana en Lima


 Próxima exposición de Baldomero Pestana en el MAC en Barranco.

 
BALDOMERO PESTANA. RETRATOS PERUANOS
5 DE AGOSTO - 27 DE SEPTIEMBRE, 2015
Martín Adan
 

 José María Arguedas

Julio Ramón Ribeyro

Hemos escogido la impresionante foto de Sebastián Salazar Bondy como portada del libro de Baldomero Pestana. Retratos peruanos, publicado por PLibros con el auspicio de la Fundación BBVA Continental. Contiene un prólogo de Mario Vargas Llosa. Como primicia, el libro se encuentra ya en la FIL Lima en el stand de nuestro distribuidor Graph, que lo llevará a librerías de todo el Perú en los próximos días. El libro contiene más de un centenar de fotos de personajes.
ESCRITORES
Martín Adán, Ciro Alegría, José María Arguedas, Enrique López Albújar, Alfredo Bryce Echenique, Julio Ramón Ribeyro, Jorge Eduardo Eielson, Sebastián Salazar Bondy, Javier Sologuren, Blanca Varela, Mario Vargas Llosa, Eleodoro Vargas Vicuña, Carlos Eduardo Zavaleta, Rodolfo Hinostroza, Manuel Scorza, Raúl Deustua, José Durand, Alberto Hidalgo, Sofocleto (Luis Felipe Angell)

ARTISTAS PLÁSTICOS
Fernando de Szyszlo, Milner Cajahuaringa, Gerardo Chávez, Herman Braun-Vega –Pintor, Lajos D’Ebeneth, Carlos Aitor Castillo, Macedonio de la Torre, Alberto Dávila, Enrique Galdos Rivas, Cristina Gálvez, Ricardo Grau, Alberto Guzmán, Rafael Hastings, Leslie Lee, Arturo Kubota, Joaquín Roca Rey, Alberto Quintanilla, Alfredo Ruiz Rosas, Emilio Rodríguez Larraín, Jorge Piqueras, Venancio Shinki, Sabino Springett, Juan Manuel Ugarte Eléspuru, Armando Varela.
PENSAMIENTO, POLÍTICA, ESCENA
Jorge Basadre, Luis Eduardo Valcárcel, Aurelio Miró Quesada, Honorio Delgado, Cota Carvallo, Estuardo Núñez, Juan Mejía Baca, Raúl Porras Barrenechea, José Miguel Oviedo, Yvonne von Möllendorff, Augusto Salazar Bondy, Juan Francisco Valega, Esteban Pavletich, Víctor Raúl Haya de la Torre, Víctor Andrés Belaúnde, José Luis Bustamante y Rivero, Arturo Jiménez Borja, José Jiménez Borja, Raúl de Verneuil, Manuel Mujica Gallo, Héctor Velarde, Ofelia Woloshin.
El acto de presentación del libro será dentro de la programación de la feria Lima Photo, el 14 de agosto. Les iremos informando.
 

domingo, 19 de julio de 2015

Microteatro en Barranco

Fuimos anoche al Microteatro de Barranco. Una preciosa casona en Batallón Ayacucho, detrás de La Estación ofrece una noche diferente con obras de 15 minutos, todas distintas con el tema: "Por delante y por detrás".
Vimos tres: Amnesia, Pulgar y medio, La cosa. Las tres excelentes. Entre obra y obra una copa de vino, algo para picar, felices mirando a tanta gente que va y viene y ocupa los distintos espacios de la casa convertidos en mini escenarios. Empieza a las 8. Una de las microobras está escrita y dirigida por Chiara Roggero.

Oscar Niemeyer. De curvas está hecho el universo.

Había escuchado la frase "De curvas está hecho el universo", y yo lo había relacionado con el abrazo.
Acá un video de la UNED al arquitecto brasileño Oscar Niemayer autor de la frase manifiesta en toda su obra.
 

 

 





La vida es un soplo conociendo Niemeyer, vida y obra

Homenaje a Ceci, entrevista en La República

La República entrevista a Cecilia Raffo. Entrevista Roberto Ochoa B.
 

