viernes, 28 de noviembre de 2008

Una famosa escultora francesa : Louise Josephine Bourgeois






Maman

La amiga (la araña, ¿por qué la araña?), porque mi mejor amiga fue mi madre, que era cuidadosa, lista, paciente, dulce, razonable, primorosa, sutil, indispensable, pulcra y útil como una araña. También sabía defenderme a mi y a sí misma. Nunca me cansaré de representarla.

Fotografía suya hecha por Annie Leibovitz  Su cara atravesada por un millón de arrugas quizás sea su mejor escultura.

En la historia del arte no han sido pocas las mujeres artistas que decidieron mantenerse relegadas a un segundo plano frente a un universo - el del mercado artístico y las grandes exposiciones y museos - cuyas reglas no acababan por aceptar o comprender. Un ejemplo llamativo ha sido el de la escultora Louise Bourgeois, que hasta una edad avanzada se mostró reacia a exponer públicamente sus obras.

"He sentido siempre un complejo de culpa a la hora de promocionar mi obra, tanto es así que cada vez que he estado a punto de abrir una exposición, me daba algún tipo de ataque. De modo que en un momento decidí que lo mejor era no intentarlo más. Tenía la sensación de que la escena artística pertenecía a los hombres y de que yo estaba, en cierto sentido, invadiendo su terreno. Por eso, hacía el trabajo y luego lo escondía. Aunque nunca destruí ninguna, he guardado cada pieza. Hoy en día, no obstante, estoy haciendo un esfuerzo por cambiar”. [1]

Louise Josephine Bourgeois nació en París el 24 de diciembre de 1911. Se radicó en Nueva York en 1938, luego de su casamiento con el historiador de arte estadounidense Robert Goldwater. Comenzó a exponer a los 34 años de edad, y recién tres décadas más tarde su obra artística fue reconocida como una de las más importantes y revaloradas del siglo XX. Su consagración mundial tuvo lugar en ocasión de una muestra retrospectiva organizada en su honor por el MoMA [Museo de Arte Moderno de Nueva York] cuando Bourgeois contaba con setenta y un años de edad; siendo la primera artista mujer a quien el MoMA dedicaba una exposición antológica


"La destrucción del padre"


El objetivo de la obra - según sus propias afirmaciones - era "exorcizar el miedo”.

La destrucción del padre (1974), inspirada por la conflictiva relación con su progenitor, Louis Bourgeois, un hombre de apabullante omnipotencia, que engañaba a su mujer con la institutriz de sus hijos y que denigraba reiteradamente, con alevosía, a Louise por su condición de mujer (él había deseado un varón y ella siempre sintió que tenía que hacerse perdonar por ser una chica). La pieza es básicamente una mesa precidida por el padre, el resto de la familia aterrorizada. La madre y los hijos ¿Qué pueden hacer? Permanecer en silencio. La madre trata de agradar  al tirano, su esposo.  Los niños se muestran exasperados. Entonces capturan al padre lo tiran sobre la mesa y lo desmiembran.

 “Después de que se expuso al público, me sentí una persona distinta. (...) 

“Después de que se expuso, me sentí una persona distinta. La razón que me llevó a hacer esta obra fue la catarsis o purificación. De niña, me daba mucho miedo cuando en la mesa del comedor mi padre no dejaba de alardear, se jactaba una y otra vez de sus logros. Y cuanto más grande pretendía volver su figura, más insignificantes nos sentíamos sus hijos. Mi fantasía era: lo agarrábamos con mis hermanos, lo poníamos sobre la mesa, lo troceábamos y lo devorábamos... En la escultura hay una cama y una mesa. Ambos muebles forman parte de nuestra vida erótica. En su esencia, ambos son el mismo objeto.”


Louise Bourgeois, una resentida (en el sentido de tener sentimientos de pesar o de enojo por algo) que ha sublimado sus traumas de infancia en el arte, hasta haber llegado a sentirse una especie de asesina en su taller. Reconoce que no practica un feminismo militante, sólo simpatizante, que se expresa en el profundo interés por todo lo que hacen las mujeres, “pero sin dejar de ser una solitaria empedernida”.

