Anoche fuimos con mi querida amiga Ana María García a la Feria del libro. Queríamos asistir a la conversación de Alonso Cueto, peruano y Juan Villorio, mexicano, con Richard Ford, uno de los escritores vivos norteamericanos más famosos. La conversación fue en inglés. El auditorio estaba lleno. Para mi fue un gran gusto tener tan cerca a un escritor que admiro desde que tuve entre las manos su Antología del cuento norteamericano, y me dio a conocer estupendos escritores.
Le comentaba a Ana María que a pesar de poder ver a nuestros escritores favoritos en You tube en conferencias o entrevistas, tenerlos en carne y hueso los convierte en seres reales a los que les sucede cosas, sentimos que de verdad existen. He visto a algunos grandes, a García Márquez en la Universidad de Ingeniería luego de que publicara Cien años, a Julio Ramón Ribeyro, casi rompimos las puertas del Banco Continental para que nos dejen entrar, y en el Instituto nacional de cultura; he visto a Borges en la Católica, a Rosa Montero en la Pacífico y en la de Lima, a Edwards,y así a varios de los escritores que llegaron de visita a Lima.
Me quedo con mucho deseo de leer su último libro publicado "Between Them", un libro de memorias dedicado a sus padres. Nos contó de su amistad con Raymon Carver, habló de Chejov, de su deseo de escribir sobre las cosas que considera importantes en la vida, le gusta ser testigo de la vida. El misterio está en la rutina, dijo, lo que pasa es que no nos damos cuenta. Escribir me permite imaginar. Los personajes están hechos de lenguaje, les tengo que dar vida, mundo interior, con el lenguaje.
Su esposa Cristina le sugirió que escribiese sobre alguien que es feliz. Hagamos que la maldad choque con el bien. Es fácil hablar sobre el mal. La maldad está alrededor. Sin embargo el personaje puede ser feliz y fracasado, vive un drama, ha perdido su esposa, por ejemplo, o algo importante en su vida y desea ser mejor y feliz. Claro que hay conflicto. El optimismo ayuda a sufrir menos.
Chejov te invita a notar algo. Tu crees que conoces el mundo y él te dice: Te voy a enseñar cosas más importantes que las que tu conoces. Te dice: Mira, mira, mira, con intensidad. Y aparecen emociones que no estaban ahí. Chejov dice: Te voy a hacer pensar que la vida es importante, presta atención para que te guste el mundo. También habló sobre el humor como algo que es parte de lo importante y sobre la musicalidad del lenguaje, el ritmo, la sonoridad.
Richard Ford parte de Lima pero quedan para nosotros sus fabulosos cuentos de Rock Spring, sus ensayos, sus novelas y su manera sencilla de ver la literatura, sin tanta pretensión.
Su presencia nos dijo que era como nosotros, que no estamos solos en el mundo. Y esto si lo dijo en voz alta: Que la soledad se cura con historias.
Su esposa Cristina le sugirió que escribiese sobre alguien que es feliz. Hagamos que la maldad choque con el bien. Es fácil hablar sobre el mal. La maldad está alrededor. Sin embargo el personaje puede ser feliz y fracasado, vive un drama, ha perdido su esposa, por ejemplo, o algo importante en su vida y desea ser mejor y feliz. Claro que hay conflicto. El optimismo ayuda a sufrir menos.
Chejov te invita a notar algo. Tu crees que conoces el mundo y él te dice: Te voy a enseñar cosas más importantes que las que tu conoces. Te dice: Mira, mira, mira, con intensidad. Y aparecen emociones que no estaban ahí. Chejov dice: Te voy a hacer pensar que la vida es importante, presta atención para que te guste el mundo. También habló sobre el humor como algo que es parte de lo importante y sobre la musicalidad del lenguaje, el ritmo, la sonoridad.
Richard Ford parte de Lima pero quedan para nosotros sus fabulosos cuentos de Rock Spring, sus ensayos, sus novelas y su manera sencilla de ver la literatura, sin tanta pretensión.
Su presencia nos dijo que era como nosotros, que no estamos solos en el mundo. Y esto si lo dijo en voz alta: Que la soledad se cura con historias.
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