Cecilia Raffo: El Perú como destino

 SIEMPRE BIENVENIDA. Cecilia Raffo eligió una foto de Martín Chambi para ilustrar la portada de la edición número 50 de la revista "Bienvenida".

Directora de "Bienvenida" celebra la edición número 50 de la primera revista de turismo. Quiere llevar la publicación al lector peruano que vive fuera del país. Dice que en Patterson hay un mercado interesante.

    • Directora de Bienvenida celebra la edición número 50 de la primera revista de turismo.
 
–¿Qué buscabas con la publicación de Bienvenida?
–Recuperar el Perú. A fines de los años 80 los peruanos nos sentíamos paralizados. No podíamos conocer nuestro propio país.
–¿No temes que se agoten los destinos turísticos publicables?
–Parte de la aventura de Bienvenida es descubrir lugares desconocidos. En 1992 los periódicos casi no hablaban de turismo. Ahora, por ejemplo, estamos regresando al valle del Urubamba después de siete años, y tú bien sabes cómo ha cambiado.
Bienvenida nació como revista institucional...
–Nació como revista de ‘a bordo’ de Faucett. Pero fue la primera editada en el Perú, porque antes todas estas revistas se hacían en Miami y solo se cambiaban las portadas.
–¿Fue la pionera del periodismo turístico?
–Mi carrera es el turismo pero entré a trabajar en (el diario) Última Hora, donde sacábamos una revista que tenía un poco de todo. Con Bienvenida somos los pioneros del turismo cultural y de los reportajes a nuevos destinos turísticos.
–También eres una inagotable viajera.
–Eso viene de familia, pero a mí me encantaba la idea de organizar viajes más personalizados.
–¿En nuestro medio es muy difícil mantener este tipo de publicaciones?
–El secreto de Bienvenida fue contar con la colaboración de especialistas y mantener el mismo equipo desde su fundación. El historiador Lucho Millones para las fiestas tradicionales, Toño Cisneros y Balo Sánchez León para todo lo que es gastronomía. Las fotografías de Roberto Fantozzi, Elsa Arana Freire como editora...
–Elsa Arana es la gran ausente en esta celebración...
–Así es, porque también celebramos el aporte fundamental de Elsa a nuestra revista. Cuando salió Bienvenida , Elsa estaba por viajar a España y la convencí para quedarse con nosotros. Le dije ‘quédate tres meses si no te gusta’ y se quedó tres años. Nos dejó una huella tremenda desde el punto de vista ético y periodístico.
–También sirvió para ‘descubrir’ la vena turística de Rafo León.
–Rafo llegó cuando Elsa estaba por instalarse en España. Rafo la reemplazó como editor y con su nuevo estilo enriqueció la revista. Fue así como empezamos a viajar y ahora él es un referente.
–Tú tienes un ‘nicho’ de lectoría bien establecido, ¿han pensado en ampliar el abanico de lectores?
–Me encantaría. Tengo un nicho quizás un poco elitista. Mi tiraje es de ocho mil ejemplares y son cuatro ediciones al año. Ahora queremos llegar al lector peruano que vive fuera del país. En Patterson, por ejemplo, hay un mercado interesante.
–De los nuevos destinos ¿cuál tiene más posibilidades de desarrollar?
–El corredor sur andino se ha beneficiado con el boom turístico de los últimos tres años. El imán de Machu Picchu benefició al Titicaca, Arequipa, Nazca y Paracas.
–Pese a las tomas de carreteras
–El año pasado Arequipa recibió al 40 por ciento de los turistas. Ahora tendrán que enfrentar las consecuencias de los paros y las tomas de carreteras. Pero lo que se viene es el corredor nor-oriental.
–Pero está bien promocionado…
–Es cierto, pero aún sigue desarticulado. Cada región se ha desarrollado como puede. Cajamarca, Kuélap, la ruta Moche, las playas de la costa norte y sus reservas naturales. Y se puede estimular el turismo entre fronteras.
–¿Y si tuvieras que elegir un destino?
–Qué difícil. Se me ocurre el circuito del Titicaca, o la reserva del Pacaya-Samiria, o el Cañón del Colca. ¡Qué difícil!
https://www.facebook.com/bienvenidaperu?ref=profile