Añado un artículo del diario El país para quienes tengan mayor interés en la artista: 


Matar al padre con arte

Una gran retrospectiva dedicada a la obra de Louise Bourgeois se inaugura hoy en Londres

Sucedió durante una agónica cena en la casa familiar de las afueras de París. El padre empezó con su habitual alarde de pedantería. Se mostró especialmente arrogante. La pequeña Louise cogió un pedazo de miga de pan y, ayudándose con saliva, moldeó la figura de su padre. A continuación, le amputó los miembros uno a uno con un cuchillo y se los comió. Para Louise Bourgeois, aquello fue su "primera solución escultórica".

"Mi trabajo es un exorcismo. Me libera de la ansiedad que los recuerdos me producen"

En esa mesa de comedor nació la vocación de una de las artistas vivas más importantes. Y aquella freudiana fantasía infantil de matar al padre resulta determinante para comprender su obra. "Mi trabajo es un exorcismo", explica, a sus 95 años, por correo electrónico. "A través del arte, soy capaz de liberarme de la ansiedad que los recuerdos me producen".

La artista volvería a aquella mesa de comedor, 50 años después, para realizar una de sus obras más emblemáticas, titulada La destrucción del padre (1974). Bourgeois vivía entonces en Nueva York. Compró en el mercado piernas de cordero y otros trozos de animales. Hizo réplicas de látex y las colocó sobre una mesa llena de bultos redondos y rosados. La mesa preside la claustrofóbica gruta que el espectador ve como un escenario de teatro. Ahí están, en la imaginación de la artista, ella misma, sus dos hermanos y su madre desmembrando y devorando a su padre.

La destrucción del padre ocupa el centro del recorrido por la obra de Bourgeois que propone la gran retrospectiva que se abre hoy en la Tate Modern de Londres. La muestra, coproducida con el Centro Pompidou, viajará después al museo parisiense y a Estados Unidos.

Louise Bourgeois nació el día de Navidad de 1911 en París, y a los siete años se trasladó con su familia a una casa a las afueras de la capital, donde sus padres montaron un taller de restauración de tapices. Su trauma infantil entró por la puerta de casa en 1922. Se llamaba Sadie Gordon, una institutriz británica que el padre contrató para que enseñara inglés a los niños.

Al principio, Louise sentía un gran afecto por su institutriz. En 1923, cuando Sadie se había ido de viaje, Louise le escribió: "Mi querida Sadie: el otro día, cuando papá leía tu carta, dijo que siempre eras muy dulce. Y yo lo pienso también". Hablaban de distintos tipos de dulzura: pronto Louise se dio cuenta de que Sadie era la amante de su padre, que vivía integrada en su familia y que dormía con él. Esa doble traición y su incomprensión hacia la actitud resignada de la madre marcaron a la artista.

La exposición muestra primero los cuadros que realizó al llegar a Nueva York, los llamados Femme-maison (mujer-casa). Figuras de mujer con la mitad inferior del cuerpo expuesto y la otra mitad atrapada en una casa. La casa como el lugar esencial de la mujer y, a la vez, su cárcel. Están las instalaciones que realizó a partir de 1980, las llamadas Cells, palabra que en inglés tiene el doble significado de célula y celda. El origen de la vida y su negación. Una de ellas muestra una reproducción en mármol de la casa familiar, encerrada en una enorme jaula metálica, con una amenazante guillotina encima. También están las arañas o mamás que realizó en los noventa. La araña-madre teje y repara, protege y da cobijo bajo sus patas. Pero, a la vez, su tamaño exagerado y su aspecto siniestro la convierten en una amenaza. Su poder simbólico crece si se recuerda la infancia de Bourgeois, con su madre tejiendo tapices en el taller familiar.

Inquietantes amebas amorfas, explícitos falos de mármol y de látex, figuras totémicas de madera. La exposición recorre, a través de más de 200 obras, los 70 años de producción de una artista inclasificable. Hoy, con 95 años, Bourgeois sigue creando, con ayuda de sus asistentes. "Siento que todavía tengo muchas cosas que decir, y sé que me queda mucho que aprender", explica. "Trabajo cada día excepto los domingos, cuando recibo en casa a artistas para que muestren su trabajo". Hacia el final de la exposición, en un cuadro realizado este mismo año y titulado De donde viene mi vocación, la artista reflexiona acerca de su fecundidad creadora. Sobre una cartulina, con letra de niña, escribe: "No es tanto de dónde viene mi vocación, sino más bien cómo se las arregla para sobrevivir".

