Empezó Huracán, la opera prima de Chiara Roggero, ganadora del segundo puesto del concurso de dramaturgia del Británico. Muy buenas actuaciones, entretenida, reflexiva, graciosa. El público disfruta y Chiara está feliz. Yo me siento orgullosa de su dedicación y su talento.
Desde Lima, un relámpago de azul-cielo o azul-mar en nuestra mente o en nuestro corazón que ansían la belleza. Cuentos, poesía, música, cine, reflexiones, teatro, viajes, fotografía, entrevistas, danza y más.
domingo, 30 de noviembre de 2014
Las paredes tienen ojos
Las paredes tienen ojos, por Cecilia Bustamante de Roggero
Las paredes tienen ojos. Un ojo femenino que todo lo captura y lo guarda en la memoria para aprender como son los hombres y mujeres que viven en ese pequeño dormitorio que puede ser usado por una adolescente enamorada, por un viejo arisco, por una mujer que tiene los días contados o un hombre solitario que no deja de esperar el encuentro con el amor de su vida.
Las paredes tienen oídos que todo lo oyen, que se asustan con los gritos desaforados de esa... mujer que tiene dominado a un hombre que es débil y no tiene la fuerza como para hacer su maleta y partir. Tienen oídos que se sobresaltan con los ronquidos y lamentos de esa vieja que ha caído exhausta sobra la cama después de escuchar las excusas de sus tres hijas que dicen que hoy tampoco la podrán visitar. Las paredes tienen oídos que gozan con el silencio quieto de ese niño dormido.
La joven ha puesto su escritorio al pie de la ventana para ver desde ahí los olivos y escuchar el canto de algún pájaro mientras va escribiendo acerca de los ojos y los oídos de las paredes, sobre el destino que las obliga a permanecer ahí mudas mientras los habitantes vienen y van, alojan y desalojan la pieza, la dejan desnuda. Paredes ansiosas esperando el desconocido huésped que vendrá que tal vez tenga un gato o cante por las tardes arias famosas, o sueñe que vuela sobre ciudades repletas de castillos que solo existen en mitad de la noche.
Las paredes tienen ojos. Un ojo femenino que todo lo captura y lo guarda en la memoria para aprender como son los hombres y mujeres que viven en ese pequeño dormitorio que puede ser usado por una adolescente enamorada, por un viejo arisco, por una mujer que tiene los días contados o un hombre solitario que no deja de esperar el encuentro con el amor de su vida.
Las paredes tienen oídos que todo lo oyen, que se asustan con los gritos desaforados de esa... mujer que tiene dominado a un hombre que es débil y no tiene la fuerza como para hacer su maleta y partir. Tienen oídos que se sobresaltan con los ronquidos y lamentos de esa vieja que ha caído exhausta sobra la cama después de escuchar las excusas de sus tres hijas que dicen que hoy tampoco la podrán visitar. Las paredes tienen oídos que gozan con el silencio quieto de ese niño dormido.
La joven ha puesto su escritorio al pie de la ventana para ver desde ahí los olivos y escuchar el canto de algún pájaro mientras va escribiendo acerca de los ojos y los oídos de las paredes, sobre el destino que las obliga a permanecer ahí mudas mientras los habitantes vienen y van, alojan y desalojan la pieza, la dejan desnuda. Paredes ansiosas esperando el desconocido huésped que vendrá que tal vez tenga un gato o cante por las tardes arias famosas, o sueñe que vuela sobre ciudades repletas de castillos que solo existen en mitad de la noche.
"El viento en un violín" de Claudio Tolcachir / En Casa No Me Quedo (Cap.2)
La intensidad de los actores, el movimiento en la escena es fantástico. Los actores entregados y asumiendo totalmente a sus personajes. El tema de las relaciones de familia. Lo disfuncional y como se refleja en como se van haciendo las personas.
Palabras como cuentas que se hilvanan
En el FB a veces propongo a manera de juego, escribir un cuento, o inventar quien es algún personaje representado en una imagen, en esta oportunidad pedí que me manden palabras favoritas y así lo hicieron. Con ellas me propuse escribir pequeños poemas, unirlos como si se tratara de un rompecabezas. Esto es lo que salió:
Palabras como cuentas
que se hilvanan
Es madrugada
y siento la magia de la soledad
como si la noche todavía silbase con
melancolía en mi alma.