Lunahuana, cerca de Lima

A tres horas de Lima está Lunahuana que tiene una muy buena infraestructura turística para ofrecer. Parece que los fines de semana, días de fiesta y vacaciones de los chicos hay bastante afluencia, pero no en día de semana. Estuvimos en un muy lindo hotel de muy buen gusto y comodidades, propiedad de una señora escocesa que se llama Los Palomos, sugerimos que podrían tener unas tarifas más bajas para los días de semana. Un lugar soñado para descansar, leer, con acceso al río,
si no te bañas por lo menos bañas los pies que es muy placentero . Por otro lado vimos unos bungalows junto al río que están por inaugurar de unos japoneses. Entonces cuando pensemos que no hay mucho que hacer cerca a Lima, hay que acordarnos de Lunahuana que tiene mucho que ofrecer, canotaje, paseos en cuatrimotos, los deliciosos camarones y el sol y el campo que siempre nos regalan paz y nos recuerdan lo bueno que es estar en contacto con plantas, animales, cerros, cielo despejado, otra tonalidad de luz.
 




Andenería prehispánica en Nor Yauyos

Andenería de Laraos en Yauyos . Si te lo cuentan no puedes imaginarlo. Si ves las fotos un poco tal vez, pero verlas en vivo es algo que te inspira respeto y admiración por el fabuloso desarrollo de construcción agrícola de nuestros antepasados prehispánicos. Los cerros desde la parte más baja de sus faldas, desde el río hasta la cima, están cubiertos de andenes o terrazas para crear tierras de cultivo. Se necesitaría un lente gran angular para captar esta maravilla que además cuenta con un sistema de riego de alta ingeniería hidráulica que ha causado admiración en expertos de todas partes del mundo. "En los andenes se siembra, se cultiva, se vive," leo y me emociono con estas escaleras al cielo en donde todavía hoy hay actividad agrícola en la que se cultiva especialmente maíz y papa.
Nos hospedamos en Laraos un pueblo que está en las alturas.
Solo la primera foto es mía.



Con dirección a Huarcaya

Si bien Nor Yauyos y especialmente Huancaya nos pareció un destino bellísimo, desde el camino con tan variada geografía hasta Huancaya misma que sobrepasó nuestras expectativas que eran grandes, nos dijeron que esta no es la mejor época para visitar la zona, que el río tiene poca agua, hay una laguna en Laraos que en esta época se usa como cancha de futbol porque está vacía , y otras que con más agua son más lindas aun. Nos dijeron que el verano y semana santa son las mejores... épocas para visitar estos magníficos paisajes. Imagino que la gente de turismo está pensando en como hacer que Nor Yauyos pueda dar acogida a más turistas, me han dicho que los pobladores no quieren ser invadidos, pero algo intermedio si podría ser. Claro que yo pensé en avionetas, en hoteles o albergues sencillos pero confortables, en pequeños ómnibus angostos... Pero eso se lo dejamos a los expertos. Acá unas fotos que he tomado de distintas páginas de internet que promueven la zona. Así de precioso.





Ismael Trailer cine español

A veces la casualidad y el cable nos regalan una película entretenida, con buenos actores, que plantea un tema que te importa.
Al leer la crítica a esta película española que vi anoche y ver como se la acusa de insistir en apelar a las emociones, pensé que tal vez somos menos exigentes con las películas que vemos en nuestra casa, sin buscarla, solo hallándola.
A mi no me molestó que apelara a mis emociones, la pasé muy bien viéndola y la recomiendo con gusto. La vi en HBO.
 