 

domingo, 23 de noviembre de 2008

La perseverancia y la transformación: una violinista



Estos días estoy pensando en las mejores cualidades del hombre. Siempre he pensado que la mejor de todas es la curiosidad que te lleva al descubrimiento, sin embargo tambien pienso que la perseverancia es otra fabulosa cualidad que te lleva a la transformación, que añadiendo cada día una gota de agua podemos en algun momento tener una fuente que mana y corre. Leila es un buen ejemplo, la práctica la lleva a la perfección.

Leila Josefowicz comenzó a estudiar violín a los tres años y sólo 14 después pudo saborear el éxito en el Carneggie Hall neoyorquino. Nació el 20 de octubre de 1977 en Ontario, Canada. Posee un Guarneri de 1739. (Los guarnerius es el nombre dado a los instrumentos de cuerda fabricados por la familia Guarneri de Cremona, Italia. Su miembro más famoso fue Giuseppe Guarneri (1698 - 1744, también conocido como Giuseppe del Gesù) quien fabricó el violín usado por Paganini que se conserva en el Museo de Génova.
Los guarnerius son aún más raros que los stradivarius.)
Leila ha actuado con las principales orquestas del mundo, siendo dirigida por artistas como Seiji Ozawa, Valery Gergiev, Charles Dutoit y Wolfgang Sawallisch entre otros. En los últimos años ha debutado en el festival de Ravinia, en el Lincoln Center, realizado giras por Asia y Sudamérica, aparecido en Viena, Berlín, Zurich y Londres, en el Concertgebouw de Ámsterdam y en el Wigmore Hall de Londres.


Leila Josefowich a los 12 años.



Ya es una señorita:


Una artista consumada y sofisticada:

sábado, 22 de noviembre de 2008

Voces y piano

Voces de Marisa Monte y Carlinhos Brown, con Bebo Valdes al piano.



Martha Argerich ( Argentina) toca El  Concerto No. 1de Liszt 
para piano in E flat mov2 - Quasi adagio

 Enrico Pace toca Liszt's Totentanz  de Liszt  en la competencia de  Netherlands in 1989

Recordando a Neruda

Una imagen poético-musical de Pablo Neruda, en este video realizado por Leonor Pacheco Medina (Cuca Pacheco) para la Fundación Verso a Verso en el marco de las celebraciones del centenario del nacimiento del poeta en el 2004 que tuvieron lugar en Chile y el mundo entero.
Este video ha sido realizado con fines educativos y de difusión de la poesía, usando las excelentes fotografias de la fotógrafa argentina Sara Facio (Ed. La Azotea, 1996), los poemas musicalizados por Paco Ibañez, Gian Franco Pagliaro, Maná, Victor Jara, Alberto Cortez y las voces del propio Pablo, de Joaquin Sabina, Alejandro Sanz, Hugo Cuevas-Mohr y Lorena Mazuera.
Ha sido dividido en tres partes para acomodarlo a este formato. Esta es la Primera de tres partes.
versoaverso.com




Y para los que tenemos curiosidad por conocer La Isla negra:

lunes, 17 de noviembre de 2008

Cine del bueno, el corno y un músico que ama el canto de los pájaros


Cine del bueno: Cordero de Dios, pureza y pecado




La película  dirigida por Lucía Cedrón ( Opera  prima) trata hechos ocurridos en Argentina en 1978 en plena dictadura militar, contrastados con el presente en donde sucede un rapto y se intenta realizar el rescate. Lo que sucedió en el pasado se verá reflejado en el presente en los sentimientos de los personajes  que reviven sufrimientos y angustias que no pueden olvidarse.
El raptado es un veterinario de 77 años y su nieta Guillermina negociará con los secuestradores. Su madre, Teresa, vive en Francia desde el exilio de la decáda del 70 a raíz de la muerte de su marido en extrañas circunstancias.
 Guillermina y Teresa llevarán adelante las negociaciones para la liberación del abuelo  Arturo. A raíz de ello, ambas reviven dolorosos hechos del pasado cuando Teresa fue secuestrada por fuerzas para-policiales y Arturo quedó entonces a cargo de su nieta. Poco a poco, Guillermina, ahora adulta, va a ir descubriendo la intervención de su abuelo en 1978 en la liberación de su madre.
Película que nos mantiene interesados con muy buenas actuaciones, ternura, linda música, y la vida expuesta con sus complicaciones, alegrías y tristezas. El hombre en situación límite, las acciones que somos obligados a realizar, la culpa y el perdón. Los lazos familiares de los sobrevivientes de una época de enfrentamientos y  represión. 



