jueves, 6 de marzo de 2014

Cine en la tele con Ricardo Darin en el centro

Mi abuela tenía un cuaderno en el que apuntaba el nombre de las películas que veía, para no repetirlas. Durante un tiempo iba al cine casi a diario y a pesar del cuaderno muchas veces por equivocación las repetía. Yo puedo ver con gusto dos veces una película que me ha gustado, descubro nuevos elementos,  percibo el ritmo, escucho la música, como ya se el argumento me sorprendo menos pero saboreo más.  Ricardo Darin es un artista argentino entrañable. No creo que exista espectador al que no le guste. Se puede decir que actúa más o menos parecido en todas sus películas pero como escoge muy bien sus personajes, es siempre atractivo y tierno.  Este domingo me tocó ver en el cable  El mismo amor, la misma lluvia, película sencilla, romántica, entretenida. Y Ricardo en el centro.



Ricardo Darín nació en 1957 en Buenos Aires, proveniente de una familia muy unida al mundo del espectáculo. Su familia es de ascendencia italiana y sirio libanesa.2 3 Hizo sus estudios primarios en la Escuela Mariano Acosta del barrio porteño de Balvanera. Contaba con diez años, cuando debutó en teatro junto a sus padres, Ricardo Darín y Renée Roxana. Aunque cabe aclarar que a pesar de su notable labor, Darín no tiene una formación académica en teatro. A los dieciséis años consigue una estabilidad dentro del mundo de la televisión argentina en programas como "Alta Comedia" o "Estación Retiro".
A pesar de su trabajo constante en el mundo de la televisión, Darín nunca abandona el teatro y sigue realizando obras como Sugar, Extraña pareja, Taxi, Algo en común y Art. Entra discretamente en el mundo de la gran pantalla apareciendo en películas destinadas, sobre todo, al público joven tales como He nacido en la ribera, Así es la vida, La rabona, Los éxitos del amor, La carpa del amor, La discoteca del amor o La canción de Buenos Aires. Intenta un cambio hacia un registro dentro del mundo del cine y llegan nuevas películas, El desquite, Revancha de un amigo o La Rosales, pero el verdadero éxito de Darín tardaría algo más de tiempo en llegar.
La crítica se fija en Darín y lo alaba con su papel en el film Perdido por perdido, dirigida por el debutante Alberto Lecchi. Más tarde participa en El faro, deEduardo Mignogna y protagoniza El mismo amor, la misma lluvia de Juan José Campanella, siendo otra vez su papel digno de elogio. Pero su salto definitivo lo consigue con su papel de Marcos, un ladrón de poca monta en una Argentina que empieza a agonizar económicamente, en la película Nueve reinas. Darín brilla enormemente en este film que co-protagoniza junto a Gastón Pauls y consigue, finalmente, un nombre de peso dentro de la industria cinematográfica argentina. Después del gran éxito de Nueve reinas Ricardo tiene un pequeño, pero efectivo, papel en el 2001 de nuevo a las órdenes de Mignogna en la película La fuga. Ese mismo año sería protagonista de El hijo de la novia, junto a actores como Natalia Verbeke, Héctor Alterio o Norma Aleandro. La película fue otro gran éxito de taquilla y crítica, llevándola a ser nominada como "Mejor película de habla no inglesa" en la edición del año 2002 de los Óscar.
En el 2004 actuó en Luna de Avellaneda tratando de rescatar el club social y deportivo de sus padres y en el 2005 en El aura encarnó el rol de un taxidermista con memoria fotográfica envuelto en un aprieto del cual no quería formar parte.
En 2006 le fue concedida, junto a Juan José Campanella la nacionalidad española por carta de naturaleza, una concesión especial del Reino de España a personas de particulares méritos.4
En 2007 participó de XXY, que lo muestra como el acomplejado padre de una adolescente de quince años hermafrodita. El mismo año, protagoniza y hace su debut como director con La señal, continuando el proyecto dejado a medias por Eduardo Mignogna tras su fallecimiento.
En 2009 junto a Soledad Villamil y Guillermo Francella protagoniza El secreto de sus ojos, película dramática de Juan José Campanella, galardonada con el premio Óscar a la mejor película de habla no inglesa en la emisión 82ª de los Academy Awards.
En 2010 se estrena Carancho, película que protagoniza junto a Martina Gusmán bajo la dirección de Pablo Trapero, personificando a un inescrupuloso abogado. Además volvió a trabajar con Susana Giménezpara juntos protagonizar una serie de comerciales de Frávega.5
En 2011 protagoniza junto a Muriel Santa Ana e Ignacio Huang, Un cuento chino, película de comedia dirigida por Sebastián Borensztein, con un gran éxito de taquilla a pocos días del estreno. Este mismo año recibe el Premio Konex de Platino al Mejor Actor de Cine y el Konex de Brillante a la Mayor Figura del Espectáculo Argentino de la década 2001-2010.6 7(Wikipedia)