Un niño negro de 10 años, toma un tren con dirección a Barcelona. Nadie le acompaña, se ha escapado para ver a su padre al que no conoce. Para encontrarle tan solo cuenta con una carta de su madre Alika la cual tiene en el remite una dirección de la capital catalana. Siguiendo esa única información se planta en la puerta de la casa, pero no encuentra a quien esperaba. Le abre la puerta una mujer de 50 años que resulta ser su abuela. Juntos van en busca de su padre que hace tiempo se mudo a un pueblo de Girona. Paralelamente, la madre de Ismael y su marido Eduardo  viajan también hacia a la pequeña población con el fin de recuperar a su hijo. La inocente escapada de Ismael por conocer a su padre biológico supondrá un viaje al pasado, el regreso a unas circunstancias que marcaron la vida de los protagonistas, brindando la oportunidad de cerrar algunos asuntos pendientes desde hace muchos años.(http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-209544/)

Santoral por Manuel Vicent

Santoral por Manuel Vicent








Hasta hace poco existía el santoral de frutas y verduras. El calendario del año, más allá de la meteorología, lo marcaban las cosechas y estas iban unidas a una virgen, a un santo, a cualquier festividad religiosa. De niño, cuando en el mes de mayo llevaba flores a María, sabía que al volver a casa habría fresas y cerezas en la mesa. El mes de junio estaba dedicado al Corazón de Jesús; en las estampas veía aquella víscera sagrada de color dorado llameando y esa imagen me llevaba a pensar en los nísperos y albaricoques, que tenían una forma parecida. Las brevas llegaban inexorablemente por San Juan, las ciruelas amarillas y los melocotones rosados por San Pedro, los melones y sandías por Santiago Apóstol, los higos napolitanos por san Roque Peregrino a mitad de agosto, la uva moscatel con las vírgenes de septiembre, las peras limoneras en octubre con La Milagrosa y las naranjas mandarinas por Todos los Santos. La Candelaria traía las primeras habas y alcachofas, los espárragos silvestres germinaban en los barrancos anunciando la resurrección de Cristo el domingo de Pascua, los tomates y pimientos eran inseparables de la canícula, como los nabos se daban en Adviento y las castañas abrían la Navidad. El tiempo podía traer lluvias salvajes y duras sequías, nieves y sirocos infernales, pero todo iba bien para el espíritu si el calendario obedecía imperturbable al santoral de frutas y verduras que marcaba los meses y los días. Hoy se asiste a la locura de las semillas trasgénicas, un fenómeno que también comparten la política, la economía, la religión, el arte, incluso el cuerpo humano. La aldea global no solo atañe a los mercados financieros; también se manifiesta en los puestos de frutas y verduras, donde puedes comprar toda clase de productos en cualquier día del año sin saber quien los ha manipulado. Me pregunto si hay que tener previamente un alma transgénica, cultivada bajo plásticos en un invernadero, para tragar con todo lo que te echan, lo mismo en frutas que en ideas, fuera de tiempo. Si ya no hay un valor seguro al que agarrarse ni un maestro al que seguir, tampoco es tan raro que campe por los mercados la bacteria E.coli con tantas frutas y hortalizas sin un santo al que acogerse, sin una virgen que las pruebe primero. Del diario El País

 


Lluís Llach - Núvol blanc



Músico y cantautor español de lengua catalana, que perteneció al grupo de Els Setze Jutges y que puede considerarse como uno de los abanderados de laNova Cançó catalana. Wikipedia.
La letra en español:
Sencillamente se va la vida, y llega,
como un huso que el viento deshila, y acaba.
Somos actores a veces,
espectadores a veces.
Sencillamente, como si nada, la vida nos da y nos quita el papel.

Serenamente, cuando viene la ola, acaba,
y quizá en el dejarse vencer, comienza.
La playa enamoradano sabe de la larga espera
y abre los brazos, no fuera que la ola quisiera quedarse hoy.

Y sólo así, dejo que tú me dejes,
nada más así te dejo que ahora me dejes.
Tengo para ti un nido en mi árbol
y una nube blanca, colgada de alguna rama.
Muy blanca...

A menudo, cuando declina el sol, lo miras.
El sabe, perezoso, que si mengua, lo quieres.
Llegamos tarde a veces,
sin saber que, a veces,
el frágil arte de un gesto sencillo, podría
decirte que…

Y sólo así dejo que tú me dejes.
Y sólo así te dejo que ahora me dejes.
Tengo para ti un nido en mi árbol
y una nube blanca, colgada de alguna rama.
Muy blanca...