Nos despierta cada mañana el canto de los pájaros anunciando la música que llegará a nosotros durante el día.
Hoy he querido resaltar el sonido del Corno y presentar a un muy original músico francés amante del canto de los pájaros. Espero lo disfruten.


La maravilla del corno


Músico, organista,  compositor y Ornitólogo francés

Oliver Messiaen, ( Nació en Avignon)  estaba fascinado por el «canto de los pájaros»; decía que los pájaros eran los mejores músicos y se consideraba a sí mismo tanto ornitólogo como compositor. Transcribía el canto de los pájaros en sus viajes por todo el mundo, e incorporó las transcripciones de estos cantos en gran parte de su música.  En su obra es importante su intento de expresar profundas ideas religiosas. 

En cuanto a la melodía en Oliver Messiaen, sus mayores fuentes de inspiración son el canto de los pájaros y el canto llano utilizados en prácticamente todas sus obras, unos por su refinamiento, exotismo y    otros por su espiritualidad y sobriedad.
Con las montañas de Dauphine y la región de L’Aube,  Messiaen descubre su amor por la naturaleza, por lo salvaje y lo inexplorado. Y, en efecto, la naturaleza va a ser un elemento muy importante en su obra. Messiaen escucha no sólo los pájaros sino las olas, las cascadas, los torrentes y el viento con el mismo interés con el que escucharía una composición, no habiendo para él diferencia alguna entre ruido y música.



Opera a San Francisco de Asis, una de sus obras más famosas

sábado, 15 de noviembre de 2008

Desde el planeta rojo de Ray Bradbury



La semana pasada disfruté mucho con la lectura de "Crónicas marcianas" del escritor norteamericano Ray bradbury. Llevar a los terrícolas a Marte y establecer ahí una colonia  le sirve de excusa para examinar al hombre, sus malas costumbres, sus errores, para advertirnos del peligro que vivimos sin no nos decidimos a realizar algunos cambios de dirección y de miras para nuestra vida y nuestro destino. Recomiendo de corazón la lectura de estas crónicas. 


Extractos de una entrevista a Ray Bradbury probablemente uno de los dos mejores escritores de ciencia ficción, el otro es Asimov.  Son famosas sus “Crónicas marcianas”, “El hombre ilustrado”, “Fahrenheit 451”.

 

¿Para qué hemos nacido?

Para mirar todo el universo, para celebrarlo. Es sencillamente pura energía deslumbrándonos desde el increíble cosmos. Tenemos que salir a examinarlo y colonizarlo.

 

¿Qué es la vida para usted?

La vida es un don y así debemos disfrutarla. Esta es una oportunidad gloriosa. Sólo estaremos aquí una  vez.

 

¿Qué cree que estamos haciendo aquí?

Yo concluí que el universo y billones de estrellas y la Tierra están acá para que los veamos, para que seamos testigos, para conocer todo lo que se ha logrado. 
Me gusta alentar a la gente a comportarse al máximo de sus posibilidades genéticas. Yo lo he hecho. No me quedé con los brazos cruzados sin hacer anda. De modo que al final del año, después de 365 días de creación, surge una sensación de optimismo, pero no es optimismo. Uno debe inventarse a sí mismo todos los días y no sentarse a ver cómo el mundo pasa allí delante, sin que uno participe.

 

Usted dedica tiempo a alentar a jóvenes escritores. ¿Qué consejo les da?

Lo que funda toda escritura es el amor, es hacer lo que amamos y amar lo que hacemos. Yo les repito: Rodéense de personas que los quieran y si no los quieren, échenlos.

 

¿Sigue siendo igual de optimista?

¿Por qué no?  Si uno hace lo que ama es feliz.  En la vida todo es amor, Si uno ama está vivo, si crea amor, las cosas buenas forzosamente llegan.

 

La clave que propone Bradbury es simple: Vivir de modo que dejemos una huella personal, reconocible al menos para los seres queridos que nos sobrevivan. Y que cada generación legue a la siguiente el saber acumulado por las anteriores acrecentado pro sus propios hallazgos, con la esperanza de poco a poco ser algo menos estúpidos, algo menos feroces, algo menos vanos.

