He escogido para terminar el año hermosos videos que nos hablen de la vida: la danza, el violín, la pintura,un objeto tan precioso como el caleidoscopio, una región en Francia para visitar, nuestros recuerdos en este caso Doris Day, dos cantantes que unen sus países y su sensibilidad y por último una reflexión sobre lo aprendido en el año. Que la belleza nos sirva para agradecer, para ser, para soñar, para danzar.
Desde Lima, un relámpago de azul-cielo o azul-mar en nuestra mente o en nuestro corazón que ansían la belleza. Cuentos, poesía, música, cine, reflexiones, teatro, viajes, fotografía, entrevistas, danza y más.
jueves, 29 de diciembre de 2011
Caleidoscopio
En una entrevista una periodista le preguntó a María Zambrano por las cosas que le hubiera gustado ser de pequeña. María Zambrano nombró como primer objeto una cajita de música. Tal vez yo hubiera escogido un caleidoscopio. Tuve uno precioso de niña en el que me perdía durante largos momentos, la belleza de los colores, la mezcla de ellos, la variedad, el movimiento me hipnotizaban.
Ryuichi Sakamoto
Ryuichi Sakamoto músico japonés, compositor, productor, escritor, pianista y actor. Viven entre Tokio y New York.
La Provence
Creo que son los paisajes más lindos que he visto en mi vida. Creo que quiero regresar a esa bella región de Francia. Cada pueblo un encanto, la gente con orgullo de lo suyo, la naturaleza variada y esplendorosa. La comida una delicia, pequeños lugares en donde te ofrecen la verdadera comida francesa y lugares de hospedaje para descansar de tanta belleza.
Que sera sera
Una de las primeras artistas que vimos de niños. Con ella aprendimos lo que era una película musical, debo reconocer que me desconcertaba un poco que se interrumpiese la trama para que la actriz se pusiese a cantar, pero con el tiempo me fue gustando, y Doris Day era una preciosidad. La canción me hacía pensar en el futuro, ¿cómo sería mi vida? ¿Qué haría yo con ella?
No podemos saber lo que nos traerá el futuro, lo que será será. la mezcla del español en el inglés también me encantaba. ¿La recuerdan? La mamá es la que sabiamente responde: Lo que será, será.
No podemos saber lo que nos traerá el futuro, lo que será será. la mezcla del español en el inglés también me encantaba. ¿La recuerdan? La mamá es la que sabiamente responde: Lo que será, será.
Qué será qué será
Preciosa canción que nos habla de la incógnita del futuro.
Omara Portuondo y Chico Buarque
Omara Portuondo y Chico Buarque
miércoles, 28 de diciembre de 2011
¿Y qué he aprendido yo este año?
El escritor español José Antonio Marina escribió en el 2009 un artículo que guardo que se llamaba ¿Y qué he aprendido yo este año? Parece que el editor del periódico le pidió que escribiera sobre lo que había aprendido y él le estuvo dando vueltas al asunto y claro hizo que yo lectora también me preguntase por lo aprendido. Muchos hacemos un recuento del año vivido, de los sucesos importantes, los viajes, los trabajos, nuestras relaciones, nuevos amigos, algunos sueños realizados, varias frustraciones, uno que otro triunfo, pero preguntarse por lo aprendido me pareció original y necesario. ¿No estamos acá entre otras cosas para aprender, cada día algo, por pequeño que sea? José Antonio marina nos dice en su artículo: “A mis alumnos más jóvenes, casi niños, suelo decirles que aprender no es guardar información en un archivo de la memoria o del ordenador. Se parece más a desplegar una antena para captar nuevas ondas de radio o de televisión. Cada vez que aprendemos algo se aumenta nuestra capacidad de captar cosas que antes nos eran inaccesibles. La realidad, ajena o propia, nos ofrece yacimientos distintos. Unas veces aprendemos cosas sobre los demás, y otras veces cosas sobre uno mismo, un yacimiento, ¡ay!, tan recóndito. Nos reconocemos mezquinos o generosos, creadores o aburridos, mejores o peores de lo que creíamos. La casualidad, que suele ser sabia, ha hecho que estos días estuviera revisando las últimas investigaciones neurológicas sobre la memoria. El cerebro humano puede seguir aprendiendo durante toda su vida.” Siguiendo su lógica me pregunto: ¿Me he vuelto un poquito más sabia este año? ¿Le doy menos importancia a las cosas que antes me quitaban el sueño? ¿Le he enseñado a mi mente a dejar de pensar en temas que no me permiten aprender nuevas cosas? ¿He conseguido mayor serenidad, menos apuro, alguna vez disfruto de estar tranquilamente sentada sin hacer nada? Incorporándome a la tendencia animalista ¿practico el menos es más? ¿Es decir soy en general más selectiva?
“¿Hemos aprendido algo en el año que termina, o estamos estancados, envejecidos, momificados, repitiendo rutinas incansables?” Dice José Antonio Marina, y eso me pone alerta, la vida hecha de actos rutinarios momifica. Hay una frase que me gusta que dice para mantenerse joven hay que seguir cometiendo las locuras que hacíamos antes. Y unas nuevas, añadiría yo. La rutina parece obedecer al miedo, atreverse a realizar solo lo que ya sabemos que da un resultado previsto, pero ¿acaso lo imprevisto no es algo fabuloso? Descubrir que somos capaces de hacer aquello que jamás imaginamos es una sorpresa muy agradable, hacer, sentir, desear que la vida permanezca en movimiento, en ritmo, en curiosidad, en danza.
He aprendido de la tristeza, de la ausencia, de la despedida. He aprendido de la casualidad, del silencio, de los abrazos, de las palabras recibidas. He intuido que las cosas de nuestra vida por más disímiles que parezcan están conectadas, que personas que aparentemente habían desaparecido de nuestra vida, regresan. He aprendido de los libros. He cambiado de idea, antes pensaba que la cualidad más importante del hombre era la curiosidad, ahora pienso que es la perseverancia, pero no estoy del todo segura.
De quien más aprendí fue de dos jóvenes enfermeros, Juanita y Richard, que me mostraron la belleza de hacer su trabajo con entrega y amor.
Podría seguir haciendo la lista de lo aprendido, prefiero invitarlos a que ustedes respondan la pregunta, cada uno a su manera, habrá quien haya aprendido un idioma, quien haya aprendido un oficio, quien haya descubierto a Dios, quien haya gozado con la maternidad o paternidad, quien haya decidido cambiar de rumbo, quien haya aprendido que la vida comienza hoy y que tenemos la vida por delante, como me dijo una amiga queridísima, para seguir aprendiendo.
“¿Hemos aprendido algo en el año que termina, o estamos estancados, envejecidos, momificados, repitiendo rutinas incansables?” Dice José Antonio Marina, y eso me pone alerta, la vida hecha de actos rutinarios momifica. Hay una frase que me gusta que dice para mantenerse joven hay que seguir cometiendo las locuras que hacíamos antes. Y unas nuevas, añadiría yo. La rutina parece obedecer al miedo, atreverse a realizar solo lo que ya sabemos que da un resultado previsto, pero ¿acaso lo imprevisto no es algo fabuloso? Descubrir que somos capaces de hacer aquello que jamás imaginamos es una sorpresa muy agradable, hacer, sentir, desear que la vida permanezca en movimiento, en ritmo, en curiosidad, en danza.
He aprendido de la tristeza, de la ausencia, de la despedida. He aprendido de la casualidad, del silencio, de los abrazos, de las palabras recibidas. He intuido que las cosas de nuestra vida por más disímiles que parezcan están conectadas, que personas que aparentemente habían desaparecido de nuestra vida, regresan. He aprendido de los libros. He cambiado de idea, antes pensaba que la cualidad más importante del hombre era la curiosidad, ahora pienso que es la perseverancia, pero no estoy del todo segura.
De quien más aprendí fue de dos jóvenes enfermeros, Juanita y Richard, que me mostraron la belleza de hacer su trabajo con entrega y amor.
Podría seguir haciendo la lista de lo aprendido, prefiero invitarlos a que ustedes respondan la pregunta, cada uno a su manera, habrá quien haya aprendido un idioma, quien haya aprendido un oficio, quien haya descubierto a Dios, quien haya gozado con la maternidad o paternidad, quien haya decidido cambiar de rumbo, quien haya aprendido que la vida comienza hoy y que tenemos la vida por delante, como me dijo una amiga queridísima, para seguir aprendiendo.
martes, 27 de diciembre de 2011
Morricone
Once upon a tim e in the West.
Una de las músicas más lindas del mundo. The Mision. Interpretada por YoYoMa
Una de las músicas más lindas del mundo. The Mision. Interpretada por YoYoMa
El único hogar que hemos conocido
Me llega de mi querido amigo José Carlos Huayhuaca este video maravilloso "Ese pequeño punto azul" hecho por Carl Sagan. Tan delicado y tan cierto invitándonos a cuidar nuestro amado planeta.
sábado, 24 de diciembre de 2011
John Lennon nos canta por Navidad
Mi queridísima amiga Talía Diez Canseco me manda HAPPY CHRISTMAS esta canción por fue escrita por John lennon y yoko Ono en 1971. Comparto con ella el deseo de que haya paz en el mundo, paz en nuestro país, paz en nuestras familias. Aqui ella nos manda la letra en castellano y en ingles,nos dice y también dos versiones, la original de John lennon y una version de los tres tenores. la version original de John lennon viene acompañada de imágenes muy fuertes, asi que va con advertencia. dicho eso, con los tres tenores, y nos manda mucha felicidad festiva y mucho cariño para todos.
So this is Christmas
And what have you done
Another year over
And a new one just begun
Ans so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young
Así que esto es Navidad
Y que es lo que has hecho
Otro año que se acaba
Y otro que empieza
Asì es que esto es Navidad
Espero que te diviertas
El cercano y el querido
El viejo y el joven
A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
And so this is Christmas
For weak and for strong
For rich and the poor ones
The world is so wrong
And so happy Christmas
For black and for white
For yellow and red ones
Let's stop all the fight
A very merry Christmas
And a happy New Year
Una muy feliz Navidad
Y feliz Año Nuevo
Esperemos que sea uno bueno
Sin ningún temor
Asì que esto es Navidad
Para los débiles y para los fuertes
El mundo está tan mal
Asì que Feliz Navidad
Para negros y para blancos
Para amarillos y rojos
Dejemos las peleas
Una muy feliz Navidad y feliz año nuevo
Let's hope it's a good one
Without any fear
And so this is Christmas
And what have we done
Esperemos que sea uno bueno
Sin ningun temor
Asì que esto es Navidad
Y que es lo que hemos hecho
Another year over
And a new one just begun
Ans so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young
A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
War is over over
If you want it
War is over
Now...
Otro año terminado
Y el Nuevo acaba de empezar
Así que esto es Navidad
Espero que te diviertas
El cercano y el querido
El viejo y el joven
Una muy feliz Navidad
Y feliz año nuevo
Esperamos que sea uno bueno
Sin ningún temor
La guerra ha terminado
Si tu lo quieres
La guerra ha terminado
ahora
So this is Christmas
And what have you done
Another year over
And a new one just begun
Ans so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young
Así que esto es Navidad
Y que es lo que has hecho
Otro año que se acaba
Y otro que empieza
Asì es que esto es Navidad
Espero que te diviertas
El cercano y el querido
El viejo y el joven
A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
And so this is Christmas
For weak and for strong
For rich and the poor ones
The world is so wrong
And so happy Christmas
For black and for white
For yellow and red ones
Let's stop all the fight
A very merry Christmas
And a happy New Year
Una muy feliz Navidad
Y feliz Año Nuevo
Esperemos que sea uno bueno
Sin ningún temor
Asì que esto es Navidad
Para los débiles y para los fuertes
El mundo está tan mal
Asì que Feliz Navidad
Para negros y para blancos
Para amarillos y rojos
Dejemos las peleas
Una muy feliz Navidad y feliz año nuevo
Let's hope it's a good one
Without any fear
And so this is Christmas
And what have we done
Esperemos que sea uno bueno
Sin ningun temor
Asì que esto es Navidad
Y que es lo que hemos hecho
Another year over
And a new one just begun
Ans so this is Christmas
I hope you have fun
The near and the dear one
The old and the young
A very merry Christmas
And a happy New Year
Let's hope it's a good one
Without any fear
War is over over
If you want it
War is over
Now...
