martes, 7 de abril de 2009

La escafandra y la mariposa

No dejen de verla. Yo la tengo en video pero no la había visto, la encontré en el cable y quedé como suspendida durante los 112 minutos que dura la película.

Gregorio Marañón dice: “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir”.

El personaje haciendo uso de su memoria y su imaginación decide adaptarse a su nueva y terrible condición : Sufre el síndrome de enclaustramiento, está encerrado en un cuerpo paralizado.
El director Julian Schnabel nos dice que pretende transmitir optimismo en lugar de llanto “he querido decir que hay que vivir el presente y agarrarse a la vida. Tras ver la película, uno tiene ganas de volver a casa, abrazar a sus hijos y pensar en lo afortunado que es”.


Año 2007
Mejor director Julian Schnabel Candidato
2007
Mejor guión adaptado Ronald Harwood Candidato 2007
Mejor fotografía Janusz Kaminski Candidato2007
Mejor montajeJuliette Welfling Candidata

Globos de Oro Resultado
2008
Mejor película en lengua no inglesa FranciaEstados Unidos
Ganadora2008Mejor director Julian Schnabel
Ganador2008 Mejor guión Ronald HarwoodNominado

Festival Internacional de Cine de Cannes: Premio al Mejor Director (Julian Schnabel), Gran Premio Técnico (Janusz Kaminski).

Acá el trailer:


Basada en el libro: La escafandra y la mariposa

Escrito por IÑAKI GIL Del periódico El Mundo 1997
Escribir en un abrir y cerrar de ojos

Jean-Dominique Bauby escribió un libro en un abrir y cerrar de ojos. De un ojo, más bien: el izquierdo. Era el único movimiento que el director de Elle conservó tras un accidente cerebral. Las capacidades de su mente, el ánimo y las ganas de vivir también sobrevivieron. Mediante ese guiño consiguió comunicarse y dictar un libro que agotó su primera edición -25.000 ejemplares- el día de su publicación, el jueves pasado. Bauby, que se definía a sí mismo como el mutante, murió el pasado domingo.

El libro se titula Le scaphandre et le papillon (La escafandra y la mariposa): es decir, la coraza que inmovilizó su cuerpo y el espíritu que aún podía vagabundear. Un relato del mundo hospitalario, las visitas de sus hijos, el ritmo de la luz de un faro próximo, sus recuerdos de viajes, los libros que lamentó no haber podido leer y los que le leyeron, postrado en la inmovilidad.

Bauby era periodista y, por ello, hombre agitado y cáustico. Como muchos periodistas, soñaba con un libro; iba a ser una versión de El conde de Montecristo con una mujer en el papel principal. La vida le acercó a otro personaje de la novela de Dumas: el viejo Noirtier, un paralítico que se comunicaba guiñando un ojo.

Su enfermedad -rarísima- fue bautizada por dos neurólogos anglosajones como Locked-In Syndrome, el síndrome de los encerrados en sí mismos. Originada por un accidente vascular o un traumatismo, es un cortocircuito en el tronco cerebral que rompe la comunicación entre el cerebro y las funciones motrices. A él le sobrevino el 8 de diciembre de 1995. Veinte días de coma. Varias semanas semiinconsciente. Se despertó en el hospital de Berck, en el norte de Francia. No podía comer, ni respirar sin asistencia. Sólo podía mover el párpado izquierdo y, un poco, el cuello. Una ortofonista le enseñó un alfabeto ordenado por la frecuencia de aparición de las letras. Lo repetía y él parpadeaba en la letra deseada. Un guiño le servía para asentir; dos, para decir «no».

Lo primero que dijo fue «castañas» porque pensaba que le habían puesto castañas en la boca y por eso no podía hablar. Después empezó a escribir a los amigos para decir que estaba vivo. Luego vino la idea del libro.

Bernard Fixot, presidente de la editorial Laffont, le envió a Claude Mendibil, su amanuense. En julio y agosto, cada mañana, le tomaba al dictado en la habitación 119. Letra a letra. Durante tres horas. Tres días, un capítulo.

En una entrevista -concedida a Elle por el mismo procedimiento-, recordaba: «A las cuatro de la mañana me despertaba. En la oscuridad, las palabras empezaban su danza hasta ordenarse en frases redondas. Pese a tener la sensación de llevar siempre guantes de boxeo y botas de esquí eran momentos de alegría. Cada tres o cuatro días, Claude me releía un pasaje y me sugería cortes. Nunca dudé en sacrificar una noche de cavilaciones y mañanas de dictado. La bestia tenía que quedar impecable». Palabra de director.

Bauby redactó en enero una sucinta autobiografía con igual método y humor: «Nacido en París en el 52, promoción baby boom. Conoció los castigos en el cole. Después de breves Humanidades y un breve paso por el maoísmo, tendencia Marcel Proust, aprendió periodismo en Le Quotidien de Paris, donde debutó el día de la muerte de Pompidou. Participó en la aventura de Le Matin y en Paris-Match para borrar pistas, su ocupación favorita. En 1991, aprovechando el lío de la Guerra del Golfo, se convirtió en director de Elle. Desde el 8 de diciembre del 95 lleva una existencia totalmente inédita; minusválido para unos, mutante según él mismo. Sigue siendo padre de dos hijos hermosos a los que ha dedicado Le scaphandre et le papillon».

Jean-Dominique Bauby, periodista, de 44 años, murió el 9 de marzo en un hospital de París.

3 comentarios:

  1. Gracias Cecilia!!!

    Maria Emma

    Con mucho gusto, Ce

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  2. Ce

    disfrute mucho lo que has puesto

    beso

    He

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  3. Hermoso de verdad
    Thelma

    Gracias Thelma. Hermoso tu trabajo con los niños. Cariños muchos, Ce

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