Y dice:

“Yo creo que al universo le falta un elemento que es el público. Nosotros hemos sido creados para admirarlo, para agradecerle; yo he sentido devoción hacia él toda la vida  e intento devolverle el milagro que me ha dado. “

 

 

Algunas frases suyas:

 

“Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos”.

“Hay sólo dos cosas con las que uno se puede acostar, una persona y un libro.”

“Sin bibliotecas ¿Qué nos quedaría? No tendríamos ni pasado ni futuro.”

“Somos una imposibilidad en un universo imposible.”

“Tienes que saber cómo aceptar el rechazo y cómo rechazar la aceptación.”

 

De Crónicas marcianas: 


Dice Borges en el prólogo : Anuncia con tristeza y con desengaño la futura expanción del linaje humano sobre el planeta rojo, con ruinas de ciudades ajedrezadas y ocasos amarillos y antiguos barcos para andar por la arena.

¿Qué ha hecho este hombre de illinois me pregunto, al cerra las páginas de su libro, para que episodios de la conquista de otro planeta me pueblen de terror y soledad?

¿Cómo pueden tocarme estas fantasías, y de una manera tan íntima? En este libro de apariencia fantasmagórica, Bradbury ha puesto sus lagrgos domingos vacíos, su tedio americano, su soledad. 

El ser humano se ha alejado demasiado de la naturaleza 

-Sabían cómo vivir con la naturaleza, y cómo entenderla. No trataron de ser sólo hombres y no animales. Cuando apareció, Darwin cometimos ese error. Lo recibimos con los brazos abiertos y también a Huxley y a Freud, deshaciéndonos en sonrisas. Después descubrimos que no era posible conciliar las teorías de Darwin con nuestras religiones, o por lo menos así pensamos. Fuimos unos estúpidos. Quisimos derribar a Darwin, Huxley y a Freud. pero eran inconmovibles. Y entonces, como unos idiotas, intentamos destruir la religión.

»Lo conseguimos bastante bien. Perdimos nuestra fe y empezamos a preguntarnos para qué vivíamos. Si el arte no era más que la derivación de un deseo frustrado, si la religión no era más que un engaño, ¿para qué la vida? La fe había explicado siempre todas las cosas. Luego todo se fue por el vertedero, junto con Freud y Darwin.

Fuimos y somos todavía un pueblo extraviado.

-¿Y estos marcianos encontraron el camino? -preguntó el capitán.

-Sí. En Marte aprendieron a combinar ciencia y religión para que funcionaran juntas, y se enriquecieran así mutuamente, sin contradecirse.

-Una solución ideal.

-Así es. Me gustaría mostrarle cómo lo hicieron. [...] Los marcianos descubrieron el secreto de la vida entre los animales. El animal no discute su vida, vive. No tiene otra razón de vivir que la vida. Ama la vida y disfruta de la vida. Observe la estatuaria; cómo los símbolos animales se repiten una y otra vez.

-Parece algo pagano.

-Al contrario, son símbolos divinos, símbolos de vida. También en Marte el hombre había llegado a ser demasiado humano, y no bastante animal. Los hombres de Marte comprendieron que si querían sobrevivir tenían que dejar de preguntarse de una vez por todas: «¿Para qué vivir?» La respuesta era la vida misma. La vida era la propagación de más vida, y vivir la mejor vida posible. Los marcianos comprendieron que se preguntaban «¿Para qué vivir?» en la culminación de algún período de guerra y desesperanza, cuando no había respuestas. Pero cuando la civilización se tranquiliza y calla, y la guerra termina, la pregunta se convierte en insensata de un modo nuevo. La vida es buena entonces, y las discusiones son inútiles.

-Me parece que los marcianos eran bastante ingenuos.

-Sólo cuando les convenía. Renunciaron a empeñarse en destruirlo todo, humillarlo todo. Combinaron religión, arte y ciencia, pues en verdad la ciencia no es más que la investigación de un milagro inexplicable, y el arte, la interpretación de ese milagro. No permitieron que la ciencia aplastara la belleza. Se trata simplemente de una cuestión de grados. Un hombre de la Tierra piensa: «En ese cuadro no hay realmente color. Un físico puede probar que el color es sólo una forma de la materia, un reflejo de la luz, no la realidad misma». Un marciano, mucho más inteligente, diría: «Este cuadro es hermoso. Nació de la mano y la mente de un hombre inspirado. El tema y los colores vienen de la vida. Es una cosa buena».

