Desde Lima, un relámpago de azul-cielo o azul-mar en nuestra mente o en nuestro corazón que ansían la belleza. Cuentos, poesía, música, cine, reflexiones, teatro, viajes, fotografía, entrevistas, danza y más.
viernes, 30 de mayo de 2008
Más de Swedenborg
Del cielo del infierno y sus maravillas
Encuentro este cuento en la revista "La mujer de mi vida", me gusta mucho y voy en busca de "Borges oral" en el que habla de Swedenborg.
"Voltaire dijo que el hombre más extraordinario que registra la historia fue Carlos XII. Yo diría: quizá el hombre más extraordinario -si es que admitimos esos superlativos- fue el más misterioso de los súbditos de Carlos XII, Emanuel Swedenborg".
Este sueco que inventó una nueva religión, que construyó una catedral de cristal y que diseñó un cielo y un infierno totalmente distinto a lo que comunmente se pensaba.
Todo parte del destino escandinavo, dice Borges, el el cual parece que todas las cosas sucedieran como en un sueño y en una esfera de cristal.
Un teólogo en la muerte
Emanuel Swedenborg
Los ángeles me comunicaron que cuando falleció Melanchton le fue suministrada en el otro mundo una casa ilusoriamente igual a la que había tenido en la tierra. (A casi todos los recién venidos a la eternidad les ocurre lo mismo y por eso creen que no han muerto.) Los objetos domésticos eran iguales: la mesa, el escritorio con sus cajones, la biblioteca. En cuanto Melanchton se despertó en ese domicilio, reanudó sus tareas literarias como si no fuera un cadáver y escribió durante unos días sobre la justificación por la fe. Como era su costumbre, no dijo una palabra sobre la caridad. Los ángeles notaron esa omisión y mandaron personas a interrogarlo. Melanchton les dijo:
-He demostrado irrefutablemente que el alma puede prescindir de la caridad y que para ingresar en el cielo basta la fe.
Esas cosas las decía con soberbia y no sabía que ya estaba muerto y que su lugar no era el cielo. Cuando los ángeles oyeron este discurso, lo abandonaron. A las pocas semanas, los muebles empezaron a afantasmarse hasta ser invisibles, salvo el sillón, la mesa, las hojas de papel y el tintero. Además, las paredes del aposento se mancharon de cal, y el piso, de un barniz amarillo. Su misma ropa ya era mucho más ordinaria. Seguía, sin embargo, escribiendo, pero como persistía en la negación de la caridad, lo trasladaron a un taller subterráneo, donde había otros teólogos como él. Ahí estuvo unos días y empezó a dudar de su tesis y le permitieron volver. Su ropa era de cuero sin curtir, pero trató de imaginarse que lo anterior había sido una mera alucinación y prosiguió elevando la fe y denigrando la caridad. Un atardecer, sintió frío. Entonces recorrió la casa y comprobó que los demás aposentos ya no correspondían a los de su habitación en la tierra. Alguno contenía instrumentos desconocidos; otro se había achicado tanto que era imposible entrar; otro no había cambiado, pero sus ventanas y puertas daban a grandes médanos. La pieza del fondo estaba llena de personas que lo adoraban y que le repetían que ningún teólogo era tan sapiente como él. Esa adoración le agradó, pero como alguna de esas personas no tenía cara y otras parecían muertas, acabó por aborrecerlas y desconfiar. Entonces determinó escribir un elogio de la caridad, pero las páginas escritas hoy aparecían mañana borradas. Eso le aconteció porque las componía sin convicción.
Recibía muchas visitas de gente recién muerta, pero sentía vergüenza de mostrarse en un alojamiento tan sórdido. Para hacerles creer que estaba en el cielo, se arregló con un brujo de los de la pieza del fondo, y éste los engañaba con simulacros de esplendor y de serenidad. Apenas las visitas se retiraban reaparecían la pobreza y la cal, y a veces un poco antes.
Las últimas noticias de Melanchton dicen que el brujo y uno de los hombres sin cara lo llevaron hacia los médanos y que ahora es como un sirviente de los demonios.
Lutero dejó a Melanchton, el más moderado de sus discípulos y partidario determinado de la conciliación, el cuidado de la redacción de la profesión de fe luterana. Esta profesión de fe, en veintiocho artículos, es la Confesión de Augsburgo, o sea el Credo de la primera iglesia reformada.
