viernes, 1 de octubre de 2010

Cronicas de viaje: Bodrum, Turquía




Desde la penísula de Bodrum, al sur de Turquía. Lugar de veraneo de lo turcos y ahora visitado por muchísmos turistas.
De Bodrum se dice: Nunca estás lejos del mar en cualquier lugar de la península de Bodrum, Bodrum se toma un punto de partida ideal para visitar los múltiples remansos de paz a lo largo de su hermosa costa.

La vista desde el hotel Salmakis:

El Salmakis visto desde el mar:

Los días que pasamos en Bodrum fueron tan intensos o tan calmados que no me di tiempo de escribir en mi diario. El hotel Salmakis resultó muy bueno, aprovechamos que nos daban desayuno y comida, nos bañamos en la playa solo el primer día, gozamos de la amplitud del cuarto pero el resto del tiempo nos dedicamos a pasear por otras playas especialmente nuestra elegida, la plataforma del Hotel Maki en Gulturbuco ubicada en una bellísima bahía.
Bañarse desde la plataforma en un agua transparente muy salada que te permitía flotar sin hacer ningun esfuerzo, era un placer que no nos podíamos perder.



Una historia de gatos:Quería recordar a un gatito negro con blanco del que me enamoré, estuvimos jugando en el Salmakis mucho rato, coqueteando, haciéndonos amigos y al fin cedió, se entregó a mi luego de esconderse bajo la mesa y sacar una pata, la cola buscando que lo tocase. Se dejó cargar y acariciar y yo estaba feliz sintiendo que entre mis habilidades tenía la de conquistar, que mi sabiduría, la combinación de mis movimientos, unos tan despacio, los otros rapidísimos, lo habían hecho pensar que era merecedora de su confianza y que sí, por qué no, aceptaba mi amistad. Me fui a dormir encantada con mi nuevo amigo. Toda Turquía está llena de gatos, vimos pocos perros, y en los restaurantes ellos se arrastran debajo de las mesas, silenciosos buscando que caiga algo del plato o que alguien sienta deseos de compartir la comida con ellos. Al día siguiente, lo primero que hice fue buscar a mi gatito blanco con negro, para reanudar nuestra amistad, quién diría que reposaba plácido y feliz, sobre las faldas de una señora alemana que le pasaba la mano por el lomo acariciándolo con suavidad. Al cabo de un rato me acerqué a la mesa y le comenté a la alemana lo desilusionada que estaba al descubrir que el gatito no era para nada mío, que era un experimentado seductor a pesar de su aparente juventud. La señora Alemana se rió y me lo ofreció para que yo lo acariciase pero orgullosa le dije que no y me contenté con mirarlo desde lejos descubriendo lo poco que sé de los animales y de lo equivocados que a veces estamos imaginando que poseemos cualidades por encima de los demás. En la noche volvió a pasear bajo mi mesa y le di un trozo de carne que a punta de lamidas desapareció.








Matrimonio turco :





En el Salmakis tuvimos la suerte de ver de cerca un matrimonio turco. Ya nos habían contado que los invitados regalaban a los novios joyas y dinero en efectivo pero una cosa es que te lo cuenten y otra cosa es verlo. Los invitados estaban congregados en unas mesas, las sillas con un gran lazo rojo, la música intentando algunos acordes como preparándose para lo esencial. La gente estaba vestida de manera desigual, había los muy elegantes y los que estaban con un gin y una camisa. Las chicas bien arregladitas, con peinados elaborados, apretaditas, dispuestas a conocer algún joven, moviéndose siempre en grupo, un poco regordetas, como recién salidas de la infancia. Llegó la novia, que resultó ser muy simpática caminado por un sendero de luces de fogueo que me parecieron peligrosos. El novio la recibió en el tabladillo y luego de una rápida ceremonia ante un notario o juez, luego de los aplausos de los invidtados, se lanzaron a bailar, era una pieza muy triste, seguramente romántica, una melodía muy lenta y lastimera, otras parejas salieron a bailar, tíos, primos y vecinos que languidecían abrazados como si en lugar de ser el comienzo de la fiesta fuese el final. Los invitados seguían llegando, acomodándose, algunos a gran distancia de lo que sucedía en la pista, la música empezó a animarse hasta que, como me había advertido un fotógrafo, todos se ponen a bailar, la novia con un brazo en alto, seductora, lo movía envolviéndolo y soltándolo saludando en cada mesa y con su ritmo y sonrisa invitándolos a bailar. El cierto momento el novio pareció reclamarla y la abrazó y la besó como diciendo ella es mía y en cierto momento comenzaron los fuegos artificiales en el cielo, la explosión de luces y sonidos, qué manera tan perfecta, pensé de decirle a la novia que la quería así como los rayos y los truenos, como si se tuviese la facultad de convertir la noche en día, la de acariciar las estrellas, la de competir con la luna, la de embobar a todos los invitados que tenían los ojos clavados en el esplendor de su amorosa demostración. Luego vino la entrega de los regalos, se formó una fila interminable de invitados que les iban entregando una pulsera, un anillo, un collar, un alfiler de oro, todos los regalos eran de oro, ella agradecía, besaba a quien le regalaba y seguía recibiendo y el novio también recibía dinero, monedas de oro con una cinta y un alfiler que colgaban indistintamente en la novia o en el novio. Imaginamos que al final de los saludos la novia estaría cubierta de oro, joyerías y dinero. Nos contaron que muchas veces venden todo a los pocos días y con ese dinero compran una tienda, o un automóvil, algo práctico para iniciar su nueva vida.







