sábado, 18 de abril de 2009

Abrir puertas y ventanas




Airearse, salir. De vez en cuando, a pesar del tráfico, haciendo un esfuerzo, debemos ir a esa conferencia a la que nos han invitado y nos seduce. Doris Morimisato invitó a la conferencia de Susana Reisz
crítica literaria y profesora universitaria con la que tomé un curso inolvidable sobre literatura hispanoamericana. La pasión que desplegaba entonces, no la ha perdido y su vida en Nueva York y sus trabajos realizados en una zona marginal, la han hecho aún más grande. Tal vez mi admiración por Borges, se la debo a ella, que siendo argentina, supo transmitir a sus alumnos la pasión por ese autor extraordinario.

Solo entrar al Centro cultural peruano Japonés ya es una aventura. La cafetería está repleta de señoras japonesas que acaban de ensayar un danza que efectuarán dentro de pocos días para cumplir su tradición.

Me hago amiga de una poeta que además es médica neuróloga con la que charlamos haciendo un contacto que me deja feliz. Es maravillosa la capacidad que tenemos los seres humanos de comunicarnos, no me cansaré de agradecer la facilidad de encontrarme con las personas.

Susana habla del yo, de la voz del poeta, habla sobre el espejo, la mirada que realiza la mujer frente al espejo y las preguntas que se hace: ¿Luzco bien? ¿Seré aceptada? Se mira como imagina la mirarán los otros.

Citó a Arthur Rimbaud que escribió a su amigo Paul Demeny el 15 de mayo de 1871:

“Cuando se rompa la infinita servidumbre de la mujer, cuando consiga liberarse de sus obligaciones para con el hombre ─hasta ahora abominable─, entonces ¡también ella será poeta! La mujer encontrará su puerta hacia lo desconocido. No sé si sus mundos de ideas serán muy diferentes de los nuestros, pero seguro que encontrará cosas extrañas, insondables, repulsivas, deliciosas."

Citó A Rocío Silva Santistevan con su poema "Este oficio no me gusta",
A Doris Morimisato con "Este cuerpo enamorado"

Y a Alejandra Pizarnik "El poema que no digo"

El poema que no digo,
el que no merezco.
Miedo de ser dos
camino del espejo:
alguien en mí dormido
me come y me bebe.


"Caminos del espejo"; "La ofrenda". También a Susana Thenón de la que transcribo el poema citado:

Canto Nupcial(Título Provisorio)Susana Thénon

Me he casado
Me he casado conmigo
Me he dado el sí
Un sí que tardó años en llegar
Años de sufrimientos indecibles
De llorar con la lluvia
De encerrarme en la pieza
Porque yo­-el gran amor de mi existencia-No me llamaba
No me escribía
No me visitaba
Y a veces
Cuando juntaba yo el coraje de llamarme
Para decirme: hola, ¿estoy bien?
Yo me hacía negar
Llegué incluso a escribirme en una lista de clavos
A los que no quería conectarme
Porque daban la lata
Porque me perseguían
Porque me acorralaban
Porque me reventaban
Al final ni disimulaba yo
Cuando yo me requería
Me daba a entender
Finamente
Que me tenía podrida
Y una vez dejé de llamarme
Y dejé de llamarme
Y pasó tanto tiempo que me extrañé
Entonces dije
¿cuánto hace que no me llamo?
Añares
Debe de hacer añares
Y me llamé y atendí yo y yo no podía creerlo
Porque aunque parezca mentira
No había cicatrizado
Sólo me había ido en sangre
Entonces me dije: hola ¿soy yo?Soy yo, me dije,
y añadí:Hace muchísimo que no sabemos nada
Yo de mí ni mí de yo
¿quiero venir a casa?Si dije yoY
volvimos a encontrarnos con paz
Yo me sentía bien junto conmigo
Igual que yo
Que me sentía bien junto conmigo
Y así
De un día para el otro
Me casé y me casé
Y estoy junto
Y ni la muerte puede separarme.
De La morada Imposible

Susana Thénon nació en Buenos Aires en 1935. Fue poeta, traductora y fotógrafa. Murió en 1991.

Susana Reizz habló también de Alfonsina Storni y de Safo y los coros polifónicos que cantan al héroe colectivo.

Habló sonre los epitelamios de Safo y como yo no sabía bien lo que eran llegué a casa y en el blog http://lanaveargos.blogspot.com/ averigué:

Un epitalamio es un canto nupcial, es decir, una composición poético destinada a celebrar una boda en verso. Pertenece al subgénero lírico griego, imitado luego por autores romanos, y reabsorbidos por otros en el Renacimiento.

Gracias a Safo, conocemos el esquema de este género. El epitalamio era entonado por dos coros, uno de chicos, otro de chicas, y cada uno ensalzaba al de su sexo.

A la novia se la comparaba a una manzana roja, y al novio con un tallo. Había, además, un intercambio de diálogos entre los dos coros.

Dentro del género hay una variante del ritual, la canción albada para despertar a los novios. Safo hace suyo este género popular y le imprime su sello:

en sus epitalamios es amor tiene un sabor agridulce, con un fundamento religioso (el antagonismo pero complementario formado por Afrodita y Ares). En ellos hay una fusión de amor y naturaleza, vive para el amor, y de anciana sólo le resta la contemplación de la belleza y el sol.
"...Novio venturoso, se te ha cumplido la boda por la que rogabas,

tienes a la muchacha por la que rogabas;

para ti es su figura llena de gracia, y sus ojos...dulces;

el amor se esparce por su rostro anhelado,...

Afrodita te ha honrado de un modo especial."
(fragmento de Safo)

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