Swedenborg nos dice que cuando un hombre muere no se da cuenta de que ha muerto, ya que todo lo que lo rodea es igual. Se encuentra en su casa, lo visitan sus amigos, recorre las calles de su ciudad, no piensa que ha muerto; pero luego empieza a notar algo. Empieza a notar algo que al principio lo alegra y que lo alarma después: todo, en el otro mundo es másw vívido que este. por ejemplo hay más colores, hay más formas. Todo es más concreto, todo es más tangible en este mundo. Es como si nosotros vivieramos en la sombra. El hombre piensa: Yo he vivido todo el tiempo en la sombra, y ahora vivo en la luz.
El infierno son zonas pantanosas, zonas en lasque hay ciudades que parecen destruídas por los incendios, pero ahí los réprobos se sienten felices, es decir, estan llenos de odio y no hay monarcas en ese reino; continuamente estan conspirando unos contra otros. Es un mundo de baja política, de conspiración. Eso es el infierno.
El creyó especialmente en la salvación por las obras no sólo del espíritu sino tambien de la mente. Pero tambien el cielo está lleno de amor.
Su cielo es eminentemente intelectual. Lo imagina como una serie de conversaciones teológicas entre los ángeles y si un hombre no puede seguir esas conversaciones es indigno del cielo.
Dios no condena a nadie al infierno: Dios quiere que todos los hombres se salven pero como ha concedido el libre albedrío a los hombres, el hombre tiene el terrible privilegio de condenarse al infierno o de merecer el cielo. El hombre resuelve ser un demonio o un ángel. Sigue la compañía de quienes legustan.
Swedenborg nos invita a salvarnos mediante una vida más rica: A salvarnos mediante la justicia, mediante la virtud y mediante la inteligencia también.
Borges habla de Swedenborg y de su contacto con lo trascendente en una entrevista:
Yo he hablado mucho sobre Swedenborg con el pintor y místico argentino Xul Solar, yo era muy amigo de Xul, iba a casa de él en la calle Laprida 1214, ( maravilloso museo que hay que visitar en Buenos Aires) y leíamos a Swedenborg, leíamos a Blake, leíamos a los poetas alemanes, leíamos al poeta inglés Swinburne y muchos otros textos".-
¿Alguna vez percibió el mundo trascendente?
"No sé si llamarlo angélico o trascendente. Pero sé que... bueno... Yodos veces en mi vida he sentido el hecho de vivir fuera del tiempo. Eso me ha ocurrido.., una vez fue en Palermo, y otra vez fue en uno de los puentes detrás de la estación de Constitución. Y esas dos veces, me habían sucedido cosas, bueno, que me habían conmocionado durante el día. No sé... Una mujer me había dejado... Y de golpe estaba pensando en eso, y de pronto me vi así, en tercera persona, y sentí: 'qué puedeimportarme lo que le pasa a Borges, si yo soy Otra cosa; lo que me ha pasado es meramente circunstancial.' Ahora, yo no sé cuánto 'tiempo'duró ese estado; pero yo me sentí, no sé si feliz, pero como... bueno, como sereno, como arrebatado así de todo. Y he tratado de decirlo, una vez en un poema y otra vez en prosa, pero no sé si he logrado comunicar esa sensación.
Entonces, el monje, me dijo que su experiencia del nirvana era incomunicable; que él odía hablar sobre el nirvana con otro monje que también lo había alcanzado. Que él no sabia cuánto tiempo había durado, pero que despuéstodo era distinto para él. Le pregunté -'Distinto ¿en qué sentido?,¿usted siente todo igual que antes?'-'Sí'- me contestó, 'entiendop erfectamente lo que usted quiere saber'. 'Yo siento soledad, siento ansiedad, siento alegría, siento dolores físicos, siento placeresfísicos siento los sabores de las cosas; pero todo eso de un mododistinto después de alcanzar el nirvana'.-¿Y de ese modo es mejor?' -'Si'- me dijo, -pero yo no lo puedo explicar'. Y me di cuentaque tenía razón, que era algo inexpresable. Esto fue en Nara. En un monasterio budista..."
Emanuel Swedenborg nació en Estocolmo en 1688 y murió en Londres en 1772. educado en el luteranismo, sacerdote interesado en la ciencia, se adelantó a muchas invenciones ulteriores. Fue tambien un político, senador de la republica. Tuvo una revelación que le ambió la cida y luego una visitación que fue considerada por los otros como locura. El tenía que renovar la Iglesia de Jesucristo creando la tercera iglesia, la de Jerusalén.
jueves, 29 de mayo de 2008
Confucio
Me envían esta pequeña historia de Confucio:
Cuando un discipulo de Confucio (que no era taoista!!) le preguntó a su maestro sobre la muerte, Confucio le respondio: Si no comprendemos la vida, como comprenderemos la muerte...
