viernes, 27 de marzo de 2009

¿Que nos dice la mariposa?



...y porque era el alma míal'alma de las mariposas...Rubén Darío



Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces a la palabra melancolía. Pablo Neruda

Mariposas de jardín:

Antes había más mariposas, se nos cruzaban en nuestro camino.

Cuando no estábamos en el jardín sabíamos que ellas estaban ahí ,delicadas, sobre alguna flor o cruzando el aire para posarse un poco más allá donde todavía ilumina el sol.


Unas cuantas veces en la vida se me ha parado en el cuerpo o en la mano una mariposa haciéndome sentir elegida, como si la vida me estuviese haciendo un inmerecido regalo.

La casa de las mariposas que visité:




Tuve la suerte de visitar un mariposario en Viena Austria. En uno de los invernaderos del castillo de Schönbrunn se exhiben una infinidad de mariposas exóticas vivas durante la temporada de verano.


En el taller, estuvimos redefiniendo nuestro concepto de la mariposa.
Salió esto:

Delicadeza, belleza efímera, flor suspendida en el aire, danza de colores, ilusión, alas.
Anuncio.
Alas llevadas por el viento.
¿Dónde desaparece la belleza de la mariposa tras su muerte?
Tercipelo, susurro, tristeza, única flore que vuela.
Tal vez sigues viva.
El mundo tras la muerte de la mariposa.
La eternidad de la mariposa
Anuncio de una carta
Trae dinero
Alegría que salta
Colores que danzan
Inmodestia justificada
Revoloteo
Libertad pequeña
Primavera que se anuncia
Parpadeos
(Mariposa, ojos, párpados) Los ojos serían mariposas.
Volar alborotada
Lento latido de la oruga
Fugacidad de unas horas
Mariposa frente al espejo danzando en círculo
Un rtitual enfurecido.
Transparente, herida, violenta, intocada, rabiosa,
Polvillo dorado
Terca, coqueta, juguetona, que arriesga quemarse, mariposa dorada, del fuego.


Mariposa de Obsidiana de Octavio Paz


Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos. A la orilla del lago Texcoco me eché a llorar. Del Peñon subían remolinos de salitre. Me cogieron suavemente y me depositaron en el atrio de la Catedral. Me hice tan pequeña y tan gris que muchos me confundieron con un montoncito de polvo. Sí, yo misma, la madre del pedernal y de la estrella, yo, encinta del rayo, soy ahora la pluma azul que abandona el pájaro en la zarza.
Bailaba, los pechos en alto y girando, girando, girando hasta quedarme quieta; entonces empezaba a echar hojas, flores, frutos. En mi vientre latía el águila. Yo era la montaña que engendra cuando sueña, la casa del fuego, la olla primordial donde el hombre se cuece y se hace hombre.
En la noche de las palabras degolladas mis hermanas y yo, cogidas de la mano, saltamos y cantamos alrededor de la I, única torre en pie del alfabeto arrasado. Aún recuerdo mis canciones:
Canta en la verde espesurala luz de garganta dorada,la luz, la luz decapitada.
Nos dijeron: la vereda derecha nunca conduce al invierno. Y ahora las manos me tiemblan, las palabras me cuelgan de la boca. Dame una sillita y un poco de sol.En otros tiempos cada hora nacía de vaho de mi aliento, bailaba un instante sobre la punta de mi puñal y desaparecía por la puerta resplandeciente de mi espejito. Y yo era el mediodía tatuado y la noche desnuda, el pequeño insecto de jade que canta entre las yerbas del amanecer y el zenzontle de barro que convoca a los muertos. Me bañaba en la cascada solar, me bañaba en mí misma, anegada en mi propio resplandor. Yo era el pedernal que rasga la cerrazón nocturna y abre las puertas del chubasco. En el cielo del Sur planté jardines de fuego, jardines de sangre. Sus ramas de coral todavía rozan la frente de los enamorados. Allá el amor es el encuentro en mitad del espacio de dos aerolitos y no esa obstinación de piedras frotándose para arrancarse un beso que chisporrotea.
Cada noche es un párpado que no acaban de atravesar las espinas. Y el día no acaba nunca, no acaba nunca de contarse a si mismo, roto de monedas de cobre. Estoy cansada de tantas cuentas de piedra desparramadas en el polvo. Estoy cansada de este solitario tronco.
Dichoso el alacrán madre, que devora a sus hijos. Dichosa la araña. Dichosa la serpiente, que muda de camisa. Dichosa el agua que se bebe a sí misma. ¿Cuándo acabarán de devorarme estas imágenes? ¿Cuándo acabaré de caer en esos ojos desiertos?
Estoy sola y caída, grano de maíz desprendido de la mazorca del tiempo. Siémbrame entre los fusilados. Naceré del ojo del capitán. Lluéveme, asoléame. Mi cuerpo arado por el tuyo ha de volverse un campo donde se siembra uno y se cosechan ciento. Espérame al otro lado del año: me encontrarás como un relámpago tendido a la orilla del otoño. Toca mis pechos de yerba. Besa mi vientre, piedra de sacrificios. En mi ombligo el remolino se aquieta: yo soy el centro fijo que mueve la danza. Arde, cae en mí: soy la fosa de cal viva que cura los huesos de su pesadumbre. Muere en mis labios. Nace en mis ojos. De mi cuerpo brotan imágenes: bebe en esas aguas y recuerda lo que olvidaste al nacer. Yo soy la herida que no cicatriza, la pequeña piedra solar: si me rozas, el mundo se incendia.
Toma mi collar de lágrimas. Te espero en ese lado del tiempo en donde la luz inaugura un reinado dichoso: el pacto de los gemelos enemigos, del agua que escapa entre los dedos de hielo, petrificado como un rey en su orgullo. Allí abrirás mi cuerpo en dos, para leer las letras de tu destino.









Recientes investigaciones han demostrado que en Perú hay más de 3,700 especies de mariposas, es decir, el 20 por ciento de todas las mariposas que existen en el mundo.

5 comentarios:

  1. Gracias Ceci...lo disfrute muchisimo!
    Aqui en Viena estoy en un taller de literatura tambien, y lo dirige una escritora mexicana que se llama Cristina Rascon...es mi primera experiencia y la estoy disfrutando muchisimo, de verdad.
    Un beso
    Marisabel

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  2. Cecilia: hola, te felicito por tú blog. Ya lo vi, no detenidamente pero lo haré mañana con calma. Te voy a pasar las informaciones de las actividades culturales que hago en la Biblioteca para que te animes a venir. Un beso muy grande de Susana Bedoya

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  3. gracias amiga
    se lo voy a reenviar auna amiga doctora
    besosssssss
    beba

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  4. hermoso,me alegro que mis pasos vacilantes y juguetones por el ciberespacio me llevasen a tu pagina...te felicito....como me gusta la casualidad debo pensar que nos encontraremos denuevo si la vida asi lo quiere,ana

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  5. Ana Isabel, muchas gracias, que pena que no me mandaste tu correo para contactarnos. Grandes saludos y claro que sería bueno encontrarnos otra vez. Ce

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Tu comentario es de gran utilidad para para Abraelazuldelcielo. Ce.