NOCHE DE ZAPPING

Los diez "No" de Ricardo Darín

18.09.2013
Alguna vez les comenté que me apasionan las entrevistas. Hoy les quiero contar cuánto disfruté anoche con “Animales sueltos” (América), donde Alejandro Fantino entrevistó a Ricardo Darín. Me entregué mansamente al ida y vuelta de las preguntas y las respuestas. Y ahora que terminó el programa, repasando la charla, advierto que al menos diez de las respuestas de Darín estuvieron marcadas por el vocablo “No”. Cada uno de esos “No” fue el punto de partida para una anécdota o una reflexión que agradezco no haberme perdido. Veamos entonces los “diez NO” de Ricardo Darín.  
1) “A veces NO me gusta el resultado de lo que hago”, dijo Ricardo Darín. “Trabajo mucho, soy un obsesivo, un enfermito del oficio. Lo primero que destaco es lo que NO hice bien”. ¡Por suerte, a veces no le gusta lo que hace! Quien crea haber llegado a la cima y suponga que tiene allí alojamiento vitalicio corre el riesgo de caer en picada sin siquiera entender cómo fue que el destino se lo llevó puesto mientras se dedicaba a dormir en los laureles.
2) Fabián Bielinsky, el realizador de “Nueve Reinas”, le pidió a Darín que NO fuera simpático a la hora de componer su personaje, Marcos. “NO quiero que Marcos tenga la aprobación de la audiencia”, le advirtió. “Los buenos directores, te contienen, para empujarte a hacer algo que NO habías hecho antes”, opinó Ricardo. El resultado es conocido: una actuación estupenda en una película inolvidable. 
3) En un momento de la charla, surgió el nombre de Javier Bardem, y Fantino contó cuánto admiraba su labor en “Mar adentro”. Tirando de ese hilo, llegó otra historia marcada por el vocablo “No”. “Bardem NO quería hacer esa película —recordó Darín—. La hizo porque yo le taladré la cabeza. Creía que no estaba a la altura del personaje. Javier es un actor genial, pero con una gran inseguridad. Le dije: ‘¡Cualquier actor del mundo daría el brazo derecho para hacer esa película!”. Sucede a menudo: los más talentosos dudan de su talento. Sucede rara vez: un colega generoso impulsa al genio inseguro a asumir un reto. Eso hizo Darín con Bardem, sin envidia ni mezquindad. 
4) “¿Cómo fue que pegaste onda con Bardem?”, quiso saber Fantino. “Porque fui a agradecerle… Porque él se había ido al carajo en una reunión con unos grosos…”, respondió Darín, y nos dejó a todos en ascuas. ¿Qué grosos?, pensaba uno. Y exactamente eso, por suerte, le preguntó Fantino. A Darín pareció incomodarle la pregunta. Dijo que NO, que NO valía la pena mencionarlos. Buen entrevistador, Fantino insistió, y entonces entendimos todo. Darín y Bardem no se conocían, pero Ricardo se enteró por un tercero de la siguiente anécdota. Nominado para el Oscar, Javier Bardem compartió una reunión con Jack Nicholson, Al Pacino y Robert De Niro. Sí, esos eran “los grosos”. Parece que los tres alabaron la capacidad actoral de Bardem quien, con toda espontaneidad, les respondió: “NO, para mí, un buen actor es Ricardo Darín”. Así como les cuento lo contó Darín. Y agregó: “¡No nos conocíamos! ¡Es muy difícil que alguien haga algo así en nuestro ambiente!”. Claro, apenas puso un pie en España, Ricardo fue corriendo a manifestarle su gratitud a Bardem. Entablaron una amistad que sigue hasta el día de hoy. 