Y buscando una imagen de Confucio, yo encuentro esta otra frase suya:
"Encuentra un trabajo que te guste, y no volverás a trabajar ni un sólo día de tu vida."
miércoles, 28 de mayo de 2008
Truman Capote, el personaje
Leo un excelente cuento de Truman Capote llamado “Miriam”, inmediatamente pienso en su novela “A sangre fría” y noto que hago un gesto interior de incomodidad. La lectura de ese libro hace ya muchos años, ha dejado un sabor amargo en mí. En mi mente el escritor está en la escena de ese crimen escalofriante que acabó con los cuatro miembros de la familia Clutter, de Kansas.
¿Coloco a Truman Capote en el mismo casillero que Dick Hickock y Perry Smith los asesinos de semejante crimen? Capote se involucró de tal manera que se convirtió en uno de los protagonistas de esa truculenta historia. Hay que añadirle que aún tengo frescas las imágenes de la muy buena película “A sangre fría” dirigida por Richard Brooks y actuada por Philip Seymour Hoffman.
La primera palabra que pensé para definir a Truman Capote fue Sórdido.
El diccionario da varias definiciones de la palabra sórdido: Que tiene manchas o suciedad, impuro, indecente o escandaloso, mezquino, avariento.
¿Era Sórdido Truman? Las manchas las habría adquirido en la infancia en la que sufrió el abandono de su padre y la indiferencia de su madre. Fueron mezquinos y avarientos con él y él se pasó la vida buscando ser amado.
En el diario El Clarín, Alberto Amato dice que Truman buscaba cómplices, no lectores. También buscaba amor. Como un desesperado. Cuando se es víctima del desamor, como lo fue Capote, lo único que queda a mano es la desgracia. Y lo cita: “Mi madre no era mala conmigo; simplemente tenía otros intereses. No pasé privaciones económicas; siempre hubo dinero para mandarme a buenas escuelas y eso. Pero sufrí un total abandono emocional. Nunca sentí que perteneciera a ningún lugar."
Este escritor y periodista norteamericano, uno de los mejores, dice de sí mismo: Soy un genio. ¿Lo era? Un genio es una persona dotada con una capacidad mental extraordinaria que le permite crear o inventar cosas nuevas y admirables. Pero un genio también debe saber cuidar de sí mismo y si bien nuestro autor consigue el tan anhelado éxito y es recibido en los mejores círculos de New York (adoraba las fiestas), no consigue olvidar su desgraciada infancia y tras haber exprimido la terrible historia de aquel crimen que le fascinó, de las reuniones que tuvo con Perry, uno de los asesinos, el haber sido testigo de los ahorcamientos, se sumerge en alcohol y drogas hasta destruirse.
El último libro que escribió y que fue publicado tras su muerte se llamó “Plegarias atendidas” haciendo referencia a la frase de Santa Teresa:
“Se llora más por las plegarias atendidas que por las no atendidas”. Al talentoso escritor le fueron concedidas muchas de sus plegarias.
Uno de sus amigos, Dotson Rader, cuenta:
Truman Capote era quizás el hombre más solitario que yo haya conocido jamás, y también el más necesitado. Era famoso y al mismo tiempo muy reservado, volcado hacia el exterior y, en la misma medida, difícil de conocer, popular pero aislado. Resultaba difícil conectar con él. Era como si se encontrara en un estado de disociación, era como si saliera de sí mismo para contemplar a alguien, él, que estaba contigo. Nunca conseguías averiguar de verdad si él era el que observaba o el observado. Aunque me negué siempre a reconocerlo, incluso para mis adentros, tenía la sensación de que iba a terminar mal. Sabía además que no había forma de ayudarle. Saber eso era suficiente para hacerte pedazos el corazón.
"Estoy deseando morirme", me confesó. "Rezo por morirme. No puedo más", Y no pudo.
Entonces la otra palabra que se me ocurre para definirlo es soledad.
Frases de Truman Capote:
"Yo me contradigo todo el tiempo. Y en esas contradicciones está mi gran fuerza moral."
"Toda mi vida supe que podía tomar un puñado de palabras y que al tirarlas al aire descenderían en el sitio apropiado."