Otro año terminado
Y el Nuevo acaba de empezar
Así que esto es Navidad
Espero que te diviertas
El cercano y el querido
El viejo y el joven
Una muy feliz Navidad
Y feliz año nuevo
Esperamos que sea uno bueno
Sin ningún temor
La guerra ha terminado
Si tu lo quieres
La guerra ha terminado
ahora
viernes, 23 de diciembre de 2011
Navidad con nieve
Otra sería nuestra Navidad con nieve. Acá preparamos las ropas de baño para la playa, nos morimos de calor comprando los regalitos, qué emocionante que caiga la nieve sobre nuestras cabezas, que el cielo también cante y regale.
El vals de Anthony Hopkins
Aparte de ser uno de los mejores actores del cine mundial Anthony Hopkins también compone música, en este caso un vals que interpreta Andre Riu. A disfrutarlo.
The artist (Cine mudo contemporaneo)
Mi amigo Josep desde Bacelona me habla de esta película como de algo espectacular. Esperemos verla este año. uno de mis deseos para el próximo año es que contemos con mejores películas en cartelera. Es uno de los placeres que podemos tener a mano. Algo que nos alimente el espíritu, con lo que gocemos con la belleza, con el conocimiento del hombre, palículas que traten temas fundamentales del hombre, el amor, el dolor, la muerte. Quien sabe alguien piense en la necesidad de hacer un cine club, creo que hay público suficiente. Los imporadores de películas nos desvalorizan creen que nos gusta solo lo light, lo tonto, lo banal. Esa película es muda, parece que muy hermosa. Entonces, si no se cumple mi sueño, tal vez podamos verla en video. Me han contado que hay personas que tienen las mejores películas y que hasta te las traen a tu casa.
El maestro de la sabiduría
De su libro Poemas en prosa
El maestro de la sabiduría
de Oscar Wilde
Desde su infancia le habían inculcado, como a cualquiera, el perfecto conocimiento de Dios, y hasta cuando era niño, muchos santos así como ciertas santas mujeres que vivían en la libre ciudad, donde él nació, habíanse quedado atónitos ante sus respuestas graves y sabias.
Y cuando sus padres le entregaron el traje y el anillo de la edad viril, les abrazó, abandonándoles para ir a correr mundo, porque quería hablar de Dios al universo.
Pues había por aquel tiempo en el mundo muchas personas que no conocían a Dios en absoluto, que sólo tenían de él un conocimiento incompleto, o que adoraban los falsos dioses que habitan en los bosques sagrados sin preocuparse de sus adoradores.
Y poniéndose de frente al sol se puso en marcha, caminando sin sandalias como había visto andar a los santos y llevando en su cintura un zurrón de cuero y un pequeño cántaro de barro cocido.
Y como caminaba a lo largo del ancho camino sentíase lleno de ese gozo que nace del conocimiento perfecto de Dios, y le cantaba alabanzas sin cesar en sus cantos. Y al cabo de algún tiempo, entró en un país desconocido en el que se alzaban muchas ciudades.
Y atravesó once ciudades.
Y algunas de éstas se hallaban en los valles, otras en las riberas de grandes ríos y otras asentadas sobre colinas.
Y en cada ciudad encontró un discípulo que le amó y le siguió, y una gran multitud en cada ciudad le siguió asimismo, y el conocimiento de Dios se esparció sobre toda la tierra y muchos jefes de Estado se convirtieron.
Y los sacerdotes de los templos en que había ídolos vieron que la mitad de su ganancia se perdía y que cuando a mediodía golpeaban sus tambores nadie, o muy poca gente, acudía con panes y ofrendas de carne, como era costumbre en el país antes de llegar el peregrino.
Sin embargo, cuanto más aumentaba la multitud que le seguía, cuanto mayor era el número de sus discípulos, más grande era su aflicción.
Y él no sabía por qué su aflicción era tan grande, pues hablaba siempre de Dios y según la plenitud de conocimiento perfecto de Dios, que Dios mismo le había dado.
Y una noche salió de la oncena ciudad, que era una ciudad de Armenia, y sus discípulos y una gran multitud le siguieron, y subió a una montaña y se sentó sobre una roca que había en ella.
Y sus discípulos se agruparon a su alrededor y la multitud se arrodilló en el valle.
Y él hundió la cabeza en sus manos y lloró y dijo a su alma:
-¿Por qué estoy tan lleno de aflicción y de temor y por qué cada uno de iris discípulos es como un enemigo que se adelanta a plena luz?
Y su alma le respondió y dijo:
-Dios te ha llenado del conocimiento perfecto de Él mismo y tú has dado esa ciencia a los demás. Has dividido la perla de gran valor y has repartido en trozos el vestido sin costura. El que difunde la sabiduría se roba a sí mismo. Es lo mismo que quien da un tesoro a un ladrón ¿Acaso Dios no es más sabio que tú? ¿Quién eres tú para revelar el secreto que Dios te ha confiado? Yo era rica un día y tú me has empobrecido. Yo he visto a Dios un día y ahora tú me lo has ocultado.
Y de nuevo lloró él porque sabía que su alma le decía la verdad y que había dado a los demás el conocimiento perfecto de Dios, y que se encontraba como un hombre que se ha colgado de los pliegues de la vestidura de Dios, y que su fe disminuiría en relación al número de los que veían en él.
Y se dijo a sí mismo:
-No volveré a hablar de Dios. El que infunde la sabiduría se roba a si mismo.
Y algunas horas más tarde, sus discípulos fueron a su encuentro, e inclinándose hasta el suelo, le dijeron:
-Maestro, háblanos de Dios, porque tienes el conocimiento perfecto de Él y ningún hombre más que tú lo posee.
Y él contestó:
-Os hablaré de todas las demás cosas que hay en el cielo y en la tierra, pero no os hablaré de Dios. Ni ahora ni nunca os volveré a hablar de Dios.
Y ellos se irritaron y le dijeron:
-Nos has conducido al desierto para que pudiéramos escucharte. ¿Quieres despedirnos hambrientos a nosotros y a la gran multitud que has invitado a seguirte?
Y él respondió:
-No os hablaré de Dios.
Y la multitud murmuró contra él y le dijo:
-Nos has conducido al desierto y no nos has dado alimento para comer. Háblanos de Dios y eso nos bastará.
Pero él no contestó una palabra, porque sabía que si hablaba de Dios les daría un tesoro.
Y los discípulos se marcharon tristemente y la multitud regresó a sus casas. Y muchos fallecieron en el camino.
Y cuando estuvo solo se levantó y volviéndose hacia la luna, viajó durante siete lunas sin hablar a ningún hombre y sin responder a ninguna pregunta.
Y cuando la séptima luna iba a desaparecer, llegó al desierto del gran Río.
Y encontrando vacía una caverna habitada en otro tiempo por un centauro, la tomó por abrigo y tejió una esterilla de junco para acostarse en ella y hacer vida de eremita.
Y a cada hora, el eremita alababa a Dios, que había permitido que aprendiera a conocerle y a conocer su grandeza admirable.
Ahora bien; una noche, estando el eremita sentado ante la caverna en un sitio de reposo que se había arreglado, vio a un joven de rostro perverso y hermoso que pasaba sencillamente vestido y con las manos vacías.
Todas las noches pasó de nuevo el joven con las manos vacías y todas las mañanas volvió con las manos llenas de púrpura y de perlas, pues era un ladrón y robaba a las caravanas de mercaderes.
Y el eremita le miró y tuvo piedad de él. Pero no le dijo una palabra porque sabía que quien dice una palabra pierde su fe.
Y una mañana, cuando regresaba el joven con las manos llenas de púrpura y de perlas, se detuvo, frunció las cejas, dio con el pie sobre la mesa y dijo al eremita:
-¿Por qué me miras siempre de ese modo cuando paso? ¿Qué es lo que veo en tus ojos? Porque ningún hombre me ha mirado antes de ese modo. Y es para mí un aguijón y una tristeza.
Y el eremita le respondió:
-Lo que hay en mis ojos es piedad. Es la piedad la que te mira por mis ojos.
Y el joven rió con risa despreciativa y gritó al eremita con tono amargo:
-Tengo púrpura y perlas en mis manos y tú no tienes más que una esterilla de junco para acostarte. ¿Qué piedad vas a tenerme? ¿Y por qué?
-Tengo piedad de ti -dijo el eremita-, porque no conoces a Dios.
-¿Es una cosa preciosa el conocimiento de Dios? -preguntó el joven.
Y se acercó a la entrada de la caverna.
-Es más preciosa que toda la púrpura y que todas las perlas del mundo -respondió el eremita.
-¿Y tú la posees?
Y se acercó más.
-En otro tiempo -respondió el eremita- poseía yo realmente el conocimiento perfecto de Dios, pero en mi locura lo he repartido y dividido entre muchos otros hombres. Aun ahora, semejante recuerdo sigue siendo para mí más precioso que la púrpura y que las perlas.
Y cuando el ladrón oyó esto, tiró la púrpura y las perlas que llevaba en sus manos, y sacando una espada puntiaguda de recurvado acero, dijo al eremita:
-Dame ahora mismo ese conocimiento de Dios que posees o te mato sin vacilar. ¿Cómo no iba yo a matar a quien posee un tesoro mayor que el mío?
Y el eremita extendió sus brazos y dijo:
-¿No me valdría más ir a los parajes más alejados de la Casa de Dios y loarle que vivir en el mundo y no conocerle? Mátame si ésa es tu voluntad. Pero no entregaré mi conocimiento de Dios.
Entonces el ladrón cayó de rodillas y le suplicó; pero el eremita no quiso ni hablarle de Dios ni darle su tesoro.
Y el ladrón se levantó y dijo al eremita:
-Sea como quieres. Por mi parte, voy a ir a la Ciudad de los Siete Pecados, que está solamente a tres días de marcha de aquí, y por mi púrpura me darán placer y por mis perlas me venderán alegría.
Y recogiendo la púrpura y las perlas se fue rápidamente.
Y el eremita le llamó a grandes gritos. Le siguió y le imploró.
Durante tres días siguió al ladrón por los caminos y le rogó que se volviera y que no entrase en la Ciudad de los Siete Pecados.
Y a cada paso, el ladrón miraba al eremita, y llamándole, le decía:
-¿Quieres darme ese conocimiento de Dios que es más precioso que la púrpura y las perlas? Si accedes a dármelo, no entraré en la ciudad.
Y el eremita le contestaba siempre:
-Te daré todo lo que tengo, a excepción de una sola cosa, porque ésa no me está permitido dártela.
Y al caer la tarde del tercer día, se encontraron ambos ante las grandes puertas escarlatas de la Ciudad de los Siete Pecados.
Y llegaron hasta ellos mil carcajadas que salían de la ciudad.
Y el ladrón respondió echándose a reír y llamó repetidamente a la puerta.
Y cuando estaba llamando, el eremita llegó a él, y cogiéndole por los pliegues de sus vestidos, le dijo:
-Abre tus manos y coloca tus brazos en torno de mi cuello; acerca tu oído a mis labios y te daré el conocimiento de Dios que me queda.
Y el ladrón entonces se detuvo.
Y cuando el eremita le hubo entregado su conocimiento de Dios, se desplomó sobre el suelo y lloró; y unas grandes tinieblas le ocultaron la ciudad y el ladrón de tal modo que ya no les volvió a ver.
Y estando allí inclinado y deshecho en lágrimas, notó que alguien estaba de pie a su lado; y Aquel que estaba de pie a su lado tenía pies de bronce y cabellos como de lana fina.
Y levantó al eremita y le dijo:
-Hasta aquí has tenido el conocimiento perfecto de Dios; desde ahora tendrás el perfecto amor de Dios. ¿Por qué lloras?
Y le besó.
El maestro de la sabiduría
de Oscar Wilde
Desde su infancia le habían inculcado, como a cualquiera, el perfecto conocimiento de Dios, y hasta cuando era niño, muchos santos así como ciertas santas mujeres que vivían en la libre ciudad, donde él nació, habíanse quedado atónitos ante sus respuestas graves y sabias.
Y cuando sus padres le entregaron el traje y el anillo de la edad viril, les abrazó, abandonándoles para ir a correr mundo, porque quería hablar de Dios al universo.
Pues había por aquel tiempo en el mundo muchas personas que no conocían a Dios en absoluto, que sólo tenían de él un conocimiento incompleto, o que adoraban los falsos dioses que habitan en los bosques sagrados sin preocuparse de sus adoradores.
Y poniéndose de frente al sol se puso en marcha, caminando sin sandalias como había visto andar a los santos y llevando en su cintura un zurrón de cuero y un pequeño cántaro de barro cocido.
Y como caminaba a lo largo del ancho camino sentíase lleno de ese gozo que nace del conocimiento perfecto de Dios, y le cantaba alabanzas sin cesar en sus cantos. Y al cabo de algún tiempo, entró en un país desconocido en el que se alzaban muchas ciudades.
