martes, 10 de febrero de 2009

El hombre leopardo









Hombre-leopardo


Dice Javier Tomeo que los animales fueron creados para enseñarles a vivir a los hombres. El hombre siempre ha deseado transformarse en un animal pero ¿qué sentiríamos si de pronto nos vamos convirtiendo en un leopardo, en un murciélago o en una hiena ? ¿Qué clase de animal aceptaríamos ser?

El hombre leopardo por Javier Tomeo

Fui al dermatólogo de la Seguridad Social para que me viese las manchas que me habían salido en la piel un par de días antes, y diagnosticó que me estaba convirtiendo en un leopardo. Recuerdo que cuando lo dijo me eché a reír a carcajada limpia. Luego, sin embargo, me miró fijamente a los ojos y entonces comprendí que lo había dicho en serio. -Podría recetarle cualquier pomada y decirle que se le marcharán con el tiempo -añadió luego-. Quienes me conocen bien, sin embargo, saben que no tengo por costumbre engañar a mis pacientes. Prefiero decirles la verdad, por dura que sea. Esas manchas no se le marcharán nunca. Hay algunas que desaparecen con un buen lavado. Poco más o menos, como las que lleva usted en la pechera de la camisa, si se la lavasen con un buen detergente. Otras, por el contrario, quedan para siempre. Las suyas son de esa clase. No podrá quitárselas nunca, aunque se las lave con lejía y un buen estropajo. Dese la vuelta y vea su espalda en ese espejo: son manchas típicas de leopardo. -Tiene usted razón -le dije-. En ese espejo las veo mejor. Manchas de leopardo. No podía sospechar que tuviese tantas. -Algunos podrían pensar que son de jaguar -me explicó luego, mientras me ayudaba a ponerme la camisa- pero no lo son, porque las manchas de jaguar son jaspeadas en la cabeza, cola y extremidades, y anilladas con otra manchita en su interior, en el resto del cuerpo. Las manchas de los leopardos, como las suyas, no tienen una manchita en su interior. -Vaya por Dios -suspiré. Me gustaría saber qué es lo que piensan ahora mis amantes. -No se preocupe -me dijo el médico, tratando de infundirme ánimo con una sonrisa muy poco convincente-. Será usted quien, poco a poco, vaya perdiendo su afición por las mujeres y quien, a la postre, renuncie a ellas. Cuando esas manchas se vayan definiendo un poco más, acabará comprendiendo que lo suyo son las leopardas. Una mañana, al despertarse, sentirá la llamada de la naturaleza, emigrará al continente africano, buscará la selva más espesa y allí, agazapado entre la maleza, acechará los últimos movimientos de sus presas y apenas se pongan a su alcance, saltará sobre ellas y les clavará en el cuello sus poderosas garras. Como podrá comprender fácilmente, señor mío, contra ese instinto irresistible servirían de muy poco todos los potingues y todas las aspirinas que yo pudiera recetarle ahora. Cuando volví a casa se lo conté a Leonor, mi mujer. No le hablé, desde luego, de que acabaría perdiendo el gusto por mis amantes (motivo de casi todas nuestras trifulcas matrimoniales) ni de mi futura afición a las leopardas. Me limité a decirle que se desconocían las causas de mi curiosa metamorfosis y que el fenómeno era irreversible. No esperaba ningún consuelo por parte de Leonor, pero tampoco que recibiese mi desgracia con tanta alegría. La muy perversa se echó a reír delante de mis narices a mandíbula batiente, y me dijo que mi enfermedad le brindaba por fin en bandeja la oportunidad de pedir el divorcio o, mejor todavía, de solicitar la nulidad de nuestro infausto matrimonio.







Es curioso como la ficción tiene su correlato en la realidad, Tom Leppard, un escocés de 73 años conocido como el "Hombre Leopardo", por tener su cuerpo completamente tatuado como la piel de ese animal, dejó la cabaña que habitó en el bosque durante 20 años, y se mudó a la ciudad. "Estaba comenzando a sentir las consecuencias de una vida agreste". Tom Leppard, un escocés que ingresó al libro Guinness de los Récords por tener el 99,2% de su cuerpo cubierto por tatuajes que simulan la piel de un leopardo.

El periódico británico The Guardian informa que Leppard decidió dejar su cabaña en el bosque, donde permaneció durante 20 años, sin cama, luz eléctrica ni agua corriente, y se mudó a la ciudad, donde cuenta con muebles y luz eléctrica.

3 comentarios:

  1. Ceci,lindo verdaderamente,mil gracias,te felicito
    Un besote
    Ileana

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  2. Gracias!!
    Cariños
    Carolina

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  3. Ceci:
    He disfrutado de este tu blog. Felicitaciones. Sólo que te quería decir que creo que la foto de Steichen que dice es Gary Grant, me parece que es James Stewart.
    Sigue adelante.
    Besos,
    Ruthy

    Gary Grant que es un mito pero que no ha formado parte de nuestras vidas figura entre los actores que este fotografo tuvo como modelo. Ce

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