Directo al corazón Trailer


Inspirada en una historia real, Al Pacino interpreta al envejecido rockero de los 70 Danny Collins, que a pesar de su edad no puede renunciar a su vida llena de excesos. Pero cuando su manager (Christopher Plummer) le descubre una carta sin entregar que le escribió John Lennon 40 años atrás, decide cambiar de rumbo y embarcarse en un inspirador viaje para redescubrir a su familia, encontrar el amor verdadero y comenzar un segundo acto.
Con Al Pacino. Me gustó mucho. La vi en YouTube.

Amalia Bautista poeta joven española




Ignoro todavía cómo se hace un buen poema, pero reconozco tantos buenos poemas a lo largo de la historia que sé, al menos, cuáles no lo son. Además, no siempre un buen poema es un gran poema y, admitiendo que el lector lo completa y le da la totalidad de su sentido o alguno de sus muchos sentidos parciales, debo decir que mi gusto, mis preferencias o mi sensibilidad han cambiado con el tiempo y las circunstancias. Sin embargo, el desorden de las categorías nunca es absoluto y arbitrario: los buenos poemas siempre me parecerán buenos poemas, pero algunos pasan al apartado de grandes poemas por condicionantes personales. La creación poética siempre ha sido para mí un misterio. Sé que la factura de los poemas tiene algo de artesanía y bastante de oficio y dedicación. Pero esas cosas entran en juego cuando ya se está fabricando el producto. La elección de un adjetivo, un tiempo verbal o un metro no explica las cuestiones fundamentales que nos han llevado hasta ese punto en el que ya nos podemos dedicar a elegir: de dónde viene, por qué, desde cuándo nos acompaña, nos consuela o nos atormenta ese poema al que, por fin, le estamos dando una salida, quizá malograda.

La poesía me lo ha dado todo, sobre todo teniendo en cuenta lo poco que yo le he dado a cambio. No sólo me ha dado una forma de ver, pensar y sentir la realidad, creo que distinta y más plena que si la mirara con otros ojos, me ha dado también una concepción del mundo, siempre abierta y asombrada, que se ha construido con lugares y personas que no habría conocido de otro modo y que han ido conformando mis nostalgias, mis afectos, mis necesidades y mi vida. Hasta el amor me ha dado, que el desamor nunca es culpa más que nuestra.

 Muy buena conferencia de Amalia sobre la poética.


http://www.march.es/conferencias/anteriores/voz.aspx?p1=22565&l=1

domingo, 12 de julio de 2015

Juan Crisóstomo de Arriaga - 1º mov. «Allegro con brio» del "Cuarteto de cuerdas

 
Compositor español que murió a los 19 años.
Su nombre completo era Juan Crisóstomo Jacobo Antonio de Arriaga y Balzola y nació en Bilbao, en la casa familiar del n.° 51 de la calle Somera (actual n.° 12). Fue bautizado ese mismo día en la parroquia de los Santos Juanes. Era el octavo hijo, aunque tres habían muerto ya cuando él nació. Allí, su padre, Juan Simón de Arriaga, organista en Berriatúa, le enseñó los fundamentos de la música. Su talento le lleva a convertirse en alumno de Faustino Sanz, renombrado violinista. A los 11 años ya compone y representa obras en las sociedades musicales de Bilbao.
A los 15 años su padre decide que continúe su formación en el Conservatorio de París, donde estudia violín con Pierre Baillot, armonía con François-Joseph Fétis y contrapunto con Luigi Cherubini. En dicho conservatorio fue nombrado profesor auxiliar de Fetís en 1824. Murió en París con 19 años, a consecuencia de una enfermedad pulmonar. Wikipedia.
 
Para escuchar más música suya: http://www.filomusica.com/filo22/jenri.html

Viaje a Nor Yauyos



 

 

Para celebrarme por mi santo, Mario me invitó a Lunahuana y Nor Yauyos. Espero tener una pequeña crónica para el próximo domingo. Como adelanto, algunas fotos.

