domingo, 4 de septiembre de 2016

Un cuento cruel y otros dos




Tan pronto el sacerdote concluyó la frase:.. y formareis una sola carne, el novio se lanzó a devorar a la novia.  
Armando José Sequera escritor y periodista venezolano 

Júrenos que si despierta, no se la va a llevar –pedía de rodillas uno de los enanitos al príncipe, mientras este contemplaba el hermoso cuerpo en el sarcófago de cristal-. Mire que, desde que se durmió no tenemos quien nos lave la ropa, nos la planche, nos limpie la casa y nos cocine. 

Media hora de infelicidad diaria
La tía Marcia sonríe durante casi todo el día.
Nada más no lo hace entre las dos y las dos y media de la tarde, cuando se encierra en su cuarto y se enoja y se preocupa por todo lo malo que le esté pasando a ella, a la familia y a todo el mundo.
Eso sí, apenas pasan esos treinta minutos vuelve a estar alegre y sonriente porque, según dice, con media hora diaria de infelicidad basta. 

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