Pongo los ojos
en el corazón del mundo, un arbusto de malvas, lilas recién nacidas,
racimos
de peonías,
la llovizna
ha dejado un aroma de flores
que despierta mi ternura y mi complicidad
con esta vida
que es camino y destino.
Lamer la herida
en el bosque del ocaso.
¿Dónde encontrar un arroyo, agua de vida que despierte mi sosiego?
Tinta púrpura,
azul y roja,
noble caricia
que llega hasta mi página blanca esta mañana.
Fogata humedecida de almizcle,
inspirado perfume de ciervo.
Resplandece el sueño,
los ojos de seda permanecen inefables.
Trenzar la sensatez,
derramar el incienso,
abrazar la templanza.
Mirar el amor,
la dulzura de la magnolia,
el melancólico
picaflor,
la música
de la nostalgia.
La brújula
señala la verdad,
mis recuerdos
se los ha llevado el aire
y ahora navegan en el añil del mar.
La tibieza del cardo
regala
rosada
flor.
Esta noche habrá estrellas
Y la luz iluminará
la pampa
y las orillas .
En el campo, bajo un nogal
Danzan y zapatean un antiguo panalivio
los negritos del Carmen
lamento
que se acompaña con
un
cajón y un violín
Un viejito
sanador, del que decían era dueño de
la felicidad, fue invitado una noche para curar a mi madre. Trajo un atadito de castañas, dulzura entre
los labios, se sentó al lado del fuego y contó historias del mar. La fiebre cedió y fue llegando la paz y otra vez reinó la lucidez en el rostro de mi madre.
Han quedado solo cuatro palabras sin compañía:
la tristeza que nunca falta
El parto
que nos abre a la vida
La
lealtad que tal vez es solo imaginaria
El infinito
al que nuestra mente no alcanza
Y aún recojo la palabra sendero que no deseamos ya oír.
Y para que no pasemos hambre ni sed maíz y una damajuana de buen pisco para beber hasta caer adormecidos cuando
se acabe la tarde y ni siquiera un agudo relincho
largo y sonoro nos consiga despertar.
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Jardin Ryôan-ji 龍安寺 El templo del dragón en paz
Estuve ahí, en ese templo, en Tokio, con mi hermano Javier.
Hay que sacarse los zapatos, mientras se hace la cola hay que ir preparándose a meditar. Sentarse frente a esta jardín y contemplar las piedras, la arena, el árbol y luego dirigir la contemplación hacia nuestro centro, al lugar en donde tenemos escondida el alma, el pájaro que aletea en silencio y tratar de respirar despacio, inhalando, reteniendo, exhalando, dejando que la sabiduría de la naturaleza penetre en nosotros y nos haga más sabios o valientes, más dulces o tolerantes, más serviciales o más amantes de la belleza, la simplicidad y la verdad.
El viento en un violín
Fuimos a verla. La trajo el Fael, el festival de artes escénicas de Lima.
Que bueno sería que el próximo alcalde continúe con este muy buen festival que agradecemos los espectadores de buen teatro.
Acá este video para que les de una idea de la obra que nos gustó muchísimo.
Mujeres que se aman, buscando desesperadamente un hijo. Madres con hijos, desesperadas por asegurarles la felicidad. Hijos desorientados, desesperados por encontrar su lugar. Historias de seres ricos y pobres buscándose. La vida. Y el amor que lo atraviesa todo. Que todo lo permite. Lo bueno y lo malo. El amor de pensar la vida de otra forma y aceptarla tal vez. En nombre del amor.
“El viento en un violín” puede ser una historia sobre la lucha entre el amor y el derecho, o sobre las diferencias sociales y las distancias que generan. Sobre la desesperación del amor y la soledad. O, quizás, sobre el surgimiento de una nueva forma de familia, nacida del error y de lo imprevisto
Autoría: Claudio Tolcachir
A. VIVALDI, Concerti per Flauto Traversiere
Academia Montis Regalisen Piamonte.
La flauta transversa nos remite al flautista de Hamelín de nuestra infancia y deseamos seguir al intérprete como los ratones y los niños.
La flauta transversa nos remite al flautista de Hamelín de nuestra infancia y deseamos seguir al intérprete como los ratones y los niños.
Léo Ferré: "Avec le temps"
Mi padre tenía un disco de 45 de Leo ferré que adorábamos escuchar. Luego Mario trajo de Paris varios discos de trovadores y cantantes franceses fabulosos.