5) “¿Quisieras entrarle a la industria de Hollywood?”, preguntó Fantino. “NO, NO me pasa nada especial con Hollywood. NO me quita el sueño. Cuando empecé en la actuación, lo máximo que te podía pasar era hacer telenovelas, porque ellas eran el camino para lograr trascendencia internacional. A mí, eso tampoco me interesó. NO me gustaría vivir en Los Ángeles. Imagino una atmósfera hostil”, explicó Darín. Y añadió: “Para un actor, lo más importante es pensar. Y pensar en otro idioma es muy difícil. Una cosa es decir textos en otro idioma. Otra, pensar. Si yo actuara en un idioma en el que no puedo pensar, estaría entregando una herramienta muy valiosa”. 
6) No crean que la historia de Darín con Hollywood es del estilo de la zorra y las uvas. Mientras hacía teatro en España, le propusieron trabajar junto a Denzel Washington en “Hombre en llamas”, dirigidos por Tony Scott. Varios motivos lo llevaron a rechazar el convite. “Me ofrecían hacer de narco mexicano. Me molestó que si era narco, tuviera que ser necesariamente mexicano. Además, la emisaria que enviaron comenzó diciéndome: ‘No aceptan un NO como respuesta’. Eso tampoco me gustó”. Cuando Ricardo dijo NO, los estadounidenses insistieron. “¿Es una cuestión de dinero?”, plantearon antes de se hubiera barajado cifra alguna. “NO, NO me interesa”, le respondió Ricardo a la enviada, e hizo lo que sí le interesaba: volver a su casa, con su familia, después de haber pasado largo tiempo en España. 
7) “La guita que podrías haber ganado con esa película…”, lamentó Fantino. “¿Y para qué sirve?”, reaccionó Darín. “Para vivir mejor”. “¿Mejor de lo que yo vivo? —se asombró Darín—. Soy todo lo feliz que puede ser un tipo que vive en este mundo. Tengo mi familia, me va bien en el trabajo, la gente me quiere…”.  “¿No quisieras tener un avión privado, por ejemplo?”, lo desafió Fantino. “¡Ni en pedo! Hay ciertas desproporciones que son complicadas. Las sociedades modernas pretenden hacernos creer que la solución está en el individualismo, y nos entregan atados de pies y manos al consumismo. Si no tenés el último modelo de celular, aunque el tuyo funcione muy bien, sos un boludo… Estamos desfasados”. 
8) Darín recordó otro de sus NO que trajeron cola. Fue en ocasión de la ceremonia de entrega de los Premios Oscar, en la edición donde “El secreto de sus ojos” se alzó al final con la estatuilla. “Me criticaron mucho por decir que NO tenía ganas de ir —evocó Ricardo—. ¿Qué creen que es el Oscar? ¿Qué creén que ocurre allí?”, planteó. A su modo de ver, la fascinación por esa fiesta hollywoodense tiene más que ver con la “parafernalia que hay alrededor que con la cosa en sí misma”. 
9) Darín lleva ya muchos años fuera de la televisión y NO quiere volver. “Trabajé 40 años en la tele, y estoy agradecido. Me alegra que en los últimos tiempos haya recuperado espacio la ficción: cuando está bien hecha, es bueno verla. Pero yo, quiero seguir haciendo lo que hago ahora”. Es decir, cine —su película “Séptimo” es por estos días un éxito de taquilla— y teatro —interpreta “Escenas de la vida conyugal”, junto a Valeria Bertuccelli, con dirección de Norma Aleandro. 
10) Hubo otro “No” en la entrevista de Fantino a Darín. Fue al principio. Tal vez, ese “No” explique por qué Ricardo es como es. Al fin de cuentas, dicen que lo se hereda, no se roba. Y esto contó Darín: “Mi papá, cuando falleció, NO tenía nada. Fuimos a desarmar su departamento y encontramos apenas dos camisas, una campera y un par de pantalones. Mi viejo formaba parte de la bohemia y vivía como pensaba. Era un poeta oscuro. Pero en la vida, tenía un sentido del humor único, increíble. Después de su muerte, con mis hermanas, nos repartimos lo que había: unas cajas con sus escritos. NO había más”.
 

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