Música para celebrar el universo:  
 Triple Concerto de Beethoven, conduce Rabinovitch-Barakovsky, interpretan Maisky, Argerich and Capuçon 

martes, 11 de noviembre de 2008

Tres Poemas de Carver






Carver habla de nuestro deseo:

"¿Y conseguiste lo que
querías en esta vida?
Lo conseguí.
¿Y qué querías?
Considerarme amado, sentirme
amado en la tierra".

 Raymond Carver


La ventana


ESTALLÓ una tormenta la noche pasada y nos dejó
sin electricidad. Cuando miré
por la ventana, los árboles eran transparentes.
Doblados y cubiertos de escarcha. Una gran calma
se extendía sobre el campo.
Sabía lo que hacía. Pero en aquel momento
noté que en mi vida jamás hice
falsas promesas. Mis pensamientos
eran virtuosos. Avanzada la mañana,
claro, arreglaron la electricidad.
El sol salió de detrás de las nubes
fundiendo la escarcha.
Y las cosas volvieron a ser como eran antes.


(Raymond Carver, Bajo una luz marina, Visor 2005)


Esta mañana


Esta mañana pasaba algo. Un poco de nieve
en el suelo. El sol flotaba en un cielo
azul claro. El mar era azul, y azul verdoso,
hasta donde alcanzaba la vista.
Escasamente agitado. Tranquilo. Me vestí y fui
a dar un paseo -decidido a no volver
hasta coger lo que la naturaleza tenía que ofrecer.
Pasé junto a unos árboles viejos, abatidos.
Crucé un prado salpicado de piedras
donde se amontonaba la nieve. Seguí
hasta llegar al acantilado.
Desde allí miré el mar, y el cielo, y
las gaviotas revoloteando sobre la blanca playa
allá abajo. Todo encantador. Todo bañado por una fría
y pura luz. Pero, como siempre, mis pensamientos
empezaron a dispersarse. Tuve que obligarme
a ver lo que estaba viendo
y nada más. Tuve que decirme 'esto' es lo que
importa y nada más (¡y lo estuve viendo,
durante un minuto o dos!) Durante un minuto o dos
eso se impuso sobre las meditaciones habituales acerca de
lo que estaba bien y lo que estaba mal -deber,
tiernos recuerdos, ideas de muerte, de cómo debería tratar
a mi antigua mujer. Todas las cosas
que esperaba que se fueran esta mañana.
Las que vivo cada día. Las que
he pisoteado para seguir vivo.
Pero durante un minuto o dos me olvidé
de mi mismo y de todo lo demás. Sé que lo hice.
Pues cuando me di la vuelta, no sabía
donde estaba. Hasta que algunos pájaros se alzaron
de los nudosos árboles. Y se alejaron volando
en la dirección que yo necesitaba que siguieran.
Raymond Carver (Bajo una luz marina- Visor)

 Bajo una luz marina fue la primera colección de poemas de Carver ( 1939-1988) -uno de los más grandes escritores norteamericanos de relatos breves-, que se publicaron fuera de Estados Unidos seleccionados por el propio Carver.

Viva Mirian Makeba

Miriam Makeba ha muerto, viva Miriam Makeba

«Era la primera dama de la canción sudafricana y merecía el título de "Mama África". Era la madre de nuestra lucha y de nuestra joven nación», lamentó Nelson Mandela, icono de la lucha contra el régimen segregacionista, premio Nobel de la Paz y primer presidente negro de la República Sudafricana.

«Es una enorme pérdida para África, para la música africana y para la toda la música, porque con su talento logró que su música se escuchara en todo el mundo en una época en que ello era muy difícil», comentó desde Dakar el célebre cantante senegalés Youssou Ndour.

Alzó su voz contra la violencia, la desigualdad y la enfermedad, que mantienen a mucha gente, en especial a mujeres y niños, en condiciones de extrema pobreza. Echaremos de menos su energía y su preocupación y respeto por las personas más vulnerables», ensalzó Jacques Diouf, director general de la FAO.

Mirian Makeba- Canta con Harry Belafonte



Y aquí canta con Paul Simon en un concierto africano




Un himno africano





Por último Pata Pata una de sus más famosas canciones y la última que cantó en su último concierto en Italia

domingo, 2 de noviembre de 2008

Sobre la belleza, el bosque, y el teatro .



Adalbert Stifter (1805-1868) 

 

Sobre la belleza:

 

Descubrir un escritor  que nos encante es una de los placeres de quienes como yo amamos los libros. 