"Es como si dos diferentes personas estuvieran dentro mío. Una es notablemente inteligente, imaginativa y madura, la otra tiene catorce años."
"Si miran ambos lados de mi rostro verán que son completamente distintos. Tengo una especie de cara cambiada por otra."
“Cuando Dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y éste solo tiene por finalidad la autoflagelación.”
“Entretanto aquí estoy en mi oscura demencia, absolutamente sólo con mi baraja de naipes y, desde luego, con el látigo que Dios me dio.”
"La felicidad deja huellas muy tenues. Son los días negros los que estan prolijamente documentados:
Manuel Vicent hace un muy buen perfil suyo en el diario El País en un artículo llamado: “Truman Capote: la mariposa entre las flores.”
http://www.elpais.com/articulo/narrativa/Truman/Capote/mariposa/flores/elpepuculbab/20080517elpbabnar_11/Tes
Un artículo de Rosa Montero: http://www.elpais.com/articulo/portada/Truman/Capote/pudrio/elpepusoceps/20060326elpepspor_7/Tes
lunes, 26 de mayo de 2008
Un alma como la mía
Me escribe mi querida amiga Tachi y me cuenta que esta canción la escuchaba su papá, cantada por Bola de Nieve, de Cuba. La encuentro en You tube y la cuelgo.
domingo, 25 de mayo de 2008
Papageno- de La Flauta mágica de Mozart
La música de esta ópera es de la mas bellas que ha escrito Mozart, (Es extraordinaria la comparación entre la música de la Flauta Mágica y su Réquiem).
Papageno es un vendedor de pájaros que comerciaba con la Reina y que es obligado a ayudar a Tamino en su misión. Durante la obra se enamora de una criada del Castillo, Papagena. Es un personaje alegre, cómico y mentiroso, ya que al principio de la obra engaña a Tamino diciéndole que él había sido el que le había salvado la vida. En este dueto de amor de Papagena y Papageno dicen algo así: bendita nuestra unión, tendremos muchas Papagenitas y muchos Papagenitos que bendecirán nuestra unión.
sábado, 24 de mayo de 2008
El ángel de la eterna sonrisa
El poderío de la música
Es interesante conocer algo sobre el director Daniel Barenboim:
viernes, 23 de mayo de 2008
De El Jardín dorado
Es suficiente lo que poseo
jueves, 22 de mayo de 2008
Crisantemo amarillo y solo
Encuentro unos antiguos poemas y decido ¿Por qué no compartirlos?
No tienen fecha porque no tengo la costumbre de ponerla en mis trabajos.Pero igual aquí está y despues pondré otros. Ce
¿Cómo poder ver a través de las cosas y los seres?
¿Descubrir la sombra y la luz que sale y se esparce llenando el espacio de belleza?
¿Absorber la tibieza, ensanchar el alma, abrazar con mis pétalos el viento que insiste en besarme?
¿Contagiarme de la inocencia que despierta tu pureza?
¿Ser yo también el crisantemo que canta en la esquina de un campo que no es enorme pero que permite soñar?
miércoles, 21 de mayo de 2008
Juntos y revueltos
Si Dios fuera una mujer, una blasfemia
Si Dios fuera una mujer
lunes, 19 de mayo de 2008
Saber encontrar la isla
De La nación de un artículo de Sergio Sinay que se llama: Los paisajes externos son paisajes internos, (https://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/revista/nota.asp?nota_id=1012412) extraigo una idea:
domingo, 18 de mayo de 2008
Playa en invierno
Obrajillo
viernes, 16 de mayo de 2008
Palabras para Julia
canta Liliana Herrero ( argentina) Guitarra Paco Ibañez
El poema en el que se basa la canción de Juan Agustín Goytissolo nacido en Barcelona el 13 de abril de 1928, se vio brutalmente sacudida por la muerte de la madre -Julia Gay- víctima de un bombardeo franquista sobre la ciudad en 1938. El hecho dramático afectó a todos los hijos, pero especialmente a José Agustín, que puso a su hija el nombre de la madre perdida, y que en uno de sus más célebres poemas , Palabras para Julia, une voluntariamente, en amor y deseo, a las dos mujeres. En 1993, en el tomo Elegías a Julia Gay reunió todos los poemas de tema materno, principal en su primer libro, El retorno (1955) y en otro, muy posterior, en que pretendía cerrar esa vieja y fecunda herida, Final de un adiós (1984).
Palabras para Julia
Tú no puedes volver atrá
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre sólo una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo no son nada.