Y atravesó once ciudades.
Y algunas de éstas se hallaban en los valles, otras en las riberas de grandes ríos y otras asentadas sobre colinas.
Y en cada ciudad encontró un discípulo que le amó y le siguió, y una gran multitud en cada ciudad le siguió asimismo, y el conocimiento de Dios se esparció sobre toda la tierra y muchos jefes de Estado se convirtieron.
Y los sacerdotes de los templos en que había ídolos vieron que la mitad de su ganancia se perdía y que cuando a mediodía golpeaban sus tambores nadie, o muy poca gente, acudía con panes y ofrendas de carne, como era costumbre en el país antes de llegar el peregrino.
Sin embargo, cuanto más aumentaba la multitud que le seguía, cuanto mayor era el número de sus discípulos, más grande era su aflicción.
Y él no sabía por qué su aflicción era tan grande, pues hablaba siempre de Dios y según la plenitud de conocimiento perfecto de Dios, que Dios mismo le había dado.
Y una noche salió de la oncena ciudad, que era una ciudad de Armenia, y sus discípulos y una gran multitud le siguieron, y subió a una montaña y se sentó sobre una roca que había en ella.
Y sus discípulos se agruparon a su alrededor y la multitud se arrodilló en el valle.
Y él hundió la cabeza en sus manos y lloró y dijo a su alma:
-¿Por qué estoy tan lleno de aflicción y de temor y por qué cada uno de iris discípulos es como un enemigo que se adelanta a plena luz?
Y su alma le respondió y dijo:
-Dios te ha llenado del conocimiento perfecto de Él mismo y tú has dado esa ciencia a los demás. Has dividido la perla de gran valor y has repartido en trozos el vestido sin costura. El que difunde la sabiduría se roba a sí mismo. Es lo mismo que quien da un tesoro a un ladrón ¿Acaso Dios no es más sabio que tú? ¿Quién eres tú para revelar el secreto que Dios te ha confiado? Yo era rica un día y tú me has empobrecido. Yo he visto a Dios un día y ahora tú me lo has ocultado.
Y de nuevo lloró él porque sabía que su alma le decía la verdad y que había dado a los demás el conocimiento perfecto de Dios, y que se encontraba como un hombre que se ha colgado de los pliegues de la vestidura de Dios, y que su fe disminuiría en relación al número de los que veían en él.
Y se dijo a sí mismo:
-No volveré a hablar de Dios. El que infunde la sabiduría se roba a si mismo.
Y algunas horas más tarde, sus discípulos fueron a su encuentro, e inclinándose hasta el suelo, le dijeron:
-Maestro, háblanos de Dios, porque tienes el conocimiento perfecto de Él y ningún hombre más que tú lo posee.
Y él contestó:
-Os hablaré de todas las demás cosas que hay en el cielo y en la tierra, pero no os hablaré de Dios. Ni ahora ni nunca os volveré a hablar de Dios.
Y ellos se irritaron y le dijeron:
-Nos has conducido al desierto para que pudiéramos escucharte. ¿Quieres despedirnos hambrientos a nosotros y a la gran multitud que has invitado a seguirte?
Y él respondió:
-No os hablaré de Dios.
Y la multitud murmuró contra él y le dijo:
-Nos has conducido al desierto y no nos has dado alimento para comer. Háblanos de Dios y eso nos bastará.
Pero él no contestó una palabra, porque sabía que si hablaba de Dios les daría un tesoro.
Y los discípulos se marcharon tristemente y la multitud regresó a sus casas. Y muchos fallecieron en el camino.
Y cuando estuvo solo se levantó y volviéndose hacia la luna, viajó durante siete lunas sin hablar a ningún hombre y sin responder a ninguna pregunta.
Y cuando la séptima luna iba a desaparecer, llegó al desierto del gran Río.
Y encontrando vacía una caverna habitada en otro tiempo por un centauro, la tomó por abrigo y tejió una esterilla de junco para acostarse en ella y hacer vida de eremita.
Y a cada hora, el eremita alababa a Dios, que había permitido que aprendiera a conocerle y a conocer su grandeza admirable.
Ahora bien; una noche, estando el eremita sentado ante la caverna en un sitio de reposo que se había arreglado, vio a un joven de rostro perverso y hermoso que pasaba sencillamente vestido y con las manos vacías.
Todas las noches pasó de nuevo el joven con las manos vacías y todas las mañanas volvió con las manos llenas de púrpura y de perlas, pues era un ladrón y robaba a las caravanas de mercaderes.
Y el eremita le miró y tuvo piedad de él. Pero no le dijo una palabra porque sabía que quien dice una palabra pierde su fe.
Y una mañana, cuando regresaba el joven con las manos llenas de púrpura y de perlas, se detuvo, frunció las cejas, dio con el pie sobre la mesa y dijo al eremita:
-¿Por qué me miras siempre de ese modo cuando paso? ¿Qué es lo que veo en tus ojos? Porque ningún hombre me ha mirado antes de ese modo. Y es para mí un aguijón y una tristeza.
Y el eremita le respondió:
-Lo que hay en mis ojos es piedad. Es la piedad la que te mira por mis ojos.
Y el joven rió con risa despreciativa y gritó al eremita con tono amargo:
-Tengo púrpura y perlas en mis manos y tú no tienes más que una esterilla de junco para acostarte. ¿Qué piedad vas a tenerme? ¿Y por qué?
-Tengo piedad de ti -dijo el eremita-, porque no conoces a Dios.
-¿Es una cosa preciosa el conocimiento de Dios? -preguntó el joven.
Y se acercó a la entrada de la caverna.
-Es más preciosa que toda la púrpura y que todas las perlas del mundo -respondió el eremita.
-¿Y tú la posees?
Y se acercó más.
-En otro tiempo -respondió el eremita- poseía yo realmente el conocimiento perfecto de Dios, pero en mi locura lo he repartido y dividido entre muchos otros hombres. Aun ahora, semejante recuerdo sigue siendo para mí más precioso que la púrpura y que las perlas.
Y cuando el ladrón oyó esto, tiró la púrpura y las perlas que llevaba en sus manos, y sacando una espada puntiaguda de recurvado acero, dijo al eremita:
-Dame ahora mismo ese conocimiento de Dios que posees o te mato sin vacilar. ¿Cómo no iba yo a matar a quien posee un tesoro mayor que el mío?
Y el eremita extendió sus brazos y dijo:
-¿No me valdría más ir a los parajes más alejados de la Casa de Dios y loarle que vivir en el mundo y no conocerle? Mátame si ésa es tu voluntad. Pero no entregaré mi conocimiento de Dios.
Entonces el ladrón cayó de rodillas y le suplicó; pero el eremita no quiso ni hablarle de Dios ni darle su tesoro.
Y el ladrón se levantó y dijo al eremita:
-Sea como quieres. Por mi parte, voy a ir a la Ciudad de los Siete Pecados, que está solamente a tres días de marcha de aquí, y por mi púrpura me darán placer y por mis perlas me venderán alegría.
Y recogiendo la púrpura y las perlas se fue rápidamente.
Y el eremita le llamó a grandes gritos. Le siguió y le imploró.
Durante tres días siguió al ladrón por los caminos y le rogó que se volviera y que no entrase en la Ciudad de los Siete Pecados.
Y a cada paso, el ladrón miraba al eremita, y llamándole, le decía:
-¿Quieres darme ese conocimiento de Dios que es más precioso que la púrpura y las perlas? Si accedes a dármelo, no entraré en la ciudad.
Y el eremita le contestaba siempre:
-Te daré todo lo que tengo, a excepción de una sola cosa, porque ésa no me está permitido dártela.
Y al caer la tarde del tercer día, se encontraron ambos ante las grandes puertas escarlatas de la Ciudad de los Siete Pecados.
Y llegaron hasta ellos mil carcajadas que salían de la ciudad.
Y el ladrón respondió echándose a reír y llamó repetidamente a la puerta.
Y cuando estaba llamando, el eremita llegó a él, y cogiéndole por los pliegues de sus vestidos, le dijo:
-Abre tus manos y coloca tus brazos en torno de mi cuello; acerca tu oído a mis labios y te daré el conocimiento de Dios que me queda.
Y el ladrón entonces se detuvo.
Y cuando el eremita le hubo entregado su conocimiento de Dios, se desplomó sobre el suelo y lloró; y unas grandes tinieblas le ocultaron la ciudad y el ladrón de tal modo que ya no les volvió a ver.
Y estando allí inclinado y deshecho en lágrimas, notó que alguien estaba de pie a su lado; y Aquel que estaba de pie a su lado tenía pies de bronce y cabellos como de lana fina.
Y levantó al eremita y le dijo:
-Hasta aquí has tenido el conocimiento perfecto de Dios; desde ahora tendrás el perfecto amor de Dios. ¿Por qué lloras?
Y le besó.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
María en Navidad
María sin que nadie se lo recordase, sabía que la Navidad se acercaba. En los últimos siete meses no había hablado con nadie. El silencio, tan temido cuando estaba en libertad se había convertido en su modo de vida. A veces, en voz muy baja hablaba consigo misma, para no olvidar el sonido de las palabras. Se pasaba todo un día repitiendo como letanía el nombre de quien amaba o alguna palabra que expresase el sentimiento que la embargaba, el temor o la ilusión que la mantenía con vida. Muchas veces repetía su nombre como para confirmar su existencia, un tic que buscaba anclarla en su memoria para no enloquecer.
A veces no recordaba ni porqué estaba ahí, olvidaba las leyes que imperaban en el mundo del que venía, un mundo restrictivo en el cual se controlaban hasta los mínimos detalles. No se puede soñar, no se puede desear, no se puede pedir justicia, no se puede pedir paz. María incapaz de incapaz de someterse a esas leyes que prohibían los deseos esenciales había desobedecido. La casa de las Magdalenas, esa prisión era el lugar en donde las mujeres valientes de Albehem eran encerradas para evitar que sus ideas de la llegada de un Salvador corriesen y contagiasen a los demás. María acusada de rebelde y conspiradora había sido declarada culpable. Había tenido el juicio delante del Gran censor y estaba cumpliendo una condena de veinte años.
Pasaban días en los que olvidaba que había desaparecido de su vida la posibilidad de ver a su familia, a su esposo recluido en otra cárcel, en la Casa del Tormento, acusado de peores delitos. Aún existía el peligro de que lo condenasen a muerte. Ella no se enteraría del destino que le tocaría seguir. Suponía que no volvería a ver a Simón, su pequeño hijo, a quien había tenido que abandonar casi de recién nacido.
María ha adiestrado su mente, puede trasportarse si lo desea a espacios agradables, sentarse con los amigos debajo de los olivos en el bosque o quedarse al costado del río escuchando el agua que brinca entre las piedras, arrastrándose como una serpiente que silba y acaricia. Ahora amanece en su mente, han llegado dos pájaros amarillos que se entretienen junto a un rosal.
En la oscuridad del calabozo María no piensa en huir, no duerme, descansa, se recupera y recuerda las últimas acciones que vivió cuando estaba en libertad. Los han descubierto, se arrastran para esconderse. Una bala le roza la cabeza. Los someten a interrogatorios, con un pañuelo intenta controlar la sangre que brota sin parar, los amenazan, les atan las manos, se burlan de ellos. Alguien escupe en su cara. La separan de Antonio. Todo ha sido inútil. Está prohibido soñar.
Es el amanecer del 24 de diciembre en Albehem en una celda húmeda.
María alcanza a ver entre dos piedras muy unidas de la celda, tras unr esquicio, un rayo de luz brillante, sabe que afuera hay sol. Esa noche será noche buena y María rechaza la condena a la soledad. En la oscuridad busca inútilmente algún objeto que pueda simbolizar el nacimiento. Desea repetir el ritual. Cierra los ojos, medita y se pone a rezar. Ya casi es de noche cuando siente la presencia del ángel que acercándose le dice. No temas, vengo a anunciarte la buena nueva que será motivo de inmensa alegría para todo el pueblo. De improviso se enciende una vela y se ilumina un espacio y María se siente como si estuviesen en un claro del bosque. María sabe que está en Belén. Una mujer acaba de dar a luz, el hermoso niño está recostado en un pesebre. Los acompaña su padre. Aparecen otros ángeles que tocan trompetas y cantan Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres. Algunos pastores que cuidaban sus rebaños se acercan para adorar al niño. Llegan los magos de oriente que han seguido la estrella brillante y ofrecen al niño cofres llenos de maravillas.
