lunes, 4 de enero de 2010

Surcando el Amazonas

Recien llegada al Delfín II:



En la cubierta del Delfín II, bajo un cielo de palmeras entretejidas y frente a una fuente de mameys, coconas y papayas enanas, frutas exóticas, navegando por el Ucayali en la región de Pacaya Samiria, descanso, me olvido de todo aquello que perturba y me arrullo en el sonido del barco que atraviesa la amazonía de mi país.
Una canoa a motor se cruza con nosotros y entonces el tiempo se vuelve otro y ahora el asunto consiste en deslizarse, contemplar nubes, virar suavemente, flotar. En las orillas se doblan las capironas o cañas bravas y a mi derecha los Citingos y las pungas, árboles de ramas blancas y copas abiertas se yerguen con orgullo como si cantaran hacia lo alto, empinados.
Me han dejado entrar en el puente de mando pero aún no he pedido que me dejen tomar el timón y sentir que soy yo quien por un instante dirige los movimientos de este barco que va y vuelve en los ríos de nuestra selva, al que acaricia el viento y empapa la lluvia, al que se asoman garzas y otras aves que planean delicadas en el aire.
La vida se transforma y ahora pensamos en los ojos de los lagartos que brillan como estrellas rojas por la noche, nos enteramos de la existencia del gavilán, Shiguango, al que llaman Mama vieja y del Bocholocho pájaro flojo cuyo único encargo es reproducirse y que deja que su hembra se encargue de todo, teja con destreza el nido, empolle las crías y las alimente. Hay sapos y luciérnagas, larvas iluminadas de luciérnagas sobre las plantas del río.
Luego de una caminata sobre el fango y agua que nos llega hasta las rodillas hemos llegado hasta un gigantesco árbol sagrado, una Ceiba Lupuna, considerada madre del bosque, con raíces en forma de aletas.
Nuestros guías Adonai y Jesús provistos de un machete van segando la jungla cuidándonos de alguna culebra enroscada, descubriendo con ojo de lince los monos y los osos hormigueros en las copas altas de los árboles, esa es la Pomarosa, nos señalan esa árbol tan hermoso, y luego en los pueblitos son los más animados para organizar un partido de futbol con los pobladores.
Las caras de los niños me impresionan; serios ante mi cámara, posan quietecitos y luego uno de ellos me enseña un pajarito negro casi recién nacido, otro me entrega su lorito que se prende de mis dedos y me mira torciendo el cuello. Les hemos llevado unos regalos, no los abren, como si se tratase de algo desconocido, poblaciones tan lejanas a la civilización, con su propia cultura, sus normas, su manera de sobrevivir, son pescadores, cazadores, crían ganado Cebú.
La selva te abraza, te da, juega contigo, abre su laguna para que te bañes cerca de los delfines rosados, ¿habrá algo más exótico? Te invita a la aventura, a aprender a hacer los caminos, adiestra tus ojos para que puedan ver en la lejanía. Hemos tenido luna llena y estrellas.
Nosotros también le dimos a la selva. Enterados de la existencia de una Anaconda prisionera en una caja oscura, jaula de madera que la separaba de su habitad, decidimos inspirados por la dueña del barco, Lizzi, una apasionada de la selva, comprarla para devolverla al río. Una anaconda de 25 años, hembra, preñada. Conteniendo nuestros temores, la tuvimos cerca, la transportamos y la devolvimos al río. Ella no se fue de inmediato, estuvo dando vueltas alrededor de nuestros botes, mirándonos como agradecida. Qué experiencia, jamás imaginé que participaría del rescate de una boa. Entendemos que no solo la hemos salvado a ella, sino a una cadena de seres que se necesitan unos a otros, como nosotros los humanos.
Recibir el año nuevo en la cubierta del Delfín II ha sido un privilegio. Tuvimos fuegos artificiales (todos hechos con materiales degradables) y desde una lancha auxiliar se lanzaron al río pequeños botecitos, cada uno representaba a cada pasajero, que tenían una velita y cargaban un papel nuestros más íntimos deseos para el 2010. La celebración fue estupenda.
Hemos estado en la Tierra de los ríos espejo, en el Reino de las aguas negras, en el Paraíso de Pacaya Samiria. En el barco nos han servido manjares hechos con deliciosos productos de la selva. Compramos artesanías. Una niña cargaba a su hermanita de solo un mes de nacida). Desde hamacas de madera contemplamos maravillosos atardeceres. ¿Qué me olvido? Decirles lo contento que estuvo mi corazón, el placer de la conversación, el descubrimiento de nuevos amigos, la felicidad de estar viva.
Entre las raíces de la madre del bosque (Ceiba Lupuma),con un grupo de amigos viajeros:





