domingo, 7 de abril de 2013

Se aprende si...


Me despierto con gran ímpetu este lunes en el que no tengo urgencia de salir, me dispongo a ordenar papeles y entonces encuentro uno que me gusta. ¿De quien es? resulta que es mío. Es un texto en el que respondo a ciertas preguntas sobre nuestro Taller ABRA de lectura y escritura. Comparto unos extractos.




Se aprende si disfrutas, si te entusiasman, si muestras lo que enseñas como si fueran pepitas de oro, valorándolas. Mientras se aprende hay que reír, si los alumnos ríen entonces la cosa va por buen camino. Creo en un aprendizaje participativo. La voz de cada uno es importante. Y los trabajos realizados y entregados son recibidos con gran alegría. Creo en el estímulo y hago lo necesario para crear un espacio en donde el resto de las preocupaciones desaparezca para dedicarnos con toda el alma a lo que estamos abocados.

Promuevo la lectura, realizamos lecturas en voz alta, comentarios sobre el tema, vemos con detalle la manera en la que ha sido compuesto el texto. Usualmente vemos narrativa, especialmente cuentos y algunas veces poesía. También comentamos artículos periodísticos que nos muevan a la reflexión y a encontrar mejores herramientas para nuestra vida.
Desde niña he tenido la vocación de compartir aquello que me impresiona o descubro. He buscado alumnos entre los niños del barrio, personas que trabajaban en casa, y ya más tarde en un colegio; un centro de audición y lenguaje; clases particulares y por fin el taller que ya lleva 12 años
Mi abuela fue mi maestra, ella me enseñó a escribir. Estuve en un colegio de monjas y tuve algunas que nos transmitían con pasión sus materias. También tuve una profesora en la universidad, ella es argentina y nos enseñaba a Borges, y gozaba en la clase, se convertía en personaje, era una actriz fabulosa


Ofrecer material de alta calidad que coincida con los intereses de los participantes.
Adaptar mis intereses a los intereses de los demás.

Simpatía, calidez, amistad, ayuda si es necesaria.

Tener el convencimiento de que crecemos como personas en la medida en la que accedamos a mayores conocimientos. Creo que la curiosidad es la mejor de las cualidades y poder responder a las preguntas fundamentales que viven en nuestro interior una necesidad urgente. Aprender de los demás, de sus vidas, de su manera de enfrentar las dificultades o vivir en situaciones complicadas, nos hace más de lo que somos, afinando nuestro ser.

Las tareas son sugeridas, invito a los participantes a realizarlas, les anuncio que sentirán alegría al ejecutarla aunque les demande esfuerzo. Depende de ellos hacerla. Si la hacen son aplaudidas, si no, no pasa nada. Siempre estoy haciendo bromas respecto a lo encantada que sería si hiciesen con más frecuencia la tarea. Para nada creo que se puede obligar a alguien a hacer lo que no desea hacer o no se siente capaz de hacer.

Definitivamente hay personas más creativas que otras, dependerá de la infancia, de los genes, qué se yo, pero que puede estimularse la creatividad, se puede. Hay que poner reglas que permitan expresarse sin ningún temor, aceptar todas las ideas, aunque parezcan locas, el miedo es el enemigo número uno de la creatividad. Aprender por medio de experimentos lo que sucede si mezclamos esto con aquello, si nos permitimos jugar.
Para ser creativos hay que ser libres, entonces tenemos que luchar por acceder a la libertad, que nada te coaccione, que nadie te subvalorice, que seas apreciado en tus capacidades y por tu identidad.

Felizmente tengo una voz que puede imponerse a las de los demás. Con mi voz, sin decirlo, pido que regresemos al tema, regreso a él. Si conversan mucho, digo el nombre de una de las parlanchinas y ella inmediatamente dice, perdón. Tenemos unos momentos de recreo para que puedan conversar de sus propias cosas no referidas al tema de la clase, para que intercambien detalles, datos, amistad.

Cada cual procesa los conocimientos con su nivel. Muchas veces defino alguna palabra que seguro muchos conocen pero alguna no. Cada uno es lo que es.

Tengo muchos ejemplos de colaboración entre los miembros del taller que van más allá del tema del día o la literatura. Son colaboraciones de persona a persona, muchas veces algunas de los participantes cuenta en voz alta aquello que le ha pasado y que le preocupa o le hace sufrir, y los demás le ofrecen palabras de consuelo y comprensión.
La lectura comunitaria es un magnífico ejercicio. Se deja de ser yo para ser un nosotros. (No es un coro pero si una canción compartida, nuestras voces una tras otra, cuentan una historia).

Ninguna máquina puede reemplazar una persona, un maestro, una mirada, una caricia, una palabra con sentimiento, su voz.

Entusiasmo, alegría, capacidad de atender a varias personas a la vez, una historia personal rica en experiencias, optimismo, capacidad para comunicar sus experiencias, necesidad de aprender.

3 comentarios:

  1. Cecilia: ME GUSTA MUCHO TU ENTUSIASMO Y DESEOS DE COMPARTIR, GRACIAS.Mercedes U.

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  2. Hola Ceci:

    Quiero contarte que aunque no te conteste entro siempre a tu bloq y te felicito pues es muy bueno, variado e interesante y sobre lleno de creatividad y con gran nivel cultural. Lucila

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  3. Ceci que bueno tu blog! Soy monotemática al decirte que me alegras el domingo.
    Besitos
    Fabiola

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