La celda está de nuevo en penumbra. María siente que no está sola. Puede ver a Antonio y a su pequeño hijo a su lado sonriendo. Los tres se abrazan y se desean felicidad. María tiene los ojos húmedos, no se cansa de mirarlos, de hacerles caricias. Es Noche buena. María se acomoda en una esquina y se duerme sabiendo que despertará en silencio y soledad pero ya no le importa. Hoy ha sido noche buena y mañana será Navidad.
domingo, 18 de diciembre de 2011
I feel pretty
Para ir preparándonos para la Navidad una canción llena de alegría y recuerdos. Dedicada a toda una generación que gozó con West Side Story, la vimos en el cine Roma que tenía un jardín con cortina, esta canción interpretada por Kiri Te Kanawa. La música es de Leonard Bernstein.
Y acá la canción directamente de la película:
Y acá la canción directamente de la película:
Arthur Russell Canta
Charles Arthur Russell, Jr. (21 de mayo de 1951 – 4 de abril de 1992)[1] fue un violonchelista, compositor y cantante estadounidense. Relativamente desconocido en vida, una serie de recopilaciones a lo largo de la década del 2000[2] [3] [4] han rescarado su obra, de carácter marcadamente experimental, que abarca los estilos disco, minimalista, o rock, habiendo colaborando con figuras como Philip Glass, David Byrne o Nicky Siano. En febrero de 2008, Matt Wolf presentó en el Festival Internacional de Cine de Berlín un documental sobre su vida titulado Wild Combination: A Portrait of Arthur Russell.
Celebraciones de fin de año en el taller
Comparto con todos esta carta de agradecimiento a las participantes de ABRA nuestro taller. Ha sido un año muy bueno para ABRA a pesar de mis escapadas de viaje. Todos los martes me lleno de alegría en ese par de horas en las que compartimos el interés por la lectura y nuestro deseo de escribir.Lo más importante de todo es el ánimo que envuelve al grupo, la chispa, la creatividad, la atención por el otro, el entusiasmo. Como todos los años, celebramos el fin de curso en algun sitio lindo. Esta vez nos tocó en el Sophie Bistró que estuvo encantador.Buena comida, buen vino, muchas risas y hasta regalos. Fin del 2011, ahora vacaciones y a recibir el 2012 con lo brazos abiertos.
A cada una de ustedes queridas amigas mi agradecimiento por el almuerzo de hoy, por haber acudido a la invitación y haber estado todas tan amorosas y contentas. Muchas gracias por la invitación, hay que saber recibir así que recibo con mucho gusto su amistad y su compañía. Que bueno que les gustó el sitio aunque para las de la Molina resultó un poco lejos por el tráfico. El próximo año será distinto. Ya les escribiré para saludarlas por Navidad y Año nuevo pero hoy no podía acostarme sin agradecer tanto cariño. ABRA es un espacio formado por cada una de nosotras, es un lugar interior que ofrecemos a las demás participantes, es una actitud curiosa e interesada en la vida y en el otro. Un beso grande grande. Ce
sábado, 17 de diciembre de 2011
Adios Cesaria
Despedida a Cesaria Evora cantante de Cabo verde recientemente fallecida. Tuvimos la suerte de verla en Washington en una universidad en un auditorio repleto de jóvenes. Ella, como era su costumbre, cantaba sin zapatos.
Ella volvía cada vez que podía a su isla y le encantaba contemplar el mar aunque no se metía en el agua porque no sabía nadar. Hablaba al mar "como si fuera una persona. Una anciana me dijo que las olas crean una música que nosotros los humanos no entendemos". Nos dijo.
Retirarse del mundanal ruido
En estos días previos a la Navidad, con tanto ajetreo, lo que mi corazón desea es permanecer tranquila, en silencio, sin salir a la calle. Un retiro. Si tuviese un bosque cerca y una ermita que feliz sería.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Yo dejo que la música llore por mí
Yo dejo que la música llore por mí, me dijo una vez mi amiga Ivanova y yo me reí, admirada de lo creativa y original que siempre podía ser. Pero hoy escuchando a una ópera de Mozart, empiezo a entenderla y dejo que los cantantes lloran por mí. En contacto con sus voces me doy cuenta de que los cantantes sienten lo que yo siento, o lo que sentí hace tanto tiempo, antes, el otro día, cuando quería contarle al mundo el dolor de mi alma, explicarles que se me había agrietado, que sangraba.
Los títulos de las canciones son significativos: Misericordia. Respóndeme. Están dirigidas al otro, sea a un poder superior - al Todopoderoso creador que todo comprende y que da consuelo - o al prójimo que si se conmueve podrá amarnos. Los instrumentos y la femenina voz se pasean de una esquina a otra de la habitación manifestando su dolor.
En la Serenata de El rey pastor se expresan los contrastes de nuestros sentimientos, desde los reclamos del corazón, el deseo de justicia, el miedo a los sentimientos tormentosos y a las tribulaciones, hasta la felicidad de un idilio y el gusto por la vida simple y el amor a la naturaleza. La ironía también está presente. Al leer el catálogo descubro que esta ópera fue tocada en la corte de Venecia en 1790 para celebrar la visita del Rey José II. Qué maravillosa forma de llorar debe ser cantar
Los títulos de las canciones son significativos: Misericordia. Respóndeme. Están dirigidas al otro, sea a un poder superior - al Todopoderoso creador que todo comprende y que da consuelo - o al prójimo que si se conmueve podrá amarnos. Los instrumentos y la femenina voz se pasean de una esquina a otra de la habitación manifestando su dolor.
En la Serenata de El rey pastor se expresan los contrastes de nuestros sentimientos, desde los reclamos del corazón, el deseo de justicia, el miedo a los sentimientos tormentosos y a las tribulaciones, hasta la felicidad de un idilio y el gusto por la vida simple y el amor a la naturaleza. La ironía también está presente. Al leer el catálogo descubro que esta ópera fue tocada en la corte de Venecia en 1790 para celebrar la visita del Rey José II. Qué maravillosa forma de llorar debe ser cantar
lunes, 12 de diciembre de 2011
Un novio para tres esposas
Barney’s Version es una película de comedia-drama del 2010 de Canadá, dirigida por Richard J. Lewis, basada en la novela del mismo nombre de Mordecai Richler.
Sinopsis:
Barney Panofsky (Giamatti), un viejo productor de televisión, aficionado a la bebida y fanático del hockey lleva una vida bastante caótica. Se ha casado tres veces, tiene un padre extravagante (Dustin Hoffman) y un amigo encantador (Scott Speedman).
Sinopsis:
Barney Panofsky (Giamatti), un viejo productor de televisión, aficionado a la bebida y fanático del hockey lleva una vida bastante caótica. Se ha casado tres veces, tiene un padre extravagante (Dustin Hoffman) y un amigo encantador (Scott Speedman).
domingo, 11 de diciembre de 2011
Película europea
Espero poder conseguir esta película europea. El tema me parece genial. La transformación de las personas gracias al contacto con otra. La pareja que consigue grandes realizaciones. Inteligente, diverida, irreverente. A buscarla.
El león y la jirafa
Publico para ustedes este cuento mío: El león y la jirafa porque
revisando antiguos casetes encontré la entrevista que me hiciera hace ya unos años en Buenos Aires Enrique Pagani en su programa de radio: La trama del revés. Acababa de escribir este texto y él me pidió leerlo. Me gustó oírlo así que recomiendo que sea leído en voz alta para que haga el mismo efecto que seguro causó a los oyentes argentinos asiduos a ese programa que tenía por centro la figura de Borges. Pagani antes de entrevistarme tuvo la gentileza de leer algunos párrafos de la obra de Borges en los que se refiere al Perú.
El león y la jirafa
Cioran es un escritor al que generalmente odio pero al que también respeto. Tengo en mi biblioteca casi todos sus libros esperando a que lleguen para mí esos días en los que una se siente inconforme, rebelde, furiosa, con intensión de permanecer en el hoyo sin pedir auxilio, muriendo de a pocos, quejándome abiertamente, gruñendo encrespada retorciendo mi cuerpo en convulsiones.
Sin embargo amo de Cioran su aprecio por la música, su intuición de la existencia de Dios basándose en la existencia y hermosura de la obra de Bach.
Hoy recuerdo una de sus frases: La vida da cumplimiento a algunos de nuestros sueños pero de manera distinta a la soñada. O algo así. Yo le he añadido a esa lección sabia que debemos permanecer alertas, con la mente y el alma siempre abiertas para que no se nos escape el sueño o pase delante de nosotros sin haberlo reconocido y podido atraparlo.
Entonces yo tenía en mente una jirafa dormida a la orilla del mar, recostada sobre la arena, totalmente relajada, como si solo ella existiese en el mundo, desaparecidos los demás animales, todos, el peligro inexistente.
Una jirafa que no tuviese que dormir puesta en pie, entredormir con esos grandes ojos vigilantes de inmensas pestañas, alertas como si los ojos fuesen también las puntiagudas orejas y los pies y el cuerpo entero dispuesto a emprender la huida correr, correr, galopar y protegerse.
Una sola vez en algún zoológico del mundo pude contemplar una verdadera jirafa, debo confesar que me pareció encantadora, un capricho de diseño, como si alguien hubiese estado jugando con sus proporciones imaginándola comiendo de los follajes de los árboles con su dura lengua. Distante, graciosa, con los nervios de puntas.
Ansié ser la jirafa, echarla sobre la arena caliente, permitirle contemplar por primera vez el cielo abierto azulísimo, las nubes caminantes, presenciar el silencio solo interrumpido por ese mar suave que no golpea sino besa.
Un sueño profundo de jirafa feliz a medio día con la arena adherida a su piel húmeda que transpira de puro gozo.
Y en vez de la jirafa un león. El principal depredador de las jirafas. Tengo desde hace unos días en casa un antiguo grabado en blanco y negro, muy hermoso en donde un león, esos de largas melenas, de piernas gruesas que pisan firme y dejan sus huellas profundas anunciandose, anda a la orilla del lar con movimientos decididos aunque sus ojos permanecen achinados como si le molestase el reflejo del sol. ¿O es un lago al pie de la montaña? En todo caso un lago junto al desierto. Sólidas montañas vacías como si perteneciesen a Mercurio si es que en Mercurio hay montañas y lagos y leones, por lo menos un león.
Ansié ser leona errante con la mirada al frente de un camino que daba la impresión de no tener término.
Aprecio en la imagen algo de viento porque los pequeños matorrales parecen vibrantes. Las nubes están cargadas preparando una lluvia aún lejana.
Mi cuerpo de leona produce una sombra que avanza conmigo.
El lugar que ocupa el león en el grabado es relativamente pequeño pero no puedo dejar de mirarlo, no importa el lago, ni las montañas de rocas. ¿Por qué me atrae de ese modo misterioso? ¿Por que está vivo y en movimiento? ¿Por qué no es usual que los leones caminen a la orilla de los mares. Porque no se trata realmente de un león sino de un símil de esa tarea inmensa que es mantenerse en movimiento, ir, buscar, olfatear, asumir el destino, continuar, avanzar en el tiempo.
No contemplo la posibilidad de que el león decida aventurarse a entrar en el agua, caminar sobre las olas o nadar o bucear buscando el reino perdido en las profundidades donde son otras sin duda las reglas.
No imagino tampoco otros leones, un grupo de leones siguiéndolo, dejando una distancia prudente como para afirmar su liderazgo, leones que quedaron fuera del grabado.
El león, la leona, yo misma me emociona por su soledad, por su condena, por su perfección destinada a permanecer en el desierto, sus armas inútiles, su fuerza contenida.
Por un momento imagino que lo que está haciendo es ir en busca de la jirafa que descansa un poco más allá, fuera ya del grabado, y que la energía del león, o la leona o yo misma, lo que la mueve es el convencimiento del encuentro.
Sabe que la jirafa está dormida que no tendrá tiempo para levantar su cuerpo, despegar el enorme cuello enroscado y que bastará un zarpazo para tenerla rendida.
La huele desde lejos.
¿Cuánto demorará en desgarrarla, en desollarla, en convertirla en alimento que calma el hambre de carne blanda, temerosa, vencida?
¿Y si en un acto de purificación, pienso por último con ansias de salvarme, el león yo y la jirafa yo se dirigen al agua con la certeza de calmar ahí su sed, su miedo, la soledad del silencio, y encontrar al fin la conciencia del gozo de tener cuerpos húmedos y vivos?
revisando antiguos casetes encontré la entrevista que me hiciera hace ya unos años en Buenos Aires Enrique Pagani en su programa de radio: La trama del revés. Acababa de escribir este texto y él me pidió leerlo. Me gustó oírlo así que recomiendo que sea leído en voz alta para que haga el mismo efecto que seguro causó a los oyentes argentinos asiduos a ese programa que tenía por centro la figura de Borges. Pagani antes de entrevistarme tuvo la gentileza de leer algunos párrafos de la obra de Borges en los que se refiere al Perú.
