De "Sonata de
violonchelo y lilas" - 1984
Hugo Mujica |
1.
bosque
talado
grita,
pero
no sabe que grita
como
el ángel de mármol
sobre la tumba de un
niño
4.
¿quién
tiñe rojo
las hebras negras?
tan
siempre después morir,
tan ya
locura
5.
cordero
herido
bebiendo
adioses a orillas
de
cada náufrago
todos necesitan
de quien morirse
8.
todo
fue como siempre:
abrí las manos y estabas
y todo fue como siempre
por única vez
10.
este
país de nadie
es
tu país
ese
partirse el pecho
es
tu partida
¿de
quién las manos
que me den el parto?
11.
y
del otro lado de todo nada
o
quizá, el reflejo de este mismo lado:
nada.
los
espejos cortan la vida
13.
llueve,
semillas
de agua siembran
verde
en los muros
un
gato salta techados
y
una rosa blanca
enrojece el ocaso
15.
desde
la ventana veía otoño,
dentro
no veía,
tiritaba
un hueco no es sólo hueco
16.
y
todo como si fuese el último hombre,
de
la mano de cada hombre
¿busca
alguien mi nuca
para su pedrada?
17.
y
sigo de este lado
de
la ventana
aquí,
donde se estrellan pájaros
contra un alba de
vidrio
18.
como
resonando desde
un
violonchelo
pero
no de cuerdas,
de
tajos.
cada
hombre
elige sus miedos
20.
nupcias
virgen la ternura.
es
que algo de nacer
es
tan menos que no haber nacido
24.
cuando
no hay muros
tampoco
ecos
sólo
lluvia
cayendo
hacia
siempre
sólo
el mendigo durmiendo
sobre
un banco
como
sobre la palma del mundo
27.
terco
el
ventanal
en la casa
del
ciego
ver
ensombrece la mirada
30.
caer
como el cordero herido cae en la herida:
viniendo
31.
hay
trozos de palabras como trozos de espejos,
cavan
por dentro
de
raído ya transparento
33.
como
toda una vida en el gesto
de apenas los dedos.
ya
no pido el horizonte,
ruego mis
pasos
34.
casi
no hay jirones
para
asirlos
riendas
sin
heridas
tampoco
bordes donde tantear
senderos:
espero
el tajo mendigo,
la limosna del
vacío
35.
golpearé
toda la noche
el tambor de la noche,
toda
la vida la puerta
de
la vida
hasta
que abra
hasta
salir de tanto afuera
38.
y
cayendo
se atisba que el fondo
es
así,
como
buscando un fondo que no sea así
tampoco
se trata de esto
se trata de saberme sin
fondo
40.
es
quitar costra
tras
costra sobre nunca
sangrar
es
rasguñar espejos
con
las uñas mordidas
¿por
qué creerme más mi sangre
que mis
miedos?
42.
una
naranja
rueda
ocaso abajo una calle
hay
sólo un atajo:
perderse
es
que lo alto no está en lo alto,
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario es de gran utilidad para para Abraelazuldelcielo. Ce.