Peruanos en Gumusluk

: En Bodrum fuimos a una playa de pescadores llamada Gumusluk, en el camino recogimos a una señora que nos había indicado el camino hacia la playa, cuando se enteró que era peruana nos contó que en un intercambio que había hecho en Estados Unidos había sido íntima amiga de una peruana que recordaba con inmenso cariño luego de más de 40 años. La playita nos pareció encantadora sobre todo porque no están permitidos los hoteles grandes y todo está tal cual la dejaron los griegos porque esta parte de Bodrum perteneció a Grecia. Al frente de la playa se puede ver Kos, una isla griega. Nos entretuvimos un rato con las tiendas, comprando los ojos azules que espantan a los que pretenden echarte el mal de ojo, adornos para la casa de playa y buscando una camisa blanca de la que tenía antojo. Recorrimos los pequeños restaurantes que están casi sobre el mar, con sillas de colores y anuncios de platos todos de pescados y mariscos. Hay un pequeño muelle al que llegan embarcaciones chicas con su carga de pescados, que pesan y venden de inmediato. Encontramos a nuestra amiga, la que quiere tanto a los peruanos, bajo una sombrilla disponiéndose a meterse al agua, cosa que hace todos los días ahora que está jubilada, ella es muy feliz aquí en un lugar tranquilo lejos del bullicio de Estambul, nos dice. Le pregunto si alquilan toallas y me ofrece la suya con una amabilidad que me sobrecoge. Tumbados a la orilla del mar, con un par de perros que decidieron hacernos compañía, gozamos del sol y escuchamos una conversación ajena. Daban la impresión de ser un gigoló y una mujer un poco mayor entrada en carnes (así se dice a las gorditas). Hablaban en inglés. Resultó que ella era hija de una peruana, que había vivido su infancia en Pisco. Nos preguntó por el restaurante de uno de sus parientes allá, del que no teníamos ni idea y conversamos un rato. Hija de padre alemán, vivía en Berlín, era escenógrafa. Había hecho la escenografía de una ópera en Praga. El muchacho era turco, un turco buenmozo, delgado, lo que se dice pintón. Luego de varias remojadas, dejamos la playa para tomarnos una cerveza junto al muelle y comprarme unas pulseras de piedras color turqueza y coral.



5 comentarios:

  1. La verdad Cecilia que lo que escribes es muy interesante. Te felicito por los videos, las pinturas, y tu poético blog. Escribes también sobre la política peruana? Me gustaría ver tu punto de vista ya que mucho de lo que leo en ciertos diarios es semejante a la propaganda norteamericana. Susana S.

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  2. > Gracias querida Ce. Lo estábamos (te estábamos) extrañando. Mil
    > cariños,
    Carmen M.

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  3. Excelente tu Blog, Ceci.Kitty

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  4. Querida:
    ¡Valió la pena esperar!!!
    El blog está FABULOSO.
    La crónica del viaje a Turquía me encantó. (haber sabido lo de los regalos y me habría arreglado para casarme allá... !!! Qué cosa !!!
    Bss y felicitaciones.
    Maíta

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  5. Como siempre nos regalas anecdotas, literatura y poesia. Se ve que tuvieron un viaje maravilloso, se les ve muy contentos.

    Tu consejo de leer en el auto me parece un peligro, que suerte que puedes hacerlo, yo chocaria a cada rato.

    Un abrazo,
    Ali
    Es verdad Ali, es una exageración mía una hiperbole para comentar lo lento que está el tráfico. Gracias por tus comentarios, Ce

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