El león y la jirafa
Cioran es un escritor al que generalmente odio pero al que también respeto. Tengo en mi biblioteca casi todos sus libros esperando a que lleguen para mí esos días en los que una se siente inconforme, rebelde, furiosa, con intensión de permanecer en el hoyo sin pedir auxilio, muriendo de a pocos, quejándome abiertamente, gruñendo encrespada retorciendo mi cuerpo en convulsiones.
Sin embargo amo de Cioran su aprecio por la música, su intuición de la existencia de Dios basándose en la existencia y hermosura de la obra de Bach.
Hoy recuerdo una de sus frases: La vida da cumplimiento a algunos de nuestros sueños pero de manera distinta a la soñada. O algo así. Yo le he añadido a esa lección sabia que debemos permanecer alertas, con la mente y el alma siempre abiertas para que no se nos escape el sueño o pase delante de nosotros sin haberlo reconocido y podido atraparlo.
Entonces yo tenía en mente una jirafa dormida a la orilla del mar, recostada sobre la arena, totalmente relajada, como si solo ella existiese en el mundo, desaparecidos los demás animales, todos, el peligro inexistente.
Una jirafa que no tuviese que dormir puesta en pie, entredormir con esos grandes ojos vigilantes de inmensas pestañas, alertas como si los ojos fuesen también las puntiagudas orejas y los pies y el cuerpo entero dispuesto a emprender la huida correr, correr, galopar y protegerse.
Una sola vez en algún zoológico del mundo pude contemplar una verdadera jirafa, debo confesar que me pareció encantadora, un capricho de diseño, como si alguien hubiese estado jugando con sus proporciones imaginándola comiendo de los follajes de los árboles con su dura lengua. Distante, graciosa, con los nervios de puntas.
Ansié ser la jirafa, echarla sobre la arena caliente, permitirle contemplar por primera vez el cielo abierto azulísimo, las nubes caminantes, presenciar el silencio solo interrumpido por ese mar suave que no golpea sino besa.
Un sueño profundo de jirafa feliz a medio día con la arena adherida a su piel húmeda que transpira de puro gozo.
Ansié ser leona errante con la mirada al frente de un camino que daba la impresión de no tener término.
Aprecio en la imagen algo de viento porque los pequeños matorrales parecen vibrantes. Las nubes están cargadas preparando una lluvia aún lejana.
Mi cuerpo de leona produce una sombra que avanza conmigo.
El lugar que ocupa el león en el grabado es relativamente pequeño pero no puedo dejar de mirarlo, no importa el lago, ni las montañas de rocas. ¿Por qué me atrae de ese modo misterioso? ¿Por que está vivo y en movimiento? ¿Por qué no es usual que los leones caminen a la orilla de los mares. Porque no se trata realmente de un león sino de un símil de esa tarea inmensa que es mantenerse en movimiento, ir, buscar, olfatear, asumir el destino, continuar, avanzar en el tiempo.
No contemplo la posibilidad de que el león decida aventurarse a entrar en el agua, caminar sobre las olas o nadar o bucear buscando el reino perdido en las profundidades donde son otras sin duda las reglas.
No imagino tampoco otros leones, un grupo de leones siguiéndolo, dejando una distancia prudente como para afirmar su liderazgo, leones que quedaron fuera del grabado.
El león, la leona, yo misma me emociona por su soledad, por su condena, por su perfección destinada a permanecer en el desierto, sus armas inútiles, su fuerza contenida.
Por un momento imagino que lo que está haciendo es ir en busca de la jirafa que descansa un poco más allá, fuera ya del grabado, y que la energía del león, o la leona o yo misma, lo que la mueve es el convencimiento del encuentro.
Sabe que la jirafa está dormida que no tendrá tiempo para levantar su cuerpo, despegar el enorme cuello enroscado y que bastará un zarpazo para tenerla rendida.
La huele desde lejos.
¿Cuánto demorará en desgarrarla, en desollarla, en convertirla en alimento que calma el hambre de carne blanda, temerosa, vencida?
¿Y si en un acto de purificación, pienso por último con ansias de salvarme, el león yo y la jirafa yo se dirigen al agua con la certeza de calmar ahí su sed, su miedo, la soledad del silencio, y encontrar al fin la conciencia del gozo de tener cuerpos húmedos y vivos?
Yo no se qué es lo que soy
¿Podemos ver nacer la vida? Bill Viola filma este nacimiento.
Busco algo más sobre este video que me impresiona tanto y encuentro otro blog que comenta:
En medio de tanta locura, tragedia, guerra y dolor, necesito un tiempo para contemplar el inicio.
Son 4 minutos y medio de contemplación, sin duda un canto a la vida.
Quizás alguien, después de contemplar el video y meditarlo, se sienta mejor y renueve su esperanza de cara al nuevo día con otro talante
Busco algo más sobre este video que me impresiona tanto y encuentro otro blog que comenta:
En medio de tanta locura, tragedia, guerra y dolor, necesito un tiempo para contemplar el inicio.
Son 4 minutos y medio de contemplación, sin duda un canto a la vida.
Quizás alguien, después de contemplar el video y meditarlo, se sienta mejor y renueve su esperanza de cara al nuevo día con otro talante
¿Qué haríamos sin la danza?
Sylvie Guillem (23 de febrero de 1965 en París, Francia) es una célebre bailarina francesa. Primera bailarina en el Ballet de la Ópera de París entre 1984-89 y del Royal Ballet de Londres (1989-2003).
Visiones del espacio
Son los arquitectos los que hacen que una ciudad sea bella. Artistas del diseño colocan en el espacio los materiales que van a construir una unidad que combina audacia, color, funcionalidad. Esculturas al aire libre para que todos las disfruten.
Aquí unas frases de Ludwig Mies Van der Rohe
Dios está en los detalles.
La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio.
Debíamos distinguir el núcleo de la verdad. Solo las preguntas que se refieren a la esencia de las cosas tienen sentido. Las respuestas que encuentran su generación entorno a esta pregunta, son su aportación a la arquitectura.
Es imposible ir hacia adelante y mirar hacia atrás; quien vive en el pasado no puede avanzar.
Es cierto que la educación no se preocupa solamente de objetivos prácticos, sino también con valores. Nuestros objetivos nos aseguran el material de nuestras vidas, nuestros valores hacen posible nuestra vida espiritual.
Los medios deben ser subsidiarios de los fines y de nuestro deseo de dignidad y valor.
Menos es más.
La arquitectura comienza cuando se ponen dos ladrillos juntos.
Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrán, Alemania, 27 de marzo de 1886 – Chicago, Illinois, 17 de agosto de 1969), arquitecto y diseñador industrial
El Pabellón alemán de Barcelona, diseñado por Mies van der Rohe, fue el edificio de representación de Alemania en la Exposición internacional de Barcelona celebrada en el año 1929. Concebido como espacio representativo para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII y a las autoridades alemanas,[1] el edificio pretendía simbolizar el carácter progresista y democrático de la nueva República de Weimar y su recuperación tras la Primera Guerra Mundial.
Este edificio constituye uno de los hitos en la historia de la arquitectura moderna, al ser una obra donde se plasman con particular rotundidad y libertad las ideas del entonces naciente Movimiento Moderno, y está considerado por muchos autores como una de las cuatro piezas canónicas de la arquitectura del movimiento moderno junto con la edificio de la Bauhaus de Gropius, la villa Saboya de Le Corbusier y la Casa de la cascada de Wright.[2]
El pabellón fue desmantelado tras la exposición en 1930, y reconstruido posteriormente en la década de los 80 en su ubicación original, en el actual barrio de Montjuic, donde permanece abierto al público.
Aquí unas frases de Ludwig Mies Van der Rohe
Dios está en los detalles.
La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio.
Debíamos distinguir el núcleo de la verdad. Solo las preguntas que se refieren a la esencia de las cosas tienen sentido. Las respuestas que encuentran su generación entorno a esta pregunta, son su aportación a la arquitectura.
Es imposible ir hacia adelante y mirar hacia atrás; quien vive en el pasado no puede avanzar.
Es cierto que la educación no se preocupa solamente de objetivos prácticos, sino también con valores. Nuestros objetivos nos aseguran el material de nuestras vidas, nuestros valores hacen posible nuestra vida espiritual.
Los medios deben ser subsidiarios de los fines y de nuestro deseo de dignidad y valor.
Menos es más.
La arquitectura comienza cuando se ponen dos ladrillos juntos.
Ludwig Mies van der Rohe (Aquisgrán, Alemania, 27 de marzo de 1886 – Chicago, Illinois, 17 de agosto de 1969), arquitecto y diseñador industrial
El Pabellón alemán de Barcelona, diseñado por Mies van der Rohe, fue el edificio de representación de Alemania en la Exposición internacional de Barcelona celebrada en el año 1929. Concebido como espacio representativo para albergar la recepción oficial presidida por el rey Alfonso XIII y a las autoridades alemanas,[1] el edificio pretendía simbolizar el carácter progresista y democrático de la nueva República de Weimar y su recuperación tras la Primera Guerra Mundial.
Este edificio constituye uno de los hitos en la historia de la arquitectura moderna, al ser una obra donde se plasman con particular rotundidad y libertad las ideas del entonces naciente Movimiento Moderno, y está considerado por muchos autores como una de las cuatro piezas canónicas de la arquitectura del movimiento moderno junto con la edificio de la Bauhaus de Gropius, la villa Saboya de Le Corbusier y la Casa de la cascada de Wright.[2]
El pabellón fue desmantelado tras la exposición en 1930, y reconstruido posteriormente en la década de los 80 en su ubicación original, en el actual barrio de Montjuic, donde permanece abierto al público.
Ligia Piro y Susana Rinaldi
Ligia Piro, hija de Susana Rinaldi nos canta La Llorona que recuerdo de la época en la que estaba en la universidad y la cantaba Joan Baez.
Y acá cantan juntas madre e hija un vals.
Y acá cantan juntas madre e hija un vals.
Un cuento de un cuento
En base a este cuento de Italo Calvino, la escritora argentina crea un nuevo cuento. El cangrejo se convierte en caballo. Acá les presento las dos hstorias.
EL CANGREJO DE CHUANG TZU
Italo Calvino
Entre sus muchas virtudes, Chuang Tzu tenía la de ser diestro en el dibujo. El rey le pidió que dibujara un cangrejo. Chuang Tzu respondió que necesitaba cinco años y una casa con doce servidores. Pasaron cinco años y el dibujo aún no estaba empezado. "Necesito otros cinco años", dijo Chuang Tzu. El rey se los concedió. Transcurridos los diez años, Chuang Tzu tomó el pincel y, en un instante, con un solo gesto, dibujó un cangrejo, el cangrejo más perfecto que jamás se hubiera visto.
El caballo de Chuang Tzu Maria Teresa Andruetto
En la China lejana, el emperador Chiang amaba a los caballos.
Tanto los amaba que quiso tener uno dibujado.
Y quiso también que aquel dibujo fuera perfecto.
Llamó a su asistente y le dijo:
Ve y busca al mejor dibujante del imperio. Y dile que dibuje para mi un caballo.
El asistente buscó por todo el reino.
Desde la China del norte hasta Tailandia.
EL mejor dibujante se llamaba Chuang Tzu.
El asistente llevó a Chuang Tzu hasta donde estaba el dueño del imperio.
Una vez allí, Chuang Tzu dijo:
¿Qué necesita mi señor?
El dibujo de un caballo. El mejor de todos.
Chuang Tzu se quedó pensando un momento, después habló.
Para dibujar un caballo necesito cinco años y una casa con doce sirvientes.
¿Tanto para hacer un dibujo?
Tanto para hacer el mejor dibujo, mi señor.
El emperador le dijo a su asistente que ordenara todo para que el mejor pintor del reino tuviera por cinco años una casa con doce sirvientes, para dibujar un caballo.
No bien pasaron los cinco años, el emperador mandó a llamar a Chuang Tzu.
Quiero ver el caballo, le dijo.
No lo he hecho todavía- contestó Chuang Tzu. Necesito otros cinco años.
El emperador Chiang dudó largo rato antes de decidirse. Pero al cabo de ello dio a su asistente órdener para que Chuang Tsu gozara de oros cinco años en aquella casa y con aquellos sirvientes.
No bien pasaron los otros cinco años, el emperador que desesperaba por ver aquel caballo, mandó nuevamente llamar a Chuang Tzu.