Siempre que voy a Buenos Aires tengo que escoger entre los cientos de maravillosos libros que se exhiben en las preciosas librerías unos cuantos libros, los elegidos, para traerlos a casa y leerlos durante el año.

El último que escogí  en esta oportunidad fue “El sendero del bosque” 


del austriaco Adalbert Stifter empujada por un comentario  de la contratapa de Thomas Mann que lo calificaba como un narrador extraordinario, enigmático, uno de los más audaces y excepcionalmente apasionantes de la literatura universal.

La edición (Impedimenta)  era de las hermosas, tenía una ilustración de una pequeña casa en tonos pasteles que me invitaba a visitarla, y aunque el precio era un poco alto, sentí que no podía desprenderme de él, que debía llevarlo conmigo y hacer que forme parte de mi biblioteca. 

La hermosa historia que narra este libro es muy sencilla y su lectura me llevó a un mundo en el que la vida puede ser transformada tras atravesar un bosque 

(descrito bellísimamente)  y perderse en él. El amor va a ser hallado y Tiburios el personaje va a convertirse gracias a él y a la influencia del bosque en una persona llena de dicha.  No pude dejar de releer el Walden, la vida de los bosques, en donde el bosque también es personaje principal.

En Internet descubro que hay  entre otras historias del mismo autor una llamada Brigitta que deseo leer. Deberé esperar a mi próximo viaje a ver si lo encuentro.

Este libro habla sobre la belleza, Stifter enfrenta las dos bellezas:aquello que podríamos llamar la belleza interior y la belleza exterior.

La belleza interior no se ve con los ojos, pero se ve en los ojos, y la belleza exterior se ve con los ojos, pero es inapreciable en los ojos.

El comentario nos dice: Siguiendo la propuesta de Wittgenstein de que “la cara es el alma del cuerpo”, podríamos concluir que según la propuesta de Stifter los ojos son el alma del rostro, pero de un rostro de la existencia que requiere más que ojos para ser percibido

El comentario nos abre al mundo de la belleza y lo comparto:
“Corresponde al género humano –leemos en Brigitta- esa cosa admirable que es la belleza. A todos nos atrae la dulzura del fenómeno, y no siempre podemos decir dónde reside el encanto. Está en el universo, está en unos ojos, mas luego no está en rasgos cuya forma sigue todas las reglas de los juiciosos. A menudo no se ve la belleza porque está en el desierto, o porque no ha llegado el ojo adecuado…”. Esto, que podría inscribirse en el tópico romántico, hunde sus raíces en la filosofía. En Plotino encontramos una reflexión que apunta en la misma dirección: “Es necesario que el ojo se haga semejante y parecido al objeto visto, para alcanzar a contemplarlo. Jamás vería un ojo el sol sin haberse hecho semejante al sol; ni un alma vería lo bello sin ser bella […] ¿Cuál es, pues, este modo de visión? ¿Cuál es el medio? ¿Cómo se verá esta belleza inmensa que permanece en cierta manera en el interior de los santuarios, y que no se adelanta hacia afuera para dejarse ver de los profanos? Que aquel que pueda vaya y la siga hasta su intimidad; que abandone la visión de los ojos y no se vuelva hacia el resplandor de los cuerpos que admiraba antes. Porque si se ven las bellezas corporales no hay que correr hacia ellas, sino saber que ellas son imágenes, vestigios y sombras. Es necesario huir hacia esta belleza de la que ellas son las imágenes. Si uno corre hacia ellas para alcanzarlas como si fueran reales, es como el hombre que quiso captar su bella imagen reflejada sobre las aguas (como una fábula lo da a entender, según creo): habiéndose hundido en la profunda corriente, desapareció. Lo mismo se diga de aquel que está apegado a la belleza de los cuerpos y no la abandona; no son los cuerpos sino su alma la que se hundirá en las profundidades oscuras y funestas para la inteligencia, y él vivirá en las sombras morando ciego en el Hades. Huyamos, pues, hacia nuestra querida patria: he aquí el verdadero consejo que se nos podría dar”.

