viernes, 16 de marzo de 2012

El encanto de Paracas


Una amiga querida nos invitaba hacía tiempo a pasar unos días en su casa de Paracas. Por una razón o por otra no podíamos ir, así que en esta oportunidad le dijimos que sí. Fuimos cinco amigas y pasamos unos días deliciosos en una linda casa frente a la bahía. Viajar entre amigas es algo muy especial, una oportunidad de conversar sin pausa, reír, hacer confidencias, compartir y con el ánimo que teníamos todo fue motivo de gozo y alegría. Nada, ningún obstáculo interrumpió nuestro deseo de pasarlo de maravillas. Paracas con la construcción de nuevos hoteles era uno de los lugares que deseaba visitar. Había ido de chica con mis padres y hasta el día de hoy saboreo los buffets de los domingos; el hotel de Paracas era uno de los lugares en donde mejor se comía, habían llegado chefs franceses y creado con nuestros pescados ( Corvinas y lenguados) y nuestras ricas frutas(chirimoyas y mangos) platos inolvidables. En una oportunidad mi hermano Javier se cayó a la piscina y mi papi, vestido y con zapatos y reloj puestos se tiró a la piscina a salvarlo. Jugábamos ping pong y disfrutábamos del pedalón. El hotel El Libertados ha conservado la misma estructura del antiguo hotel, el bar estaba en dónde estaba el bar, el comedor y el muelle, lo mismo, pero ahora todo es moderno, lujoso, los jardines preciosos con las mismas palmeras y los bungalows dispuestos como hace años. Hay un cuento de Alfredo Bryce Echenique que se llama "Con Jimmmy en Paracas" que describe el hotel.
Cuelgo acá algunas fotos del nuevo hotel.




Claro que lo más bonito de todo sigue siendo el mar y entonces tomé unas fotos justo cuando caía el sol:

Otro de los hoteles es el Hilton y ahí también pude tomar algunas fotos. Eran las seis de la tarde, las sombrillas estaban bajas, parecían unos personajes curiosos, y tomé esta foto que hasta a mí me impresionó de lo linda que salió.

Paseamos por el Chaco, un pequeño puerto del que se toman botes para ir a las Islas Ballestas a ver los lobos de mar. Me gustó ver pequeños restaurantes y hoteles con turistas, gente de todas partes del mundo que viene a conocer los diferentes lugares hermosos que tenemos en nuestro país. Hay un malecón con kioskos en donde venden coloridos recuerdos:
Para darnos un buen baño tuvimos que caminar por la orilla del mar. Ahí, tras ver una bandada de pájaros de pico rojo, encontramos un perro encantador, un fox terrier que nos persiguió y jugó con nosotros sin parar. Del mar salió un buzo que había recogido conchas que vendería en el puerto de San Andrés.



Me queda mucho por contar de estos días de Paracas, y varias fotos que ya colgaré en otro post, este árbol queda como símbolo de la belleza del lugar. Y por último el paisaje que teníamos frente a la casa.


















1 comentario:

  1. Cecilia querida,,,,yo veraneo en Paracas con mi familia desde hace25 aÑos,,,es un lugar maravilloso,,,,aun ahora que tenemos tres hoteles de 5 estrellas,,y dos mas por venir puedes disfrutar de la tranquilidad que la bahía te ofrece,,,,,,se nos vienen dos grandes desarrollos de vivienda ,,gracias a Dios unos kilómetros antes de llegar a nuestra hermosa Paracas,,, ojalá tengamos el privilegio de poner mantener esa Zona como es por muchos años mas,,,,,,sentada en la terraza veo llegar las aves migratorias desde Canadá y USA,,,es todo un espectáculo .......
    Cariños,
    Rosanna

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