Convertida en exploradora:




Devolviendo la Anaconda a su hogar:


Uno de los atardeceres maravillosos:




En medio de la selva:


Una niña de una comunidad:




Cargando una bebita de un mes:




Coqueterías de una niña de Pacaya Samiria:



Un niño me ofrece su lorito:





En el Reino de los espejos:




Con Aldo y Lizzy nuestros espléndidos anfitriones:

Recibiendo el 2010, realmente dichosos:


Acá cuelgo un video del Delfín II


7 comentarios:

  1. ceci muchas veces he querido comentar algo sobre tus publicaciones y nunca lo he hecho porque como no se expresarme tan bonito como lo haces tu me daba cortedad.....pero al leer el articulo de tu viaje en el delfin II...estoy tan emocionada y conmovida!!!! seguramente porque es algo que quisiera hacer ...pero tedria que tener mucho coraje o un par de" paxates" encima para estar alli ,... el coraje estoy muy lejos de tenerlo... y los paxates se los di a mario ...o esa que me quedo releyendo tu articulo viendo las fotos y el video ! y feliz por uds. queridos amigos que hayan vivido esta experiencia tan maravillosa!!!
    un beso cariñoso ....marilu

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  2. Qué gusto poderte tan contenta con los tuyos en nuestra inmensa querida selva amazónica. A mí me encantó la experiencia hecha en Madre de Dios en julio 2009.
    Te dejo un abrazo desde un Berlín vestido de mucha nieve y con -5 C° por el momento...bajará a -12 esta noche ;-)
    P.D: Qué ganas de ir de nuevo a la selva.

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  3. Que maravilla tu viaje al Amazonas, yo he navegado por el Ucayali durante 7 horas en una canoita y la vista fue increible, pero viajar asi con esas comodidades debe ser un sueño, gracias por compartirlo, un beso grande
    Luchi

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  4. Querida Ceci: que maravilloso viaje!!! te felicito y deseo muchas aventuras de las buenas, esta decada.

    Carinos
    Marisabel

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  5. ¡¡¡¡¡¡Ahora sí!!!!!! Entrando por Internet.
    ¡Qué maravilla de viaje has hecho para iniciar el año!
    Bellísimas fotos y video. Es una cantidad de información
    la que has recogido, se nota tu entusiasmo, pero creo
    que lo más simpático es que comunicas tus emociones
    al narrar tus experiencias.
    Muchas gracias, como siempre. Mercedes

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  6. Querida Cecilia:

    Que privilegio recibir el año en un lugar tan hermoso de nuestro pais como es la Amazonia y conectada completamente con la naturaleza. Que lindo regalo de Dios para ustedes. Me encanto tu experiencia y tus fotos preciosas, me impresiono lo de anaconda que la dejaron en libertad.
    Virginia

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  7. Hola Ce,acabo de ver el video en tu blog,aunque no creas me remontaste a mi niñez,yo naci en Iquitos,vivi alla hasta los 8 años.El ultimo año lo vivimos en una
    chacra que tenian mis padres,a la orilla del rio Amazonas.Como comprenderas todo lo que esta en el video,yo y mi familia lo hemos vivido,los ojos de los lagartos,
    las pirañas,la anaconda.etc...,son cosas que con los años no nos hemos podido olvidar y muchas veces cuando nos sentamos con mi mama,recordamos esos
    momentos tan lindos.Me gustaria algun dia ir con mis nietos y mostrarles mi "pais",como decimos nosotros en mi casa,lo que queda de la Casa Khan,de la que mi
    abuelo,que era judio,era uno de los dueños.Ellos trajeron el primer barco que se llamaba Huallaga,y hacian esos viajes,claro que sin los lujos de ahora.
    Cariños,MT

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