Pero cuando yo te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino nunca digas
no puedo más aquí me quedo.
La vida es bella tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
jueves, 15 de mayo de 2008
Rauschenberg
A los 82 años acaba de morir este artista que fue considerado el padre del Pop art. El creía que se podía hacer arte con los objetos de la vida diaria. Consiguió que se acercaran las fronteras entre el arte y la vida.
Una de sus frass: "No puedo imaginarme vivir sin confusión. Siempre he sido de la clase experimental".
Y más música: Rostropovich
Además de director de orquesta, pianista y virtuoso mundial del violonchelo, Rostropovich se distinguió por su oposición a la represión comunista soviética. Fue su defensa del escritor disidente soviético Alexander Solzhenitsyn lo que le granjeó problemas con el régimen comunista en los 70. Además, era amigo íntimo de varios compositores criticados por Stalin, como Prokofiev y Chostakovich. Tuvo que exiliarse en 1974 y marchó junto a su esposa a Estados Unidos, donde fue nombrado en 1977 director de la Orquesta Sinfónica de Washington, cargo que ocupó hasta 1994.
Durante este periodo, en 1978, las autoridades soviéticas le llegaron a retirar la nacionalidad rusa, aunque se la devolvieron en 1990, dos años después de regresar a su patria. Era la época de la caída del sistema comunista y en 1989 celebró la caída del muro de Berlín con un concierto improvisado junto a los restos del muro. Ya reconciliado con las nuevas autoridades rusas, en marzo fue homenajeado en el Kremlin con motivo de su 80 cumpleaños en presencia del presidente ruso, Vladímir Putin, y de más de 500 invitados.
Obtuvo prestigiosos premios internacionales de música el Premio Stalin (1951 y 1953), el Lenin, máximo galardón soviético, (1964) o el premio al Artista del Pueblo de la URSS en 1966. En el año 1995 recibió el Polar Music Prize, un premio concedido por la Real Academia de Suecia de Música. En 2004 le fue concedido el Premio de la Fundación Wolf de las Artes de Jerusalén. Además, fue premio Príncipe de Asturias de la Concordia de 1997, compartido con el violinista británico Yehudi Menuhin, por su activismo político, que completaba con su actividad solidaria. Era padre de dos hijos y creó con su mujer una fundación a favor de los niños y era representante especial del programa de la ONU para la lucha contra el SIDA.
The red violin
Escuchar esta preciosa melodía:
miércoles, 14 de mayo de 2008
El poema teje los sueños
de su ensayo TEJER LOS HILOS DE LOS SUEÑOS EN LA POESIA
Un poema de Prévert
Por Jacques Prévert
Poeta y guionista francés nacido en Paris en 1900.Abandonó la escuela a los catorce años y después de permanecer por corto tiempo en la Marina, se ocupó en diversos oficios mientras desarrollaba el gusto por la poesía. Ingresó al grupo surrealista en 1926 y se separó a raíz de la crisis señalada por el Segundo Manifiesto de Breton en 1929. A partir de 1935, después de una experiencia teatral, compuso canciones famosas, se apasionó para el cine y redactó varios guiones de películas para Marcel Carné. Fue después de la guerra cuando encontró el éxito más grande con la aparición de la colección "Palabras" en 1945.Se mantuvo siempre hostil hacia todas las fuerzas de opresión social, testimoniando su afecto y su compasión para la clase humilde.Dedicó el fin de su vida a su actividad de libretista, y dio muestras de su humor en textos como "Fárrago" y "Choses et autres" en 1972.Falleció en 1977
domingo, 11 de mayo de 2008
Sobre el cielo de Paris
Riesgos de la sabiduría
La sabiduría es un don escaso. No confundamos sabiduría con saber; a diferencia del castellano o del portugués, el idioma francés distingue savant (o el hombre de ciencia o el que sabe mucho sobre algo) y sage (el que ha alcanzado, a través de sus actos y de sus pensamientos, una especie de armonía moral y mental que le otorga la inefable capacidad de sustraerse de las contingencias del mundo).
Y si es imprescindible para la sabiduría dominar un vasto saber, aunque sea para aprender a olvidarlo, el saber, en cambio, no desemboca necesariamente en la sabiduría.