Cuando vio que el pintor más prestigioso del reino llegaba con las manos vacías, se dejó ganar por la ira:
Te has burlado de mi-le dijo- Te he dado durante diez años casa, comida y sirvientes para que hicieras un caballo perfecto y al cabo de todo este tiempo, llegas con las manos vacías.
No mi señor, no me he burlado de ti. Solo ahora después de diez años, estoy preparado para dibujarlo.
Y diciendo esto, tomó entre sus dedos un pincel de fino pelo y en un instante, con un solo gesto, dibujó un caballo.
Un caballo desbocado, con las patas tendidas y las crines al viento.
El caballo más hermoso que jamás se había visto.
EL CANGREJO DE CHUANG TZU
Italo Calvino
Entre sus muchas virtudes, Chuang Tzu tenía la de ser diestro en el dibujo. El rey le pidió que dibujara un cangrejo. Chuang Tzu respondió que necesitaba cinco años y una casa con doce servidores. Pasaron cinco años y el dibujo aún no estaba empezado. "Necesito otros cinco años", dijo Chuang Tzu. El rey se los concedió. Transcurridos los diez años, Chuang Tzu tomó el pincel y, en un instante, con un solo gesto, dibujó un cangrejo, el cangrejo más perfecto que jamás se hubiera visto.
El caballo de Chuang Tzu Maria Teresa Andruetto
En la China lejana, el emperador Chiang amaba a los caballos.
Tanto los amaba que quiso tener uno dibujado.
Y quiso también que aquel dibujo fuera perfecto.
Llamó a su asistente y le dijo:
Ve y busca al mejor dibujante del imperio. Y dile que dibuje para mi un caballo.
El asistente buscó por todo el reino.
Desde la China del norte hasta Tailandia.
EL mejor dibujante se llamaba Chuang Tzu.
El asistente llevó a Chuang Tzu hasta donde estaba el dueño del imperio.
Una vez allí, Chuang Tzu dijo:
¿Qué necesita mi señor?
El dibujo de un caballo. El mejor de todos.
Chuang Tzu se quedó pensando un momento, después habló.
Para dibujar un caballo necesito cinco años y una casa con doce sirvientes.
¿Tanto para hacer un dibujo?
Tanto para hacer el mejor dibujo, mi señor.
El emperador le dijo a su asistente que ordenara todo para que el mejor pintor del reino tuviera por cinco años una casa con doce sirvientes, para dibujar un caballo.
No bien pasaron los cinco años, el emperador mandó a llamar a Chuang Tzu.
Quiero ver el caballo, le dijo.
No lo he hecho todavía- contestó Chuang Tzu. Necesito otros cinco años.
El emperador Chiang dudó largo rato antes de decidirse. Pero al cabo de ello dio a su asistente órdener para que Chuang Tsu gozara de oros cinco años en aquella casa y con aquellos sirvientes.
No bien pasaron los otros cinco años, el emperador que desesperaba por ver aquel caballo, mandó nuevamente llamar a Chuang Tzu.
Cuando vio que el pintor más prestigioso del reino llegaba con las manos vacías, se dejó ganar por la ira:
Te has burlado de mi-le dijo- Te he dado durante diez años casa, comida y sirvientes para que hicieras un caballo perfecto y al cabo de todo este tiempo, llegas con las manos vacías.
No mi señor, no me he burlado de ti. Solo ahora después de diez años, estoy preparado para dibujarlo.
Y diciendo esto, tomó entre sus dedos un pincel de fino pelo y en un instante, con un solo gesto, dibujó un caballo.
Un caballo desbocado, con las patas tendidas y las crines al viento.
El caballo más hermoso que jamás se había visto.
Bach en copas
No es que Bach se haya tomado sus traguitos, es como sale la música de Bach de las copas llenas de agua convertidas en instrumentos. Recuerdo la impresión que me causó de niña la primera vez que escuché el bello sonido de las copas llenas con distinta cantidad de agua para que cada una suena distinto.
El saludo de Bill Viola
Dos mujeres se reencuentran. Han pasado los años ¿cúantos? ¿Son hermanas, vecinas, madre e hija, amigas íntimas? ¿Las ha separado la guerra, los viajes, la cárcel, alguna calumnia, un malentendido, el maldito tiempo? Nada como un buen abrazo, rodeandote, los brazos entregados,generosos, incorporándote a su vida, a su ser, dejando que se acorte el espacio, que tú y el o ella, sean por un momento uno. Hay personas expertas en el abrazo y eso es un verdadero don.
Bill Viola (Nueva York, 1951) es un artista estadounidense.
Este cambio fue motivado por su descubrimiento de la religiosidad oriental (budismo, pensamiento zen, sufismo,…) y de los místicos cristianos (San Juan de la Cruz), en lo que parece una búsqueda de una espiritualidad transversal.
Su inquietud espiritual le llevó a viajar por todo el mundo, realizando numerosas grabaciones, como Chott El-Djerid (A Portrait in Light and Heat), en el desierto de Túnez o Hatsu Yume, en Japón. En uno de sus múltiples viajes, conoció a la fotógrafa Kira Perov, que se convertiría en su mujer, apoyo fundamental en su carrera.
Son las vídeo instalaciones la parte más conocida de la obra de Viola. En ellas, aparecen de manera recurrente representaciones oníricas y temas como los ciclos vitales, el nacimiento o la muerte.
Bill Viola (Nueva York, 1951) es un artista estadounidense.
Este cambio fue motivado por su descubrimiento de la religiosidad oriental (budismo, pensamiento zen, sufismo,…) y de los místicos cristianos (San Juan de la Cruz), en lo que parece una búsqueda de una espiritualidad transversal.
Su inquietud espiritual le llevó a viajar por todo el mundo, realizando numerosas grabaciones, como Chott El-Djerid (A Portrait in Light and Heat), en el desierto de Túnez o Hatsu Yume, en Japón. En uno de sus múltiples viajes, conoció a la fotógrafa Kira Perov, que se convertiría en su mujer, apoyo fundamental en su carrera.
Son las vídeo instalaciones la parte más conocida de la obra de Viola. En ellas, aparecen de manera recurrente representaciones oníricas y temas como los ciclos vitales, el nacimiento o la muerte.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Arthur Russell canta
Charles Arthur Russell, Jr. (21 de mayo de 1951 – 4 de abril de 1992)[1] fue un violonchelista, compositor y cantante estadounidense. Relativamente desconocido en vida, una serie de recopilaciones a lo largo de la década del 2000[2] [3] [4] han rescarado su obra, de carácter marcadamente experimental, que abarca los estilos disco, minimalista, o rock, habiendo colaborando con figuras como Philip Glass, David Byrne o Nicky Siano. En febrero de 2008, Matt Wolf presentó en el Festival Internacional de Cine de Berlín un documental sobre su vida titulado Wild Combination: A Portrait of Arthur Russell.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Lo que te ofrece Buenos Aires
Visitar Buenos Aires es siempre una experiencia que te deja rica en diferentes aspectos, una ciudad que se visita con frecuencia, nuestra segunda ciudad, nos ofrece los lugares que ya conocemos, en los que hemos disfrutado, calles, parques, restaurantes, cafés y librerías,la posibilidad de la lluvia, la caminata junto al río... Pero tambien nos ofrece lugares nuevos, sitios renovados, nuevos desarrollos de la ciudad como las anchas avenidas y parques frente a Puerto Madero en donde está ubicado el Hotel Faena. Siempre queda algo por visitar, el deseo de alojarnos, por ejemplo, en el barrio de San Telmo que tiene tanta vida noctura con bares y lugares de música. No recomiendo visitar Buenos Aires en noviembre, es una época ya calurosa ( Llegamos a 32 grados) y además el teatro está terminando y no es fácil conseguir entradas, están todas agotadas o ya han recogido sus bártulos para dirigirse a Mar de Plata en donde comienza la temporada de verano. Entonces como no había teatro, fuimos al cine. En Lima habíamos estado castigados sin casi ninguna película memorable y ahora teníamos una rica cartelera en la cual poder escoger.
Para empezar había un festival de cine brasilero en donde vimos una hermosísima película que se llamó "La suprema felicidad". Nos recordó a Jorge Amado, un mundo lleno de pasión y música, de amor y descubrimientos, de desilusiones y fantasías. La vida de Paulo de los 8 a los 18, en los años 50, en Río de Janeiro, ciudad maravillosa y encantada. Descubre el amor y el sexo apoyado en una intensa amistad con su abuelo. Dirigida por Arnaldo Jabor.
Vimos una película argentina: "Un amor". Una película coreana: "Poesía para el alma", una película italiana: "La prima cosa bella"; "La piel que habito" española de Almodovar, "La hora del crimen", americana. Qué variedad y la mayoría excelentes. Al teatro fuimos dos veces: "Lluvia constante", que definitivamente no nos gustó. Y "Filosofía de vida" con Alfredo Alcón, maravilloso actor. Tambien asistimos a la presentación de un libro de Sergio Sinay, columnista del diario La Nación, en la librería Cúspide en el Village de la Recoleta. Todo muy sencillo. Solo una presentadora, Maria Isabel Sánchez que tiene un programa de radio que se llama "Vivir para contar" en Radio 10, el autor comentando su libro y responiendo preguntas, una copa de vino por cabeza y unas masitas por todo comer.
Es fácil conversar en Buenos Aires, en la cola, mientras se espera que comience la película o el teatro, al final de la presentación del libro, los argentinos son comunicativos y amables con los extranjeros a los que asumen como parte de su ciudad.
Entonces en los siguientes post cuelgo avances de las películas y del teatro que nos gustó para recordarlas y para que si ustedes pueden conseguirlas no dejen de verlas y si planean ir a Buenos Aires el próximo año no se pierdan la obra. Todos nos hablaban de una obra que se llama "Toc,toc" pero imposible, no quedaba ni una entrada.
En esta oportunidad no fuimos a escuchar jazz, ni al ballet, ni al teatro Colón que estaba cerrado, no visitamos galerías de arte ni museos. Será otra vez, en Buenos Aires, si uno busca, encuentra siempre algo que entretiene, sorprende, hace pensar. Buenos Aires te hace sentir vivo.
Acá cuelgo la película brasilera:
Bailad bailad o estaremos perdidos
Soñaba con poder ver esta película. El proyecto de la maravillosa coreógrafa Pina Bausch con el magnífico Win Wenders. Ella murió a los pocos días de iniciada la filmación y sus bailarines y el director decidieron hacerla de todos modos. El 3D me pareció muy acertado para la realizaión de semejante documental. Ojalá llegase a Lima. Público habría, lo que hace falta es que los empresarios apuesten por la existencia de un público culto, que lo hay.
Un amor
Esta es la primera película que vimos. El cine argentino tiene muy buen nivel. Me hizo acordar a la famosa película Jules et Jim. Un hombre recuerda su adolescencia y la amistad y amor que sintió. Despues de muchos años el trío, dos chicos y una chica se reunen y los sentimientos continúan.
Tal vez la última función
Vimos esta buenísima obra. Dos filósofos en pugna. "Filosofía de vida" con Alfredo Alcón. Tal evz esta sea la última obra en la que participa Alcón porque nos dijeron que está enfermo. En la obra salió en silla de ruedas y actuó como los dioses. Fuimos a la última función y el público de pie lo ovacionó demostrándole su admiración y cariño. Lágrimas de emoción.
Amanezco cegada por la luz
Sabía de esta película coreana. Una mujer ya mayor a la que la vida la coloca en situaciones complicadas, decide tomar un curso de poesía. Descubre el valor de las palabras, aprende a contemplar, observar y expresar. La actriz bellísima con un alma pura que debe desenvolverse y mantenerse en el mismo estado en la complicada vida.
Muti pide por la cultura de Italia
Recorto esta noticia del periódico y ahora puedo verla en Youtube. Ocurrido el 12 de marzo ultimo en la Opera de Roma. Ricardo Mutti, el director, durante la representación de Nabucco de Verdi aceptó un bis que el público pedía con mucha insistencia. ¡Oh patria mía tan bella y perdida", dice la canción y al pensar en la semejanza con la crisis y escándalos de Berlusconi, miró a la orquesta y al coro y dándose la vuelta se dirigió al público. Siento verguenza por lo que sucede en mi país. Si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la que se construyó la historia de Italia. El público unió sus voces al coro y se repitió el área. Todos conmovidos, con lágrimas en los ojos. Acá la escena:
La prima cosa Bella
Buenísima película italiana donde el personaje principal es la Madre. Película llena de emociones, qué felicidad ver una buena película.
martes, 22 de noviembre de 2011
Desde la ventana más alta de mi casa
Esta semana en ABRA, nuestro taller, tuvimos como invitado a Fernando Pessoa, quizás el mejor poeta portugués. El escribe desde diferentes personajes o personas y este poema pertenece a Alberto Caeiro, un pastor que ama por encima de todo a la naturaleza. El crea heterónimos. Por heterónimo se entiende el autor ficticio o pseudoautor que es también personaje y del que se valen ciertos autores reales, para crear una obra literaria paralela o distinta a la suya. Tuvimos la suerte de que una de las participantes del taller, Denisse, habla portugués y ella nos leyó algunos poemas en ese idioma tan delidado y dulce.
