jueves, 30 de marzo de 2017

martes, 28 de marzo de 2017

La mirada desde el infinito

De Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi: 
"Y mientras tanto miraba el cielo por encima de la Prac,ada Alegría, y se sintió minúsculo, confundido con el universo. Hay un hombre obeso y entrado en años que baila con una joven en una plaza cualquiera del universo, pensó, y entretanto los astros giran, el universo está en movimiento, y tal vez alguien nos esté mirando desde un observatorio infinito." 
Tenemos muchas veces la sensación de estar siento mirados. ¿Eso nos gusta o nos disgusta? Depende de lo que estemos haciendo, del humor con el que hemos amanecido, de la añoranza de la mirada de Dios o de la de nuestra madre, que estuvo para unos presentes, para otros ausente. Es solo una sensación, ni siquiera sabemos si es un ser sobrenatural, un hombre, un animal quien nos mira, son unos ojos que están ahí a lo lejos puestos en nosotros, amorosamente como los ojos de un padre sobre su hijo que acaba de nacer. 
 Esa pareja que baila en el texto de Tabuchi, él obeso y entrado en años y ella jovencita, hermosa, no tienen conciencia de estar siendo mirados por un hombre, un escritor solitario que medita desde un punto de observación sintiendose parte del universo. El eterno movimiento y el lugar en donde habita el innombrable adquiere el nombre de observatorio infinito.  En algunas culturas la representación de su divinidad es un ojo que mira con detenimiento y amor.  


lunes, 27 de marzo de 2017

Ejercicio literario

Si tuviese todo el tiempo del mundo
Igual estaría perdida entre papeles.
Si mi corazón saltase de alegría
Temería que regrese a mi el invierno.
Si escucho la campana
Me levanto, corro, te encuentro.
Si observo los pájaros en lo alto
Escucho los mensajes de los muertos.
Si guardo mis palabras
Ellas, inquietas intentan escapar.
Si regreso cansada de tanto andar
Solo deseo perderme en la noche vacía.
Si susurras palabras en mi oído
Río y mi corazón se agranda en demasía.

Si tuviese una hermosa voz y hubiese aprendido a cantar
cantaría a dúo con Ian Bostrich.

Si las distancias para visitar otros países fuesen más cortas, 
digamos,  solo  diez minutos para ir a Paris,
 conocería casi todos los países del mundo.

Si tuviese otra vez siete años, 
igual sería traviesa y tocaría los timbres de los vecinos y saldría corriendo, 
arriesgando caer y romperme los dedos de las manos, 
como me pasó esa vez.

Si hubiese tenido una hermana, 
no sé si mayor o menor, 
me querría más porque me vería en ella
 y no sería una sino dos.

Si viviesen mis padres 
nos iríamos a pasear a La Punta,  
a ellos les encantaba 
y a mi me gustaba mucho escuchar sus preciosas historias 
de otro tiempo.

Si tocasen el timbre, y resultase ser un ladrón,
 le abriría la puerta, le invitaría  una tacita de café,
 conversaríamos largo rato, 
filosofando sobre el bien y sobre el mal.
 Lo haría mi amigo y entonces ya no me robaría,
 podría apostar.


Si me regalasen una muñeca
 le cuidaría el sueño por las noches.


Si me cayese del caballo, 
cosa difícil porque no tengo caballo ni se montar,
 jamás me volvería a subir a uno.


Si pudiese escoger a mis amigos,
 te escogería sin dudar a ti.


Si durmiese de día y trabajase de noche,
 roncaría de día y gritaría de noche. 

La conferencia de los pájaros



Uno de los libros más hermosos que tengo se llama La conferencia de los pájaros. Está ilustrado con miniaturas persas de la Biblioteca británica. Es un poema sufí del siglo XII. Habla de la senda hacia la iluminación por medio de una alegoría. Al final los pájaros descubren que lo que buscan no es otra cosa que a sí mismos. Un camino hacia el interior. El autor es Farid Id Din Attar.
He encontrado este precioso video que resume la travesía de los pájaros. Estoy segura de que les va a encantar.

Jorge Luis Borges recitando El Poema EL GOLEM

if tomorrow starts without me subtitulos español

Alvin Langdon Coburn, fotógrafo norteamericano.






















Las campanas lloran por ti

 ¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
   
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.

Alvin Langdon Coburn, fotógrafo

Dice el diario El Pais: El día de su octavo cumpleaños, Alvin Langdon Coburn (Boston, 1882-Gales, 1966) recibió como regalo una cámara fotográfica, una Kodak, y ya no hubo mejor entretenimiento para él. Hijo de una familia acomodada, al cumplir los 15 tenía en su casa todo lo necesario para revelar y experimentar con las fotografías. Un primo suyo, Fred Holland Day, reconocido artista y fotógrafo, impulsó la temprana vocación de Coburn, animándole a viajar a Londres, el centro de la creación artística en esos años. Desde entonces, la carrera de Coburn se disparó hasta convertirse en una de las figuras más importantes del pictorialismo de finales del XIX y de la vanguardia de principios del siglo XX(Boston, 1882-Gales, 1966) 




















  










 “es mi esperanza que la fotografía entre en las filas con todas las demás artes, y que con sus infinitas posibilidades, hagamos cosas más raras y más fascinantes aún que el más fantástico de los sueños”.

Resultado de imagen para la casa de las mil ventanas  langdonLa casa de las mil ventanas.