El caso de Aristóteles merece ser expuesto con cierto detalle: hijo del médico oficial de los reyes macedonios, Aristóteles llegó a Atenas a los 17 años para estudiar en la Academia, la escuela de Platón, donde permaneció dos décadas, a pesar de que las relaciones con su maestro no eran perfectas. Ciertas fuentes incluso afirman que Platón, mucho más viejo que su discípulo, criticaba en él hasta la manera de cortarse el pelo y de vestirse (lo cual tal vez era un modo de insinuar que se trataba de un extranjero), y que, de tan competitivas, sus relaciones acabaron en una definitiva ruptura. Más o menos en el momento de la muerte de Platón, los conflictos políticos entre atenienses y macedonios pusieron en peligro la vida de Aristóteles, que tuvo que buscar refugio en Atarneo, en Asia Menor, gobernada por Hermias, un aliado de Filipo de Macedonia. La guerra entre Filipo y los atenienses era inminente, y después de la batalla de Queronea que impuso a los macedonios, Aristóteles volvió a su patria para convertirse en preceptor de Alejandro Magno. El general de 20 años, que venció a los persas, viejos enemigos de Grecia, a pesar de haber sido educado por el filósofo más eminente de su tiempo, cayó en la misma trampa en que cayeron tantos pretendidos soldados de la civilización: terminó adoptando la supuesta barbarie de los vencidos. Como algunos jóvenes oficiales de su corte, entre los que estaba el historiador Calístenes, indignados, se sublevaron, la represión de Alejandro, según cuenta Canfora, fue feroz, ensañándose especialmente con Calístenes: 'Fue horriblemente mutilado, exhibido en una jaula y finalmente despedazado por un león'.Calístenes, sobrino de Aristóteles fue horriblemente mutilado, exhibido en una jaula y finalmente despedazado por un león.
Los hombres que consagran su vida a las ideas son dejados al margen de la sociedad.
La sabiduría es escasa, es innegable que, en todo tiempo y lugar, muchos creen poseerla y más numerosos son todavía los que, por variadas razones, se empeñan en simularla. La Rochefoucauld escribió que la gravedad del cuerpo y del semblante suele ser útil para esconder las lacras del alma. Pero la eficacia de esa astucia es relativa. A veces, se huele a la legua al que pretende ser un sabio y no es más que un perverso.
jueves, 8 de mayo de 2008
Glenn Gould
Para oír y ver a Gould http://es.youtube.com/watch?v=clDtiewclmg
El enigma de un pianista revolucionario
Una nueva biografía y un libro de entrevistas indagan en la compleja personalidad del mito de Glenn Gould
ELSA FERNÁNDEZ-SANTOS - Madrid - 04/04/2007
"Lo que ocurre entre mi mano izquierda y mi mano derecha es un asunto privado que no le importa a nadie". Así zanjaba Glenn Gould en 1974 la pregunta del periodista Jonathan Cott sobre la célebre postura que adoptaba frente al piano. Flexionado como un feto en el útero materno, Gould (Toronto, 1932-1982) se sentaba sobre una silla de madera paticorta (construida para él por su padre) que dejaba su nariz a ras del teclado.
Encorvado, siempre ensimismado, canturreando, el pianista canadiense rompió con su excéntrica personalidad las leyes que hasta entonces marcaban la pauta estética -y escénica- de los concertistas. Subía al escenario con el frac arrugado bajo una -o varias- bufandas, abrigo y mitones. Dejaba sus manos a remojo durante veinte minutos antes de tocar y siempre evitaba el contacto físico (a lo Howard Hughes) con extraños. Huía de la fama, de su público, y sólo encontró respiro en las herméticas salas de grabación.
Pero sus salidas de tono, su adicción a las pastillas y su patológica fobia a lo extraño sólo son parte del culto a la personalidad de uno de los pianistas más intensos y brillantes de la historia, un hombre escurridizo y errático, que plantó cara a las tradiciones y cuya versión de Las variaciones Goldberg de Bach (más allá de ser la pieza predilecta de los banquetes de casquería del caníbal Hannibal Lecter) es un hito del siglo XX.
Dos nuevos libros -la biografía Vida y arte de Glenn Gould, escrita por Kevin Bazzana y publicada por Turner, y Conversaciones con Glenn Gloud, de Jonathan Cott, editado por Global Rythm dentro de su colección PoliRitmos, en la que está previsto publicar el próximo otoño la correspondencia del pianista- indagan en la compleja personalidad de Gould. Su muerte prematura, a los 50 años, y su repentina retirada de los escenarios, a los 34, contribuyeron notablemente a agrandar su leyenda. Sobre su retirada, él explicó que tenía que ver con su negativa a entrar en el espíritu competitivo que esconde todo virtuosismo exhibicionista.