Desde la ventana más alta de mi casa,
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos, que viajan hacia la humanidad.
Y no estoy alegre ni triste.
Ése es el destino de los versos.
Los escribí y debo enseñárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario,
como la flor no puede esconder el color,
ni el río ocultar que corre,
ni el árbol ocultar que da frutos.
He aquí que ya van lejos, como si fuesen en la diligencia,
y yo siento pena sin querer,
igual que un dolor en el cuerpo.
¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?
Flor, me cogió el destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no quedarse en mí.
Me resigno y me siento casi alegre,
casi tan alegre como quien se cansa de estar triste.
¡Idos, idos de mí!
Pasa el árbol y se queda disperso por la Naturaleza.
Se marchita la flor y su polvo dura siempre.
Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre la
que fue suya.
Paso y me quedo, como el Universo.
(**) De heterónimo Alberto Caeiro
Desde la ventana más alta de mi casa,
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos, que viajan hacia la humanidad.
Y no estoy alegre ni triste.
Ése es el destino de los versos.
Los escribí y debo enseñárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario,
como la flor no puede esconder el color,
ni el río ocultar que corre,
ni el árbol ocultar que da frutos.
He aquí que ya van lejos, como si fuesen en la diligencia,
y yo siento pena sin querer,
igual que un dolor en el cuerpo.
¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?
Flor, me cogió el destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no quedarse en mí.
Me resigno y me siento casi alegre,
casi tan alegre como quien se cansa de estar triste.
¡Idos, idos de mí!
Pasa el árbol y se queda disperso por la Naturaleza.
Se marchita la flor y su polvo dura siempre.
Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre la
que fue suya.
Paso y me quedo, como el Universo.
(**) De heterónimo Alberto Caeiro
El paneta amarillo
Este cuento lo escribí hace muchos años, y formó parte de un libro que se llamó Garabatos. En estos días me he comunicado con una contadora de cuentos que me dice que ha contado mi cuento muchas veces, en sitios lejanos, en Francia. Me quedé sorprendida y halagada. Lo comparto con quienes no lo conocen, es un cuento muy sencillo. Le he puesto unos dibujos encontrados en Internet para adornarlo un poco.
EL PLANETA AMARILLO
Había una vez, nos contaba mi mamá, un planeta muy lejano a la tierra, que despedía una luz amarilla y triste. Uno, si lo buscaba un rato entre las estrellas, podía verlo, durante las noches de luna llena.
En ese planeta vivían unos hombrecitos tan pequeños que no alcanzaban ni el tamaño de un niño. Estos hombrecitos eran amarillos como su luz, como sus casas y plantas. Todo en el planeta era amarillo, salvo un árbol blanco, que crecía en medio de su mundo amarillo.
Amarillo era el silencio, amarillas las preciosas mariposas que volaban sobre el agua amarilla que corría suavemente por sus acequias y amarilla era su esperanza. Hasta el viento era amarillo y amarillos eran todos sus campos.
Más importante que el color del planeta, era saber que sus habitantes, jamás reían. No sabían hacerlo. Nadie les había enseñado a sonreír y menos a lanzar una sonora carcajada, llena de alegría. Los hombrecitos amarillos eran muy trabajadores y por supuesto que muy serios. Su vida estaba dedicada al trabajo, se levantaban muy temprano para ponerse a trabajar y trabajaban hasta que llegaba la noche. Cuando se metían a la cama, se dormían muy rápido, sin soñar, y al día siguiente, se levantaban apurados, para seguir trabajando.
-¿Se imaginan?, nos preguntaba mi mamá, ellos no sabían saludarse con una sonrisa, no conversaban ni jugaban; en ese lejano planeta, no existían bromas ni cantos, ni siquiera sueños.
Nosotros tratábamos de imaginar sus caras frías, sus bocas como arrugas, casi borradas, sus ojos desgraciados y afligidos y nos llenábamos de pena.
Pero, felizmente el cuento seguía y e n él sucedió que un día, mientras los hombrecitos amarillos construían puentes, casas y caminos y mientras las mujercitas amarillas lavaban, cocinaban y planchaban sin detenerse, sin mirarse, sin quererse, nació un nuevo hombrecito, en una casa que quedaba muy cerca del hermoso árbol blanco. Todos hubieran podido decir que se trataba de un niño común y corriente, porque era igual a cualquier otro niño del planeta, pero tenía algo muy especial, tenía una preciosa sonrisa en los labios.
El niño de la sonrisa cambiaría el planeta.
El día de su nacimiento, todos los hombrecitos y sus mujeres, corrieron a verlo maravillados y empezaron a cambiar la postura de sus labios, moviendo la boca de un lado al otro, para imitarlo, tratando de hacer una sonrisa como la del niño. Hicieron cientos de muecas, antes de conseguir algo que pareciera a una sonrisa. Entonces, se miraron extrañados y complacidos. ! Eran tan hermosos y diferentes con su nueva sonrisa!
Ya no se vieron mas caras serias, ni duras, en el planeta amarillo. Siguieron trabajando, pero, de rato en rato, se miraban y recordaban que podían sonreír y sonreían llenos de alegría. Ya era algo, ¿no?
El nuevo niño fue creciendo, hasta que una tarde, cuando todos terminaban de almorzar, el niño se rió, se rió fuerte, con ganas, cómo si hubiese escuchado algo muy divertido, y, entonces, otra vez se reunieron todos y lo rodearon para aprender a reír. Al cabo de un rato, contagiados por la risa del niño, los hombrecitos y sus mujeres, rieron sin parar y aplaudieron llenos de placer.
El planeta amarillo. fue convirtiéndose en un planeta mágicamente feliz. Alguien, un día cantó y el planeta entero lanzó una magnífica canción de júbilo al universo.
Con las risas y los cantos, con la felicidad de los hombrecitos amarillos, el planeta fue llenándose de colores.
El árbol blanco que crecía en medio del planeta, dejó de ser blanco, para transformarse en un árbol de todos los colores. Si uno lo miraba con atención, podía ver en él, el marrón, el rojo, el verde, el azul, el morado, el celeste y el naranja.
Con los distintos colores, todas las cosas fueron distintas.
En las noches de luna llena, recordando este cuento, busco un rato en el cielo, entre las estrellas, hasta que encuentro, ese planeta tan lejano a la tierra que ahora brilla y también canta.
EL PLANETA AMARILLO
Había una vez, nos contaba mi mamá, un planeta muy lejano a la tierra, que despedía una luz amarilla y triste. Uno, si lo buscaba un rato entre las estrellas, podía verlo, durante las noches de luna llena.
Amarillo era el silencio, amarillas las preciosas mariposas que volaban sobre el agua amarilla que corría suavemente por sus acequias y amarilla era su esperanza. Hasta el viento era amarillo y amarillos eran todos sus campos.
Más importante que el color del planeta, era saber que sus habitantes, jamás reían. No sabían hacerlo. Nadie les había enseñado a sonreír y menos a lanzar una sonora carcajada, llena de alegría. Los hombrecitos amarillos eran muy trabajadores y por supuesto que muy serios. Su vida estaba dedicada al trabajo, se levantaban muy temprano para ponerse a trabajar y trabajaban hasta que llegaba la noche. Cuando se metían a la cama, se dormían muy rápido, sin soñar, y al día siguiente, se levantaban apurados, para seguir trabajando.
-¿Se imaginan?, nos preguntaba mi mamá, ellos no sabían saludarse con una sonrisa, no conversaban ni jugaban; en ese lejano planeta, no existían bromas ni cantos, ni siquiera sueños.
Nosotros tratábamos de imaginar sus caras frías, sus bocas como arrugas, casi borradas, sus ojos desgraciados y afligidos y nos llenábamos de pena.
El niño de la sonrisa cambiaría el planeta.
El día de su nacimiento, todos los hombrecitos y sus mujeres, corrieron a verlo maravillados y empezaron a cambiar la postura de sus labios, moviendo la boca de un lado al otro, para imitarlo, tratando de hacer una sonrisa como la del niño. Hicieron cientos de muecas, antes de conseguir algo que pareciera a una sonrisa. Entonces, se miraron extrañados y complacidos. ! Eran tan hermosos y diferentes con su nueva sonrisa!
Ya no se vieron mas caras serias, ni duras, en el planeta amarillo. Siguieron trabajando, pero, de rato en rato, se miraban y recordaban que podían sonreír y sonreían llenos de alegría. Ya era algo, ¿no?
El nuevo niño fue creciendo, hasta que una tarde, cuando todos terminaban de almorzar, el niño se rió, se rió fuerte, con ganas, cómo si hubiese escuchado algo muy divertido, y, entonces, otra vez se reunieron todos y lo rodearon para aprender a reír. Al cabo de un rato, contagiados por la risa del niño, los hombrecitos y sus mujeres, rieron sin parar y aplaudieron llenos de placer.
El planeta amarillo. fue convirtiéndose en un planeta mágicamente feliz. Alguien, un día cantó y el planeta entero lanzó una magnífica canción de júbilo al universo.
Con las risas y los cantos, con la felicidad de los hombrecitos amarillos, el planeta fue llenándose de colores.
El árbol blanco que crecía en medio del planeta, dejó de ser blanco, para transformarse en un árbol de todos los colores. Si uno lo miraba con atención, podía ver en él, el marrón, el rojo, el verde, el azul, el morado, el celeste y el naranja.
Con los distintos colores, todas las cosas fueron distintas.
En las noches de luna llena, recordando este cuento, busco un rato en el cielo, entre las estrellas, hasta que encuentro, ese planeta tan lejano a la tierra que ahora brilla y también canta.
Cat concerto
Mi amiga Elda di Malio me manda este interesante concierto y me dice:
Cuando íbamos a las matinales del Cine, no imaginamos el valor de las películas que veíamos. Lo encontrabamos divertido y eso era suficienteAl volver a ver una de estas películas, podemos darnos cuenta de que eran verdaderas obras de arte. hecho en 1946 vemos a om y Jerry tocando piano la “Hungarian Rhapsody No. 2” de Franz Liszt.
Cuando íbamos a las matinales del Cine, no imaginamos el valor de las películas que veíamos. Lo encontrabamos divertido y eso era suficienteAl volver a ver una de estas películas, podemos darnos cuenta de que eran verdaderas obras de arte. hecho en 1946 vemos a om y Jerry tocando piano la “Hungarian Rhapsody No. 2” de Franz Liszt.
EL jazz de Fred Hersch
A comienzos de 2009, los amigos del pianista recibieron una carta remitida por el susodicho. Después de un año "extraordinario, desafiante y aterrador", Hersch anunciaba su regreso paulatino a la actividad: "Me ocurrió algo curioso y es que empecé a recordar una serie de sueños que había tenido mientras estaba en coma. Eran sueños muy específicos, olores, visiones... De repente, sentí la necesidad de escribir una música basada en esas alucinaciones". Resultado de aquella experiencia es My coma dreams, un espectáculo multimedia.
Tres años después de su annus horribilis, Fred Hersch afirma tajante: "Se supone que yo no debería estar vivo en estos momentos, y eso marca. Me siento más fuerte que nunca. A mi edad, y después de todo lo que he pasado, me importa un comino lo que los demás piensen de mí".
Esas palabras
Esas palabras.
Las palabras que anidan en nosotros,
nos convierten en cuevas,
en pantanos,
en cráteres:
yo soy el hombre oscuro,
soy la raíz del lobo;
tú eres la mujer ciega,
tumba de las palomas.
Las palabras que arden dentro del corazón.
Las palabras que son lo contrario del trigo.
Las palabras que dejan sus huevos en la herida,
dejan su hiel,
dejan su levadura.
Todas esas palabras.
Las palabras que entierran,
que talan,
que consumen.
Las palabras que borran los senderos.
Las palabras que brillan al fondo de los pozos.
Las palabras que son como una mordedura.
Todas
esas
palabras.
Todas esas palabras que hemos dicho,
que están alrededor,
que nos han atrapado.