La niña y los pájaros gigantes con sombrerito

En Facebook me gusta poner a veces una imagen para empezar un cuento, puede salir un cuento colectivo o varios cuentos.  En esta oportunidad la que hizo el cuento fui yo y ahora lo comparto con ustedes.                 

La niña y los pájaros gigantes con sombrerito
 

 
 

                    Todas las mañana la niña se despertaba con dolor de cabeza. Le dolía como si se le hubiese incrustado una bola de acero, le latía la sien y sentía una máscara aprisionándole la cara.
Demás esta contarles que tomó varias pastillas de las que tenía en casa, pero que ninguna le hizo el menor efecto. Entonces fue a un doctor, y a otro y a otro. Todos le pedían que sacara la lengua, le miraban los ojos, la hacían pestañear, se acercaba el médico pegando su ojo sobre el de la niña usando un aparato curioso, le tocaban la cabeza por partes, por delante y por detrás, por arriba y por abajo. Y luego se quedaban meditando un rato y escribían en su recetario el nombre de algún nuevo medicamento que debía tomar. Algunos fueron difíciles de conseguir y la niña tuvo que caminar muchas cuadras, tomar un ómnibus y hasta un avión para llegar al sitio en el que los vendían. Hizo gárgaras, inhalaciones, tomó jarabes y también se puso unas dolorosas inyecciones. Pero nada, nada de nada, el dolor de cabeza no cedía y ella estaba cada día más triste y compungida.
También decidió ponerle nombre al dolor, le puso Antonino. Y le habló como si se tratase de un amigo pidiéndole que se retirase, que la dejase en paz. Luego subió la voz y casi a gritos le dijo que estaba harta, harta, harta, me entiendes, que quería ser una niña como cualquiera, quería sonreír, estudiar y jugar. El dolor se hizo el indiferente, levantó los hombros y no le hizo ningún caso.
Entonces la niña se sentó en el fondo de su jardín y se puso a jugar con unas piedritas aguantándose el llanto porque a ella le molestaba llorar. Apareció un pájaro negro y se puso a buscar gusanitos justo junto a las piedras que la niña escogía.

       ¿Sabes pajarito? Dijo la niña- Tengo mucho dolor de cabeza y no me puedo curar.
               ¿Acaso sabes que los pájaros tenemos dolores de cabeza? Respondió el pajarito. Pensé que era un secreto nuestro.
               No, no lo sabía, dijo la niña.

               ¿Te duele mucho? ¿Cómo si se te hubiese incrustado una bola de acero en tu cabeza? ¿Te late la sien y sientes como si tuvieses una máscara en la cara aprisionándotela?
               ¡Si, si! Dijo la niña. Lo has adivinado. ¿Acaso lees la mente de las personas?
               No, lo que pasa es que a nosotros los pájaros nos duele así, idéntico que a ti. ¿Ahora te duele la cabeza?

               No, porque estoy usando el sombrero mágico.

 

Fue cuando la niña se dio cuenta de que el pajarito tenía sobre su cabeza un sombrero pequeñito.
¿Puedes conseguir uno para mí?
               No. Tienes que buscarlo tú misma. Tienes que ir al bosque en donde los pájaros gigantes y pedirle al más listo de ellos que
te de uno. Con eso se te quitará el dolor.
               ¿Seguro?
               Seguro.
               ¿Y por donde queda ese bosque?
               Por ahí. Dijo el pajarito señalando hacia adelante. Que tengas suerte. Y para despedirla se puso a cantar una dulce melodía que acompañó a la niña durante gran parte de su recorrido.
El camino era largo, largo, largo y parecía no tener fin, pero la niña no se cansaba caminando, ni se hacía tarde, ni se hacía noche, de rato en rato se le acercaban mariposas, hormigas, algunos insectos, un grupo de abejas estuvo junto a ella mientras ella caminaba y caminaba. Hasta que al fin se cansó.