Un derrame cerebral, provocado por una infección mal atendida, causó su imprevista muerte días después de su cumpleaños. Los médicos no se alertaron: Gould llevaba años con dolores de cabeza, resfriados y males menores para los que se automedicaba de manera compulsiva. Ya entonces la figura de Gould estaba rodeada de leyendas y desconcierto. Su psiquiatra, Peter Ostwald, explicó que su personalidad, aunque no se podía catalogar, tenía muchos elementos del síndrome de Asperger, una variante del autismo en la que confluyen una sensibilidad extraodinaria para los estímulos sensoriales con actitudes obsesivas en la rutina y una fobia acusada a todo acto social.
Jonathan Cott (autor de la biografía de Bob Dylan On the sea of memory) habló con Gould durante varias ocasiones a lo largo de 1974. Gould tenía entonces 42 años y vivía retirado de la vida pública, sumergido en sus grabaciones de estudio. Todas las conversaciones con Cott se mantuvieron por teléfono (aparato que Gould adoraba) y en ellas se trasluce la erudición del músico, sus manías y sus gustos. "Duermo con la radio puesta. De hecho, desde que dejé el Nembutal soy incapaz de dormir sin la radio", le confiesa en un momento al entrevistador para luego explicarle que no entiende a la gente a la que le molestan los ruidos de fondo: "La radio me permitió superar un bloqueo mental con el Opus 109, de Beethoven. Me resulta imposible entender a la gente a la que le molestan los hilos musicales. Yo me pasaría la vida subiendo y bajando en un ascensor. Por sosa que sea, no me molesta. No discrimino". Escuchando la radio, Gould descubrió a Petula Clark y a los Beatles. Adoraba a la cantante del sur de Inglaterra y le horrorizaba el cuarteto de Liverpool.
Según Kevin Bazzana la leyenda de Gould está llena de exageraciones. Su negativa a estrechar la mano en realidad sólo era con los desconocidos por miedo a alguna fractura (los peores, según llegó a contar Gould a un amigo, eran los jóvenes y los hombres de baja estatura). Lo cierto es que los demonios internos le acechaban desde niño y el rechazo a lo extraño no era una farsa. Gould, que sólo tuvo dos profesores de piano -su madre y el chileno Alfonso Guerrero, a quien dejó el día que consideró que ya no tenía nada más que aprender de él- vivió una vida ermitaña y monacal. "El ego de Gould era tan frágil como resistente", escribe Bazzana. Y su influencia en generaciones posteriores definitiva, añade el biógrafo que citando a otro mito, Herbert von Karajan, concluye: "Su estilo abrió el camino del futuro".
Arte en Barranco
miércoles, 7 de mayo de 2008
Presentación de Juan José Millás
domingo, 4 de mayo de 2008
La piedra de toque
Anónimo
Se cuenta de un hombre al que un anciano sabio reveló un secreto fabuloso llamado "la piedra de toque". Se trataba de hallar dicho talismán tras lo cual estaría a su alcance todo aquello que deseara. La Piedra de Toque podría encontrarse, según le informó el sabio, entre los guijarros de una playa. Todo cuanto debía hacer era pasear por la orilla e ir recogiendo guijarros. Si una de esas piedras la sentía tibia al tacto, cosa contraria a lo que suele suceder con los guijarros, habría encontrado la Piedra de Toque.
El hombre se marchó inmediatamente a su casa y decidió dedicar una hora cada día a la búsqueda de tal tesoro. Y cada mañana al amanecer recogía piedras en la playa. Cuando agarraba un guijarro que sentía frío, lo tiraba al mar. Esta práctica continuó hora tras hora, día tas día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año. Cada guijarro se sentía frío. Cada guijarro era inmediatamente lanzado al mar. Sin embargo, se consolaba pensando que aquella práctica resultaba sana y agradable. De hecho, pasados los años, casi había olvidado la razón de sus paseos matinales por la playa, disfrutaba mirando el mar, observando el oleaje, escuchando a las gaviotas y recoger y tirar los guijarros pasó a ser casi un juego divertido, un hábito.