Y aquí el primer párrafo de Brigitta:

“A menudo hay cosas y relaciones en la vida del hombre que no nos quedan claras de inmediato, y cuyas razones no somos capaces de extraer con prontitud. En ese caso influyen por lo general con un cierto aliciente bello y suave de lo misterioso en nuestra alma. En la cara de un feo hay a menudo para nosotros una belleza interior que no somos capaces de derivar en el acto de su valor, mientras que a menudo nos resultan fríos y vacíos los rasgos de otros de los que todos dicen que poseen la mayor belleza. Del mismo modo nos sentimos a veces atraídos hacia uno que en realidad no conocemos en absoluto, nos gustan sus movimientos, nos gusta su manera, nos afligimos cuando nos ha abandonado y tenemos una cierta nostalgia y hasta un amor por él, cuando a menudo en años posteriores de él nos acordamos: mientras que no sabemos a qué atenernos con otro cuyo valor se nos presenta en muchos hechos, incluso cuando hemos tratado con él durante años. Que en último término hay razones morales que barrunta el corazón, es indudable, sólo que no siempre podemos destacarlas con la balanza de la consciencia y el cálculo y contemplarlas. La psicología ha iluminado y aclarado algo, mas mucho le ha quedado oscuro y a una gran distancia. Creemos por lo tanto que no es excesivo si decimos que hay para nosotros un abismo sereno e inconmensurable en que deambulan Dios y los espíritus. El alma lo sobrevuela a menudo en momentos de embeleso, el arte poética lo airea en ocasiones; pero la ciencia, con su escuadra y cartabón, queda frecuentemente sólo al margen, y puede que aun en muchos casos ni siquiera se haya puesto a ello”.

Briggita parece sin duda un libro que algún día, vendrá a vivir a casa conmigo.

 Oscar Wilde acaba de manera distinta  la historia de Narciso:




Él decía que, cuando Narciso murió, llegaron las Oréades diosas del bosque y vieron el lago transformado, de un lago de agua dulce que era,en un cántaro de lágrimas saladas.

- ¿Por qué lloras? le preguntaron las Oréades.

- Lloro por Narciso repuso el lago.

- ¡Ah, no nos asombra que llores por Narciso! prosiguieron ellas-.

Al fin y al cabo, a pesar de que nosotras siempre corríamos tras él por el bosque, tú eras el único que tenía la oportunidad de contemplar de cerca su belleza.

- ¿Pero Narciso era bello? preguntó el lago.

- ¿Quién si no tú podría saberlo? respondieron, sorprendidas, las Oréades -.

En definitiva, era en tus márgenes donde él se inclinaba para contemplarse todos los días.

El lago permaneció en silencio unos instantes. Finalmente dijo:

- Yo lloro por Narciso, pero nunca me di cuenta de que Narciso fuera bello .Lloro por Narciso porque cada vez que él se inclinaba sobre mi orilla yo podía ver, en el fondo de sus ojos, reflejada mi propia belleza.

El Teatro



 Mario Vargas Llosa  termina con este extracto un  artículo sobre Vanesa Redgrave. Lo cuelgo en este post porque me parece un excelente estímulo para animarnos a ir al Teatro. Ahora mismo hay en carteleras varias obras muy interesantes. 

La literatura, la música, una exposición pueden enriquecer la vida, intensificándola y sensibilizándola de manera profunda, transportando a lectores, oyentes o espectadores a unos niveles de percepción y comprensión del mundo, de las relaciones humanas, de los sentimientos, que, además de hacerlos gozar, los vuelven más lúcidos respecto a las insuficiencias e imperfecciones de que están rodeados. Pero probablemente ninguna otra experiencia artística tenga un efecto tan poderoso sobre el ánimo y la conciencia del ser humano como una gran representación teatral. Porque éste es el mejor simulacro que existe de la vida, el que se le parece más, pues está hecho de seres de carne y hueso que, por el tiempo que dura esa otra vida que transcurre en el escenario, viven de verdad aquello que hacen y dicen, y lo viven, si tienen el talento y la destreza debidas, de una manera que nos fuerza a nosotros, los espectadores, a vivirlo con ellos, saliendo de nosotros mismos, para ser otros, también mágicamente, que es la mejor manera que se ha inventado para vernos mejor y saber cómo somos. MVLL

Esta semana fuimos al Centro cultural de la Católica a ver Efímero y al cine a ver la película peruana "Dioses".  Las dos nos parecieron muy interesantes. 


"El nirvana no es como el cielo,

  no se puede ir allí.

Lo único que puedes hacer

es darte cuenta de que ya estás allí". Maestro Zen Tich Nhat Hanh