Abrió los ojos y vio que un mono la estaba mirando. Se rascaba la cabeza, como se la rascan los monos y la miraba como quien mira a alguien desconocido, extraño, nunca visto.
               ¿Qué clase de animal eres? Preguntó el mono.
               No soy un animal, soy una niña.
Respondió.
               ¿Y qué haces por acá tan lejos de los otros niños?
               Es que un pajarito me dijo que aquí encontraría el bosque de los pájaros gigantes con sombreros pequeñitos.
               Ah, sí, queda acá a la vuelta. Puedes ir, pero ten cuidado con el tigre rojo. Es malo y no creo que le gusten las niñas.
               ¿Tigre rojo? ¿También es gigante?
               Si, es enorme y tiene unas garras y unos colmillos que asustan a cualquiera.  Lo que nadie sabe es que ese tigre sale disparado si escucha silbar. ¿Sabes silbar?

               No, dijo la niña.
               Y entonces el mono con gran paciencia le fue enseñando a la niña a silbar, le mostraba como debía poner la boca cerrándola redondita pero no del todo para que por ahí saliese el soplido y pudiese sonar.

        No es asunto fácil aprender a silbar pero la niña era empeñosa y trató y trató hasta que salió el primer sonido, y luego otro y otro hasta que silbó como si hubiera sabido silbar desde hacía tiempo, desde el día en el que nació.
               No debes tener miedo al tigre rojo. Si te lo encuentras solo silbas y él se irá.
               La niña le regaló un pequeño espejo que tenía en su bolsillo y el mono al verse en el espejo sonrió y se despidió agradecido de la niña. La niña también estaba agradecida.
               Caminó hasta la esquina y entró al bosque de grandes árboles pero no había ni un solo pájaro ni grande ni pequeño ni gigante. Estaba vacío de animales el bosque. Hasta que de pronto sintió un gran viento sobre su cabeza y el cielo se oscureció. Eran los pájaros gigantes que llegaban quien sabe de dónde, de dar un paseo, un vuelo rasante sobre alguna ciudad o cerca al mar.
               Todos rodearon a la niña y hablaron sin parar. La niña no entendía ni una palabra.
               ¿Qué dirán, que dirán? Se decía.
               En una de esas todos los pájaros voltearon la cabeza y se pusieron a temblar.
               Es el tigre rojo, dijeron, no nos deja en paz y se echaron a volar.
               Llegó el tigre, la niña silbó y silbó hasta que el tigre se trepó a un árbol temeroso del silbido y de la niña y desde ahí le dijo:
               ¿A ti también te duele la cabeza?
               Si, dijo la niña, pero la verdad es que con tanta aventura, no había vuelto a pensar en su dolor.
               ¿Te duele a ti?
               Creo que soy el tigre rojo que tiene más dolor de cabeza que todos los tigres rojos juntos.                Y esos pájaros que se van apenas yo vengo. Me han dicho que ellos podrán ayudarme a curar mi dolor.

       Ellos te tienen miedo.
               ¿A mi? Si soy el tigre rojo más manso del mundo. Los tigres rojos somos mansísimos, más mansos que una paloma o que un perrito cachorro recién nacido.
               Yo también te tenía miedo, por eso silbé.

               Si, los silbidos me asustan. Pero ahora que ya somos amigos, podré bajar. Trata de no ponerte a silbar por favor.
               Bajaron al fin los pájaros negros gigantes cada uno con su sombrerito. Y quien sabe porqué al ver a la niña junto al tigre rojo ya no tuvieron miedo y se pusieron todos a conversar.
               Apenas se enteraron que la niña venía desde tan lejos a buscarlos y que el tigre era más manso y bueno que una paloma llamaron al más listo de los pájaros negros gigantes para que les diera un sombrerito a cada uno y ser los entregase en una ceremonia especial para que nunca más les volviese a doler la cabeza.

       El tigre rojo y la niña, el con sombrero azul y ella con sombrero verde se tomaron del brazo y dejaron el bosque cantando una hermosa canción de despedida. Hubiesen visto a los pájaros negros gigantes haciéndoles adiós con las alas.
               Demás está decirles que luego de vivir tan preciosa aventura la niña nunca más volvió a tener ni siquiera un dolor de cabeza muy chiquito.



La imagen pertenece al  ilustrador  Juan Carlos Palomino Macías