Turner
Jorge Luis Borges, en una conferencia en la Universidad de Montevideo en 1949 habla sobre la poesía de Oscar Wilde y nos cuenta cómo recien adquiere importancia el crepúsculo en la poesía de las últimas décadas del siglo XIX.
La idea de que la noche pudiera ser agradable es una idea relativamente nueva en la literatura.
Para los griegos, latinos, los renacentistas, la imagen natural de la alegría era la de la aurora. En el siglo XIX ya se siente la aurora como algo terrible, vemos el sentido que ella tiene en Baudelaire o en Tennyson.
Entonces ahora, me pregunto, para nuestros poetas ¿qué momentos es más poético, el del crepúsculo o el de la aurora?, para nosotros mismos ¿qué momento elegimos?, ¿cuál nos produce mayor placer, mayor esperanza, en cual nos sentimos más plenos?
Habrá los crepusculares y los aurorales. Yo me coloco obediente en la fila de los que adoran los crepúsculos.
Jorge Luis Borges, en una conferencia en la Universidad de Montevideo en 1949 habla sobre la poesía de Oscar Wilde y nos cuenta cómo recien adquiere importancia el crepúsculo en la poesía de las últimas décadas del siglo XIX.
La idea de que la noche pudiera ser agradable es una idea relativamente nueva en la literatura.
Para los griegos, latinos, los renacentistas, la imagen natural de la alegría era la de la aurora. En el siglo XIX ya se siente la aurora como algo terrible, vemos el sentido que ella tiene en Baudelaire o en Tennyson.
Entonces ahora, me pregunto, para nuestros poetas ¿qué momentos es más poético, el del crepúsculo o el de la aurora?, para nosotros mismos ¿qué momento elegimos?, ¿cuál nos produce mayor placer, mayor esperanza, en cual nos sentimos más plenos?
Habrá los crepusculares y los aurorales. Yo me coloco obediente en la fila de los que adoran los crepúsculos.
Me encanta los créspusculos y la lluvia ...con un café al lado..o caminando envuelta en chalinas y polares.
ResponderEliminarMe gusta tu blog!!!!