Sylvie Guillem - Boléro
Sylvie Guillem, posiblemente la bailarina más importante de los últimos ... que tienen como protagonista a una de las más grandes bailarinas de la historia.
domingo, 23 de noviembre de 2014
Cantos curativos
He escuchado que los tambores tienen efectos curativos. Encuentro este canto acompañado de un tambor al que se atribuye poder de curación de equilibrar nuestra mente con nuestro cuerpo. Me da la impresión de que es una manera de meditar, de llevar la mente a un estado de reposo. Toda las costumbres y rituales de diferentes culturas nos ofrecen nuevas maneras de conectarnos con nosotros mismos y como no aceptarlos en momentos de ansiedad, exceso de información y de estímulos permanentes. También me hacen recordar a las macumbas brasileras en las que se entra a un estado de trance.
OM MANI PADME HUM- BELLÍSIMA VERSIÓN DE IMEE OOI
Cada vez más tenemos necesidad de meditar. Este video nos entrega música del Budismo. Fuente de antiguas tradiciones que devuelven al hombre la delicadeza y la claridad.
La Noche de los feos - Un cuento de Mario Benedetti (cuento)
Impresionante cuento que habla del amor y la belleza. La voz de Mario Benedetti nos lo cuenta.
De "Sonata de violonchelo y lilas" Hugo Mujica
De "Sonata de
violonchelo y lilas" - 1984
Hugo Mujica |
1.
bosque
talado
grita,
pero
no sabe que grita
como
el ángel de mármol
sobre la tumba de un
niño
4.
¿quién
tiñe rojo
las hebras negras?
tan
siempre después morir,
tan ya
locura
5.
cordero
herido
bebiendo
adioses a orillas
de
cada náufrago
todos necesitan
de quien morirse
8.
todo
fue como siempre:
abrí las manos y estabas
y todo fue como siempre
por única vez
10.
este
país de nadie
es
tu país
ese
partirse el pecho
es
tu partida
¿de
quién las manos
que me den el parto?
11.
y
del otro lado de todo nada
o
quizá, el reflejo de este mismo lado:
nada.
los
espejos cortan la vida
13.
llueve,
semillas
de agua siembran
verde
en los muros
un
gato salta techados
y
una rosa blanca
enrojece el ocaso
15.
desde
la ventana veía otoño,
dentro
no veía,
tiritaba
un hueco no es sólo hueco
16.
y
todo como si fuese el último hombre,
de
la mano de cada hombre
¿busca
alguien mi nuca
para su pedrada?
17.
y
sigo de este lado
de
la ventana
aquí,
donde se estrellan pájaros
contra un alba de
vidrio
18.
como
resonando desde
un
violonchelo
pero
no de cuerdas,
de
tajos.
cada
hombre
elige sus miedos
20.
nupcias
virgen la ternura.
es
que algo de nacer
es
tan menos que no haber nacido
24.
cuando
no hay muros
tampoco
ecos
sólo
lluvia
cayendo
hacia
siempre
sólo
el mendigo durmiendo
sobre
un banco
como
sobre la palma del mundo
27.
terco
el
ventanal
en la casa
del
ciego
ver
ensombrece la mirada
30.
caer
como el cordero herido cae en la herida:
viniendo
31.
hay
trozos de palabras como trozos de espejos,
cavan
por dentro
de
raído ya transparento
33.
como
toda una vida en el gesto
de apenas los dedos.
ya
no pido el horizonte,
ruego mis
pasos
34.
casi
no hay jirones
para
asirlos
riendas
sin
heridas
tampoco
bordes donde tantear
senderos:
espero
el tajo mendigo,
la limosna del
vacío
35.
golpearé
toda la noche
el tambor de la noche,
toda
la vida la puerta
de
la vida
hasta
que abra
hasta
salir de tanto afuera
38.
y
cayendo
se atisba que el fondo
es
así,
como
buscando un fondo que no sea así
tampoco
se trata de esto
se trata de saberme sin
fondo
40.
es
quitar costra
tras
costra sobre nunca
sangrar
es
rasguñar espejos
con
las uñas mordidas
¿por
qué creerme más mi sangre
que mis
miedos?
42.
una
naranja
rueda
ocaso abajo una calle
hay
sólo un atajo:
perderse
es
que lo alto no está en lo alto,
|
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