(Benjamín Prado)
Palabras
(Cecilia De Roggero)
Hay palabras redondas,
como mundo,
como hueco,
como sol.
Hay palabras que acompañan,
como luz,
como perro,
como sombra.
Hay palabras que lloran,
como lluvia.
Hay palabras amargas,
como tónico,
y difíciles,
como lo siento.
Hay palabras grandotas,
como castigo,
o como grito.
Hay palabras que ríen,
como agua, como circo.
Y las hay tristes,
como fin.
Hay palabras y palabras.
Hay las que se dicen
y las que se callan.
Hay las que duelen
y las que alegran
y las que abren puertas
misteriosas.
Las palabras que anidan en nosotros,
nos convierten en cuevas,
en pantanos,
en cráteres:
yo soy el hombre oscuro,
soy la raíz del lobo;
tú eres la mujer ciega,
tumba de las palomas.
Las palabras que arden dentro del corazón.
Las palabras que son lo contrario del trigo.
Las palabras que dejan sus huevos en la herida,
dejan su hiel,
dejan su levadura.
Todas esas palabras.
Las palabras que entierran,
que talan,
que consumen.
Las palabras que borran los senderos.
Las palabras que brillan al fondo de los pozos.
Las palabras que son como una mordedura.
Todas
esas
palabras.
Todas esas palabras que hemos dicho,
que están alrededor,
que nos han atrapado.
(Benjamín Prado)
Palabras
(Cecilia De Roggero)
Hay palabras redondas,
como mundo,
como hueco,
como sol.
Hay palabras que acompañan,
como luz,
como perro,
como sombra.
Hay palabras que lloran,
como lluvia.
Hay palabras amargas,
como tónico,
y difíciles,
como lo siento.
Hay palabras grandotas,
como castigo,
o como grito.
Hay palabras que ríen,
como agua, como circo.
Y las hay tristes,
como fin.
Hay palabras y palabras.
Hay las que se dicen
y las que se callan.
Hay las que duelen
y las que alegran
y las que abren puertas
misteriosas.
Un taxista encantador
Ayer conocí a un muchacho taxista encantador. Soltero, tendría unos 22 años, vive en Santa Anita y trabaja entre 13 y 15 horas diarias en su taxi. Es una de las ventajas del tráfico, te coloca en un recinto cerrado con una persona desconocida a la que hay que descubrir y con la que podemos compartir nuestra vida. Se llama Raúl Salas. Tiene una fórmula ideal de vida. Seis meses es taxita y seis meses se va a Chanchamayo a trabajar en las tierras de su padre cultivando café. Los siete hermanos ayudan en el tiempo de la cosecha. Me dice quede la provincia le gusta que ahí las comidas se hacen siempre a la misma hora, el desayuno a las seis, el almuerzo a las doce, la comida a las seis. Acá él almuerza lo hace en donde le permite el tiempo, en un lugar que no es su casa y allí, en cualquier parte descansa veinte minutos. Le pregunto si no estudia y hablamos de carreras cortas, ¿en qué eres mejor que los demás? Le pregunto y él me responde en la chacra, con las plantas. Entonces esas es tu vocación. Planeamos juntos que se compre su propia tierra que costará unos 4,000 soles a 1,000 la hectárea, otros mil para las plantas y ya está, podrá dedicarse a éso, encontrarse una mujer de su comunidad que no quiera como las limeñas plancharse el pelo, usar medias nylon, harto maquillaje y a la que normalmente no le guste cocinar o planchar o cuidar niños, y nos reímos juntos de lo pretenciosas que nos hemos vuelto las mujeres. ¿Usted de dónde es? Me pregunta, pensando tal vez que solo una extranjera podría interesarse tanto en su vida. De aquí le digo, y le cuento de Ayacucho hace años, cuando Abimael Guzman era profesor en la universidad y yo pensé porqué estudiaran sociología o antropología y no agricultura o ganadería en un lugar como Ayacucho, le cuento de la feria de Acuchimay en donde vendían un zorro en plena venta de caballos, ¿Para qué sirve un zorro y es tan caro, pregunté? Y me contestaron que traía suerte, que traía cuyes y conejos, estaban vendiendo un zorro ladrón. Raúl se reía mientras conversábamos reconociendo las imágenes de lo que estábamos hablando. Hablamos de Tarma, de la belleza de sus flores y de Oxapampa preciosa. Le enseñé dónde queda radio Marica y él la sintonizó ahí mismo y nuestra conversación estuvo animada por lindas canciones en inglés, bien seleccionada de las antiguas. El tráfico desapareció durante esa hora en la que conversamos sin parar. Me ofreció que vendría a visitarme que me traería un cafeto y que me enseñaría a cosechar y tostar el café de la planta que tengo y que me da unas hermosas pepitas rojas, oro negro. Me traería un platanal , hay muchas variedades y conocería mi huerta en la que ahora están creciendo zapallitos italianos y pimientos, apios y poros. Mi padre sí tiene mano para las verduras, me dice, hasta tomates cultiva que son tan difíciles. Le cuento que le debo la vida a un obrero, que cuando me caí en un barril negro de construcción buscando una piedrita brillante para mi colección de piedras, cuando todos los obreros descansaban en el parque, al viejo Calendario Flores, que ya debe estar muerto, porque esto fue cuando yo tendría seis años, vino a buscar algo y me encontró a mí zambullida en el barril ahogándome. Hemos llegado a casa de mi mamá. Que pena se acabó el camino y nuestra amable conversación. Si tenía dolor de cabeza se me había pasado. Gracias Raúl, espero tu visita, será un placer.
Mujeres hermosas
FRANZ XAVER WINTERHALTER
(Menzenschwand, 1805-Frankfurt del Main, 1873) Pintor alemán. Inició su actividad como litógrafo, y posteriormente se dedicó al retrato. En 1834 se estableció en París, donde se convirtió en el retratista de moda. También pintó escenas de género, no tan conocidas como sus retratos de príncipes y miembros de la alta sociedad europea.
domingo, 20 de noviembre de 2011
Una canción triste y hermosa
Mi querida amiga Carmen Rico Coira me manda desde Galicia esta preciosa canción que me llega al alma y comparto con ustedes. Mil gracias querida Carmen.
Invierno de Vivaldi en Venecia
El carnaval de Venecia debe ser algo tan hermoso, la nieve, las máscaras, Venecia en sí. Y si a eso le añadimos "El invierno" de las estaciones de Vivaldi, entonces tenemos algo soñado:
El camino al que nos invita Frost
El camino no elegido Robert Frost
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
Versión de Agustí Bartra
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
Versión de Agustí Bartra
Programa para compartir en esta Navidad
Me cuenta mi hija Sybila que el colegio de mi nieta Rafaela se ha unido a este programa de ayuda para esta Navidad. Excelente idea que podemos hacer tambien nosotros, en nuestra organización o personalmente. Todo lo que se necesita es juntar una caja de zapatos y el deseo de dar. En Youtube hay otros videos del mismo programa para quien quiera verlos.
Beethoven Himno a la alegría
Una forma de curarse de cualquier mal es dejando que la música nos invada. Hay un refrán que dice: En el teatro todo se arregla con música.
Capilla gótica: La Saint Chapelle
Un lugar que no puede dejarse de visitar si uno va a Paris. La Bella Saint Chapelle.
domingo, 13 de noviembre de 2011
Paris y Tango
Mi padre amaba Paris y eso me lo transmitió. Las visitas que he tenido la suerte de hacer a esta bella ciudad me han llenado siempre de felicidad. El sena, La Madeleine, el barrio latino, los campos Eliseos. Cada rincón y su música, el metro, los besos bajo los puentes, la isla San Luis. Todo me parece precioso. Quizás porque siempre escuché contar a mi padre sobre la bella Paris y con la imaginación la fui creando y la amé como él. A manera de anécdota cuando mis padres cantaban esta canción yo de muy niña pensaba que decían: "Ceci es buena."
También le gustaba el tango, lo bailaba con mi madre para nuestra felicidad y también lo cantaba con mucho gusto y entonación. El contaba que su madre tocaba el piano y su padre cantaba. Durante un tiempo tocó con mucho gusto el acordeón.
También le gustaba el tango, lo bailaba con mi madre para nuestra felicidad y también lo cantaba con mucho gusto y entonación. El contaba que su madre tocaba el piano y su padre cantaba. Durante un tiempo tocó con mucho gusto el acordeón.
Sobre el abuelo
Chiara mi hija nos cuenta un poco cómo era para ella el abuelo Lucho, lo compartió con sus amigos y yo aquí lo agradezco y lo comparto.
Otro homenaje a mi abuelo que nos dejó para seguir viajando.
de Chiara Roggero, el Martes, 08 de noviembre de 2011 a las 15:16.
Otro homenaje a mi abuelo que nos dejó para seguir viajando.
de Chiara Roggero, el Martes, 08 de noviembre de 2011 a las 15:16.
Mi abuelo era un hombre alto, en todo el sentido de la palabra alto; es decir siempre estuvo por encima de los demás. Lo curioso es que nunca se atrevió a dar señas de que lo estaba. Pero yo lo sabía. Era un hombre sabio y por más humilde que quiera ser, un hombre sabio no puede esconder su sabiduría. Mi abuelo tenía muy claro algunas cosas que muchos olvidamos o que directamente no sabemos. Para ser feliz hay que ser feliz, podría haber pensado mi abuelo. Quizás por eso le daba tanta importancia al sentido del humor. Mi abuelo era como un antesesor de Chespirito, pero con bigote y nariz grande. Siempre encontraba la manera de darle vuelta a las cosas, cada vez que era mi santo, me llamaba y me decía: ¿no me vas a saludar? Es mi santo! Era de esas personas que contaba los chistes con seriedad (no cualquiera puede) y no sé cómo hacía, pero la ironía que suele ser un poco burda, él la trasformaba en elegante. Elegante era mi abuelo. Siempre bien vestido, perfumado, con los zapatos limpios y digamos que bien peinado aunque desde que recuerdo, nunca fue un hombre de pelo. Mi abuelo era metódico. Tomaba desayuno a la misma hora todos los días, no puedo olvidar verlo comer sus galletas Field con mantequilla y mermelada y qué ricas se veían cuando se salía la mermelada roja por los huequitos de la galleta. En épocas en donde el lonche está en peligro de extinción, mi abuelo seguía tomando lonche y todas las tardes, se tomaba un cafecito en la Pastelería San Antonio de la Avenida Angamos.
Mi abuelo era un apasionado de su carrera. Era ingeniero civil y se volvía loco con las construcciones europeas, los puentes y las obras de magnitudes importantes. Nunca paró de estudiar, ni un solo día, y se encargó de escribir todo lo que sabía. De hecho fue un hombre que a pesar de su avanzada edad, se aventuró al Internet y lo dominó como un adolescente. Mi abuelo me enseñó que uno tiene que amar lo que hace, porque solo de la pasión salen las cosas importantes y solo con pasión se puede ser feliz. Quizás por eso amó tanto a mi abuela. Su amor era generoso por todos lados, desprejuiciado, entregado, sin límites. Unos días antes de morir, mi abuelo le dio a mi abuela un beso de quinceañeros. Qué ternura y qué alivio saber que se puede amar para toda la vida, esto para los que alguna vez pecamos de suspicaces con el amor.
Mi abuelo tuvo un derrame cerebral que al 99% de las personas que le da este tipo de derrame, los termina matando, pero a mi abuelo no lo mató. Será por tantas ideas, tanto conocimiento, tantos pensamientos que tenía, que no era fácil ganarle así no más. Estuvo en cuidado intensivos y no podía hablar. Mi mamá le acercó un papel y un lapicero para que escribiera lo que estaba sintiendo o lo que estaba pensando. Mi abuelo agarró el lapicero y empuñó su firma: Luis Bustamante Pérez-Rosas. Para mí ese gesto fue un gesto lleno de inteligencia y originalidad, como quien escribe una carta y termina con una firma, mi abuela firmó su vida, literalmente firmó el final de su vida.
Queda en mi corazón un hombre terco por lo correcto, un hombre que se aferró fielmente a su bigote, un hombre que amó a su mujer y a sus hijos con todo su amor, un abuelo interesante, culto y divertido. A dónde estés abuelo, te mando un beso enorme y espero que te hayas encontrado con todos Los Fantásticos (mi abuelo llamaba así a sus amigos, y se lamentaba de ser el último Fantástico que quedaba vivo). Sigue siendo feliz y de vez en cuando, sóplame un chiste para reírme y hacer reír, como tú siempre lo hiciste.
Te quiero mucho. Tu nieta de medio: Chiara.
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