Pero entonces, tarde en una mañana, sucedió que tomó un guijarro que sintió tibio, a diferencia de los demás. El hombre, cuya conciencia apenas percibió la diferencia, lo lanzó al mar. Ni siquiera se dio cuenta que había tirado La Piedra de Toque. El tesoro cuya búsqueda había comenzado hace tantos años.
sábado, 3 de mayo de 2008
Venus
Desiertos de la luz- Antonio Colinas
Desiertos de la luz
Por Antonio Colinas
Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946), uno de los mayores poetas de España, lanza estos días Desiertos de luz (Tusquets), en el que prosigue su incansable búsqueda hacia “el centro del centro”, hacia la esencia de la poesía y de la palabra. Y, aunque viaja ligero de equipaje, le acompañan Händel y Glen Gould, Oriente y Occidente, el caos presente y la eternidad.
¿Conocéis el lugar?
¿Conocéis el lugar donde van a morir
las arias de Händel?
Creo que se halla aquí, en este espacio
donde se inventa la infinitud de los amarillos;
un espacio en el centro del centro de Castilla
en el que nuestros cuerpos sanarían
para siempre
si tus ojos y mis ojos
mirasen estos páramos
con piedad absoluta
y en donde hasta el espíritu suele arrodillarse
para hacernos su ofrenda
en rosales de sangre.
En este espacio hay un fuego blanco
en el que viene a expirar la música
que nos llega de lejos, ¡de tan lejos!
¿Conocéis el lugar donde van a morir
las arias de Händel?
Está aquí, en una tierra con más cielo que tierra,
donde los ruiseñores serenan la alameda
y la alameda serena de los ruiseñores,
y con la emanación
húmeda del tomillo más nocturno,
acude un enjambre de estrellas
a venerar la última espina de Cristo.
Es el mismo lugar donde la luz
llora luz,
y la catedral de los cardos
alza su grito de silencio,
y están solas, muy solas, las vírgenes
[anunciadas
y el pueblo, amurallado y muerto,
asciende vivo sobre un horizonte de lágrimas,
no sé si como un salmo
o como una corona de piedras inciertas.
¿Conocéis el lugar donde van a morir
las arias de Händel?
Está aquí, en el centro del centro de Castilla,
donde por los linderos morados
se tensa, como un arco, la luz;
es un espacio en que la nada es todo,
y el todo es la nada,
y en el que junio joven viene por los montes,
vertiendo de su copa oro líquido.
Es un lugar en el que espacio y tiempo
sólo son una hoguera
que arde y que mantiene su combustión
gracias a nuestras vidas (quiero decir:
gracias a nuestras muertes).
La música que más amáis
aquí tiene su tumba.
es la música que, a través de la respiración
[de las espigas,
viene a morir en la luz que respiran
[nuestros pechos
Morada de la luz
El hosco cielo va rodando arriba
y amenaza sobre los montes negros.
Al fin será esta casa mi morada
y hasta lo que es más duro en ella (ese muro
de piedra, tan rotundo)
dormirá sosegado en mi pupila.
En esta casa el tiempo es la ternura
y siempre callo hasta que sea el silencio
lo que discurra dentro de mis venas.
En mi morada no hay días ni noches.
Mi morada es mi día y es mi noche.
Cada mínima estancia es azotea.
Floto en su soledad, bebo en su sombra;
si asciendo a los desvanes de la luz
desciendo hasta un saber que ya no sabe.
Esta casa, en quietud, está girando
-planetario de amor-
en torno del remanso de los cuerpos.
En ella voy, sin ir, a cada sitio
y a sus goces regreso sin marcharme.
Todo cuanto busqué, aquí lo encuentro.
Esta morada es mundo sin el mundo.
En ella suena música que arrastra hacia el sin fin,
marea en la que voy
y vengo (¡mas tan quieto!)
recibiendo respuestas sin palabras
a preguntas que no mueven mis labios.
Y siento que tú estás aquí, aunque no estés,
y que yo estoy en ti, aunque no estoy.
Centro donde te veo al fin ¡tan cierta!;
centro donde, no estando tú,
en plenitud estás para salvarme.
Al fin el corazón ya ha retornado
a escucharse a sí mismo.
Qué dulzura este ir cerrándose a todo
para poderse abrir y comprenderlo todo:
nada hermosa que llega acariciando
mi piel para acallarme,
para acallarme aún más, y serenarme.
Morada del amor con sus anillos
de silencio que silban, mas no ahogan,
porque la sangre de los nuestros ya
no está para dolernos
(la sangre de los nuestros ahora es sólo
la luz de cobre que está ardiendo lenta
en torno de la copa del ciprés).
Antonio Colinas
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viernes, 2 de mayo de 2008
"Tierra de sombras"
jueves, 1 de mayo de 2008
Música africana
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